LOS
SANTOS DE EL RAÑADOIRO - a propósito de una restauración de imágenes del s. XV (?) acaecida recientemente en Asturias
Dos ejes de interpretación y un trasfondoJosé Feito Fernández
La prensa diaria aporta el duro trabajo “a pie de obra” de
muchos periodistas noveles. No necesitan viajar a la polinesia, ni a África
para aportar datos de campo, datos primarios, transformados luego en
información y conocimiento, por la industria transformadora de la ideología.
Quiero, claramente, ensalzar la labor de estos jóvenes, cronistas de un mundo rural que desaparece en Asturias. Sigo sus crónicas sobre vacas abandonadas,
sobre aparición de animales fuera de su entorno, sobre milagros y apariciones. Aquí, en Asturias,
estos son nuestros pequeños John Berger.
Y, dicho lo que precede, entro en el asunto.
Un eje de reflexión sobre la “restauración” de “Los santos
de El Rañadoiro” nos conduce al abandono en que se encuentra el inmenso
patrimonio cultural del Concejo de Tineo. El Monasterio de Obona. El Monasterio
de Bárcena. Solo por citar dos casos.
Otro eje, cruza el anterior y pasa irremediablemente por la
insuficiente capacidad de vigilancia solvente por parte de la Iglesia Católica
provincial.
En el trasfondo si sitúan los restos en desaparición del
mundo rural asturiano. La “restauración” de referencia no es más que una
expresión superficial, un epifenómeno, una ‘punta de iceberg’ del mundo de
representaciones hegemónico en las áreas rurales (¿sólo rurales?) asturianas.
¿Qué se está entendiendo por moderno, modernidad, modernización? ¿Qué se está
entendiendo por innovación? ¿Qué se está entendiendo por bello, belleza, …?
¿Qué se está entendiendo por desarrollo?
No, no se trata, por tanto, del error de una persona aislada.