jueves, 12 de septiembre de 2013

Transparencia, confianza, costes de transacción y desarrollo económico (modesto homenaje a Ronald Coase)

Transparencia, confianza, costes de transacción y desarrollo económico
(DE CÓMO SE RELACIONAN  LOS COSTES DE TRANSACCIÓN Y EL DINAMISMO ECONÓMICO)
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[Modesto homenaje a Ronald Coase]
Por la prensa me entero del fallecimiento El 02/09/2013) del economista Ronald Coase, Premio Nobel de Economía del año 1991 por su artículo “La naturaleza de la empresa”. Cité a Ronald Coase, con relación al desarrollo económico, en varias ocasiones y es a esta relación a la que me quiero referir prioritariamente en el texto que sigue (al final de la segunda y última parte reseñaré el itinerario –continuamente dificultado por las circunstancias, debo decirlo- a lo largo del cual trabé las ideas aquí expuestas).
COSTES DE TRANSACCIÓN. – Coase se plantea la cuestión de porqué existen empresas, porqué no se realizan todas las transacciones económicas directamente entre todos los agentes individuales a través del mercado. La causa, nos dice, reside en la existencia de costes de uso del mercado, de costes de transacción. