Mi viaje a Alemania [I/V]:
31/enero/2019 al 08/febrero/2019
A MODO DE INTRODUCCIÓN: los viajes
Los que viajamos desde Asturias sabemos que el viaje en su fase de traslado de personas y equipajes, constituye una parte especialmente importante del viaje en su conjunto, es decir, incluyendo estancia y actividades en destino. Por eso abordo siempre este tema en primer lugar. También porque al rememorar la fase de viaje en sentido más estricto se introduce uno mejor en las notas y realiza un precalentamiento en la reconstrucción del relato.
Fue una sorpresa muy agradable encontrar un vuelo (con el auxilio de mi hija) que me permitiera llegar a mi destino desde Asturias con horarios y trasbordos cómodos en Madrid en la compañía Iberia. A ello se añadía un precio bastante bueno, que luego se incrementaría (algo más 100 euros) al reservar asiento de pasillo y hacia la parte delantera del avión, con los billetes de tren y con los billetes de autobús al aeropuerto de Asturias.
Inicio mi bloc de notas durante el viaje en ALSA de Oviedo a Ranón (Aeropuerto de Asturias) a las 11.00 h. Casi no puedo escribir durante este viaje inicial a causa de los saltos y vibraciones del vehículo. Ya en el aeropuerto, a la hora de pagar los periódicos que compré, noté la mano que cogía la maleta tiznada, deduzco que de la bodega del autobús, donde es obligatorio dejarla.
Me extraña el agolpamiento de viajeros ante el mostradorcillo de la puerta de embarque, pues el número de asiento figura en la tarjeta de embarque. A algunas personas le quitan el equipaje de mano para trasladarlo a la bodega del avión. El avión aparenta completamente lleno [IB 475 del 31.01.19].
Como quedó dicho, el trasbordo en Madrid fue en puerta cercana y con poco tiempo de espera. Llegamos puntuales al aeropuerto de Düsseldorf. Ahí cogí un trenecillo colgante hasta la estación de tren “Düsseldorf Flughafen”. Y desde allí, con billete de tren sacado previamente por Internet, viaje a “Bad Godesberg Bahnhof” donde era esperado. Sin saber el idioma alemán, este enlace podría adquirir complejidad y, sobre todo, tensión o estrés, pues las indicaciones no siguen siempre criterios universales (siempre se atraviesa algún elemento idiosincrático, solo inteligible para los que dominan las rutinas locales).
El viaje de regreso, simétricamente inverso al de ida, me exige madrugar más (al ser más largo que el de Oviedo - Ranón y entrañar un trasbordo): “Bad Godesberg Bahnhof” - “Düsseldorf Flughafen” - trenecillo colgante a la terminal del aeropuerto. El embarque, igual de cómodo.
En el trasbordo de Madrid empieza algún problema. Al tener asignado el Grupo 3 de embarque, embarco de los últimos y me quitan el equipaje para llevarlo a la bodega del avión. Es entonces cuando caigo en la cuenta de que a pesar de haber sacado el billete con mucha antelación(más de un mes) me asignan el embarque en el último grupo, es decir, aquél al que tiene alta probabilidad que le quiten la maleta (IB 476 de 08/02/19). Y, como sabe todo aquel que haya viajado en avión, las maletas que van en bodega suelen ser muy maltratadas (de hecho, ya en casa, comprobé desperfectos graves en varios “souvenir”). Presenté una reclamación en el aeropuerto (donde fui atendido amablemente por la empleada de Iberia) en el que ponía en duda que el contenido de mi maleta llegara correctamente y la hacía dos preguntas:
1) ¿Qué criterio aplicaba Iberia para asignar los grupos de embarque y
2) ¿Qué criterio aplicaba Iberia para establecer el corte de retirada de la maleta?
En su respuesta (rápida, hay que decirlo), Iberia no dio respuesta a ninguna de las dos cuestiones planteadas.
El viaje en Alsa de Ranón a Oviedo fue en un buen autobús y yo solo, único pasajero. Y pude subir la maleta conmigo (08/02/2019,- 19.00h.).
