sábado, 5 de julio de 2014

¿Es la corrupción un fenómeno culturalmente arraigado en España? -A propósito de una lectura de Julio Caro Baroja-


¿ES LA CORRUPCIÓN UN FENÓMENO CULTURALMENTE ARRAIGADO EN ESPAÑA?
- A propósito de una lectura de Julio Caro Baroja-
Oviedo, 05.07.2014

El fenómeno de la corrupción en España como algo extendido, incluso disculpado cuando no justificado, no ha sido analizado aún en ninguna de sus facetas. Y no es el objetivo de estas notas abordar una tarea que, a la par que indispensable para reconducir a este país en todos los aspectos, constituye una labor muy extensa, compleja y multidisciplinar.

Son claros los efectos que la corrupción tiene sobre la viabilidad de la democracia. Igualmente, sobre el sistema económico. La pérdida de normas,  la anomía, la desagregación social es efecto claro de la corrupción. La corrupción genera desconfianza (con incrementos relevantes en costes de transacción y en costes de jerarquía, con los subsiguientes efectos disuasorios para el emprendimiento y el dinamismo social en sentido más amplio). Y anida en la opacidad en la gestión de los asuntos públicos. Su contrario es la transparencia, generadora de confianza, de capacidad emprendedora y de dinamismo social en general.

Julio Caro Baroja ironiza con la cuestión:

“En el siglo XVII (…) los españoles no tenían gran fama como magos y hechiceros. Alguien sostuvo – con animadversión clara hacia el país – que el diablo no se fiaba de sus habitantes”[1].

<<Il est vray qu’il y a peu de Magiciens et de Sorciers, pource que le Diable apprehende de contracter avec les Espagnols, craignant d’estre trompé, et n’a garde de se fier à leur parole, ny mesme a leur Serment, n’y ayant outre peine pour les Fausseres qu’une amende de 25 Reaux, moyennant laquelle ils sont remis en leur Honneur, et Cavalleros Onrados, comme devant>>[2] [sic]

Finalmente, Caro Baroja, reubica la cuestión: “No demos al texto más alcance que el que tiene una ironía dicha de paso …”

Una vez más, reconduzco la resolución de la cuestión corrupción hacia el diseño, implantación y mantenimiento de mecanismos de control idóneos en todos los niveles de las administraciones públicas, así como de los partidos políticos. Los mecanismos de control comportan procedimientos de obligatorio cumplimiento, enlazados con los consiguientes castigos, cuya dureza ejerza por fuerza efectos disuasorios claros.




[1] Julio Caro Baroja: “EL SEÑOR INQUISIDOR Y OTRAS VIDAS POR OFICIO” Ed.: Alianza Editorial –bolsillo-, 1968. Pág. 194 y 195.
[2] R. A. de Bonnecase en “Voyage d’Espagne …”, Cologne, 1667

jueves, 3 de julio de 2014

DE INNOVACIÓN A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [3/ 3](O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern, Alemania -)



DE INNOVACIÓN  A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [3/ 3]
(O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern, Alemania -)



En el reverso de los sincretismos perversos[1] (bloqueantes del desarrollo individual y de grupo) encontramos las síntesis adaptativas eficientes[2]. Antecedentes de estos conceptos los encontramos, entre otros, en “Contrapunto cubano del tabaco y el azúcar” (1940) de Fernando Ortiz, obra prologada por el antropólogo funcionalista Bronislaw Malinowsky.

Bien, pues los museos etnográficos, al contribuir a que “no perdamos el hilo”, contribuyen de manera importante a la consecución de síntesis adaptativas eficientes, es decir, contribuyen a la innovación. La historia de cómo diferentes tecnologías, diferentes innovaciones, se adaptaron eficientemente (es decir, contribuyendo al desarrollo del grupo humano), nos permiten aprender a cómo se hace esa adaptación de lo nuevo; aprender a ver qué encajaba en la realidad y porqué; qué no encajaba en la realidad y porqué; y porqué algunas novedades encajan en otro sitios y aquí, no. Este “clima” socialmente expandido, particularmente entre los más jóvenes, constituye un incentivo para la investigación y para la investigación aplicada. La visión de la tecnología como magia o como exorcismo conduce a los sincretismos perversos, que van acompañados de improvisación.

