miércoles, 26 de enero de 2022

LAS DOS CRISIS ENTRECRUZADAS DE LA GANADERÍA ASTURIANA

LAS DOS CRISIS ENTRECRUZADAS DE LA GANADERÍA ASTURIANA 

Vivimos tiempos de reivindicación ganadera y rural. Sorprende el tamaño de las manifestaciones habidas recientemente, tanto en Oviedo como en Madrid, cuando ya se pensaba que "el campo", el mundo rural asturiano, ya había muerto. El cierre continuado de explotaciones ganaderas, la despoblación de las áreas rurales, .... parecían aportar fundamento a un diagnóstico de atonía final del medio rural asturiano. Sin atreverme a dar un análisis cerrado de esta combinación de fenómenos, si pretendo aquí exponer algunas claves para su comprensión y evaluación.

Hay una crisis de naturaleza estructural, que se pudo percibir ya a comienzos de los años 70 del pasado siglo. Es la originada por el peso decisivo del minifundio parcelado, que hace inviable las explotaciones ganaderas. Tal es así, que desde los años setenta del siglo pasado hasta años recientes ha desaparecido estimativamente un 90% de explotaciones ganaderas, permaneciendo aún un número significativo de explotaciones marginales, que se debaten en un mientras tanto llegan las jubilaciones.  La paradoja surge cuando registramos la existencia de grandes laderas y cimas, abandonadas o torticeramente utilizadas para instalaciones industriales que solo aportan efectos de repulsión en el entorno.

Otra crisis es la originada por la subida de precios de los insumos usados en las explotaciones, de manera especial en aquellas cuya  estrategia (derivada principalmente de su estructura) se fundamenta en vacas de alta producción y ausencia de base forrajera suficiente e idónea.

Por combinación de las dos crisis expuestas, podemos señalar una tercera crisis, que no por tratarse de casos extremos deja de estar presente; la de aquellas explotaciones que estando ya en situación de marginalidad o muy próxima, sufren el embate de la actual subida de precios de los insumos.

Este entrecruzamiento de crisis,  ha sido el factor decisivo que ha empujado a salir a la calle a ganaderos renuentes a cualquier forma de organización y manifestación.


AL PRINCIPIO ERA LA VACA

 AL PRINCIPIO ERA LA VACA

I / III

 Al principio era la vaca. Y la vaca era blanca. Y había montañas, que no eran verdes. No había sol y las cosas no estaban relacionadas entre si. Luego vinieron los seres humanos. No hay certeza de sus apellidos, solo conjeturas. Y llegó Dios y trajo el sol y el agua. Y las montañas se pusieron verdes de pastos, y las vacas arroxaron ... Esto ocurría mucho antes de HUNOSA y sus hijuelas y derivaciones ... y antes que los slabs de ENSIDESA ...

                                                                                         II / III

Y la vaca nos enseñó. Aprendimos, yendo tras ella, hacia donde crecía la yerba y cuando. Yendo tras ella, en pos de los pastos, aprendimos a atravesar la cordillera, descubrimos los pasos ... y nos hicimos guías y nos hicimos arrieros. Y así aprendimos lo que abundaba de un lado y escaseaba del otro lado de la cordillera, y nos hicimos trajineros.

                                                                                         III / III

Rota la resistencia de la cordillera, aprendimos a hacer los viajes largos. Y a tratar con gentes lejanas y más diferentes. Y cuando el bravo y sus pastos comienzan a ser ocupados por otros, y disminuía el espacio libre ... nos fuimos marchando lejos, a veces muy lejos, y fuimos transportistas y comerciantes ... otros se quedaron ...  otros siguieron siendo ganaderos ... 


“NUNCA PUENGAS UN SANGRADEIRO OU TA LA TOUPINERA”

 “NUNCA PUENGAS UN SANGRADEIRO OU TA LA TOUPINERA”

 Nos teníamos una campa n’el fondo la L.lousa Molinos. Ia na campa había dos pozos de palanca. Había que soltare l’agua cuando tuviesen l.lenos los pozos, quier dicese, una vez al dia. Al soltare una masa de agua almacenada, algamábase una mayor superficie de riego. Esos pozos se alimentan de corrientes de agua muy tenues, si non foran embalsadas, solo permitirían un lebreliel.lo d’agua que nun algmaría más que una superficie bien pequena.

 L. lamábanse de palanca aquel.los pozos purque el furaco de salida del agua ziarrábase con un palo ou palanca. El furaco de desagüe (fecho n’una l.lábana) venía a tenere unos 10-15 cm de diámetro, por lo que la palanca en su parte inferior venía tamién a medire unos 10-15 cm de diámetro. La parte d’enrriba, por ‘ou s’agarraba la palanca pa soltare l’agua, era muito más delgada, alixerando asina ‘l peso total d’el.la. Cuando se ziarraba el pozo se aplastaba d’el.la l.lamuerga (nata ou limo) del fondo ‘l pozu contra la base de la palanca para deixare impermeabilizada totalmente la salida del agua.

 L’agua salía, al soltare el pozo, a una zanja conductora que nos l.lamamos presa (l.levan l’agua ou conducen l’agua presa, prisionera). A lo l.largo de la presa se van cavando (ia tapando) salidas d’agua, sigún  l’área de la campa que quiera regase.

 Antes de soltare l’agua, había que tapar los sangradeiros viechus ia facer los nuevos, para regar outra área de campa. Pero esto ya, nunca mechor dichu, “ein weites Feld”. Tal cumo lo vamos viendo, l’asuntu da pa un “siomposium”.

 Non perdiendo l’oxetivo final, quier dicese, que miedre la yerba, ia cuanto más, mechore. Ya siendo asina, lo más importante ya non facere ningún sangradeiro por ou tea una toupinera ... esas l.levan l’agua en baxo ya non riegan la campa. Siempre decía miou padre “NUNCA PUENGAS UN SANGRADEIRO OU TA LA TOUPINERA”

 [ Ojo con con las “toupineras” y el “Plan Nacional de  Recuperación, Transformación y Resiliencia” ( Next Generation)]