Museo Renano al Aire Libre para la Etnografía

El Landschafaftsverbandes Rheinland (Asociación del Paisaje de Renania) funda en 1958 el Museo Renano al Aire Libre para la Etnografía, siendo así el primer museo de su tipo en Alemania. La idea de los museos al aire libre tenía ya más de cien años.

Leemos en la propia guía del museo (traducción propia): “hacia mediados del s. XIX surgen los primeros grandes museos histórico – culturales y se despierta el interés en las construcciones campesinas y los objetos materiales de la cultura popular. Era ésta la era de las grandes exposiciones nacionales y mundiales, que surgieron en el marco de la presentación orgullosa del progreso de las técnicas y los oficios, pero también, cada vez más, para exhibir muestras de la cultura nacional y y la historia de los estados participantes. En la Exposición Mundial de Viena de 1873 fue presentado por primera vez un grupo de casas campesinas de diferentes regiones europeas. Con ello había nacido la ‘aldea etnográfica’ …”






[1] Conceptos de elaboración propia

[2] Conceptos de elaboración propia

jueves, 26 de junio de 2014

DE INNOVACIÓN A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [2 / 3] (O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern, Alemania -)

DE INNOVACIÓN  A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [2 / 3]
(O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern, Alemania -)

El caso de los billetes de tren en Alemania.-

Desde hace unos cuatro años se implantó en Alemania un sistema complejo y automático de compra de billetes de tren. Con él se pretendía aunar el ahorro de fuerza de trabajo en la expedición de billetes, con otros dos objetivos racionalizadores: discriminar el precio de los billetes en función de los costes, por un lado y, por otro, ser competitivos en el mercado de los transportes de personas (así como contemplar la externalidad que supone el transporte de fuerza de trabajo hacia sus destinos productivos y regresos a puntos de residencia). Así, se establecían áreas territoriales de igual coste en función de radios variables y tiempos de validez del billete.

Con ello habían cumplido sus tareas de eficacia y eficiencia tanto el economista del transporte, como el informático diseñador de programas/aplicaciones.

Cuatro años después, al volver a Alemania, observo la misma situación que en el momento de implantación de este sistema. Los usuarios forman colas para acceder a los mostradores de atención personal. Y unos empleados de los ferrocarriles los abordan, los asesoran y los llevan a las máquinas automáticas de compra de billetes. Allí ilustran a los usuarios, mientras les sacan el billete.










DE INNOVACIÓN A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [1 /3] (O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern – Alemania -)

DE INNOVACIÓN  A MUSEOS ETNOGRÁFICOS [1 / 3]
(O del HUCA –Asturias – al Rheinisches Landesmuseum für Volkskunde – Kommern – Alemania -)

La informatización de una empresa con la consiguiente aplicación informática pasa, en primer lugar y según experiencia directa, por una fase de importancia decisiva: el análisis de los procesos que se quieren formalizar informaticamente con el objetivo de hacerlos más rápidos y seguros. Este análisis lleva una componente esencial de trabajo de campo, es decir de entrevistas y reuniones de trabajo con los futuros usuarios de la aplicación informática, porque son ellos precisamente los conocedores de los procesos específicos a informatizar. No se entiende muy bien, por tanto lo que ocurre en el Nuevo Hospital Central de Asturias. ¿Han aterrizado una aplicación totalmente ignorada por sus usuarios?

Los museos etnográficos, entre otros objetivos, poseen un objetivo estratégico y es el permitir establecer continuidad entre las sucesivas fases de las tecnologías, conocer los ‘saltos’ innovadores, así como las condiciones en que éstos tuvieron lugar. Parece sintomático el hecho de que en Asturias, los museos etnográficos aparecieron tarde y con dificultades (cuya muestra paradigmática se registra en el caso del Museo Etnográfico de Grandas de Salime). La incorporación de las ideas sobre el acontecer de los procesos de innovación tecnológica a las representaciones compartidas (al común de los ciudadanos) y a los grupos que tienen como objetivo la elaboración de conceptos económicos, políticos y sociales, resulta decisivo en el desarrollo de una sociedad.

En Asturias se perciben desde hace tiempo la confusión (tanto en la sociedad, como en los lugares de elaboración de conceptos) entre novedad e innovación. Se suele creer que toda novedad constituye una innovación. Se generan de esta guisa lo que yo he dado en llamar sincretismos perversos, lo que (simplificando este intento de conceptualización) equivale a decir mezclas de ideas con efectos bloqueantes en el desarrollo personal y de grupo. Dicho de otra forma, se atribuye a la tecnología un carácter mágico y meramente externo, prescindiendo del análisis de dónde (a qué procesos) se va a aplicar; y prescindiendo del análisis de en qué lugares funcionaba bien y porqué. Y es que una auténtica innovación incluye síntesis con la realidad, ‘capturable’ ésta mediante trabajo de campo (similar al del etnógrafo).

.../ … c o n t i n ú a …………………………………………

miércoles, 25 de junio de 2014

UNA MAÑANA EN BONN

UNA MAÑANA EN BONN

Es 17 de junio. Tomo un ‘expreso’ en una terraza de la Postplatz en Bonn que me sirve una camarera kurda. Acabo de llegar en tren desde Bad Godesberg. Y empiezo mi ritual de visita a esta ciudad, que me sirvió como ‘balneario’ hace años, cuando tanto me maltrató mi país. Hubo un prolegómeno en la estación central de Bonn: dejé encargado para el regreso tres publicaciones extraordinarias sobre Alemania (sobre la ‘guerra de los 30 años’,  Alemania entorno a los 30 años y Lutero).

Compró un ‘Igel’ para mi hija, como parte de la liturgia. Y sigo a la búsqueda de aquella librería tan extraordinaria llamada ‘Bouvier’, nombre con acento francés, proveniente seguro de un hugonote huido de la Francia revuelta por la ortodoxia católica. Y no, no está. Cerró definitivamente. Tras un proceso de extinción en que pasó a llamarse ‘Thalía’. En cercanía, ‘Bücherhof Bonn – Modernes Antiquariat’, donde encuentro libros interesantes a precios asequibles.

Tras unas vueltas por la ciudad, simulando una primera vez, doy con la plaza del ‘Viejo Ayuntamiento’, que mantiene su color rosado. Los vendedores de frutas y verduras, como siempre, vocean su mercancía. En ese ‘Alte Rathaus’ recibió el canciller Helmut Kohl al Secretario General y Primer Ministro Mihail Gorvachov  (corría el año …?). En fechas más cercanas, pero que ya se alejan, fui testigo presencial de la entrega a mi amigo Vicente Riesgo del Talero de Oro, como ciudadano de honor de la Renania.

Contiguo al viejo ayuntamiento de Bonn, haciendo esquina abierta hacia la plaza, está ‘Em Höttche’, donde ya bailaba Beethoven (“Wo schon Beethoven tanzte”). Y allí fui yo a ojear mi pequeña carga de libros. Era un día soleado y caluroso. Dentro estaba casi vacío. ‘Kolsch’ es la cerveza ligera y aromática. Una. ‘Bouquiner’ es la palabra. ‘Sahara – miles de años de intercambio de ideas y de mercancías’ (Ralph A. Austen – Universidad de Chicago, 2012). Un voluminoso volumen de textos seleccionados de Kart Marx. Louise Schorn-Schüte: ‘Konfesionskriege und europeische Expansion – Europa 1500 - 1648’ (2010). Andreas Fahrmeier: “Revolucionen und Reformen – Europa 1789 – 1850 (2010).

Una segunda ‘kölsch’ en „Em Höttche”. Recuerdo un “Rinderleber ‘Berliner Art’” que comí hace unos años y que todavía mantienen en la carta. Exquisito filete de hígado de vaca empanado (14,20€, hoy). Dentro de las posibilidades étnicas elegí esta vez “Bonner Zwiebelmett”, que viene a ser un ‘steak tartar’ de carne de cerdo. Exquisito. Requirió la tercera y última ‘kölsch’.


En el exterior, la terraza se había llenado de gente. También la de la cafetería contigua. Pasé por la librería Thalia, que reseño solo con la palabra ‘bazar’. Pasé por el interesante kiosko de prensa de la estación central. Y regreso en tren hasta Bad Godesberg.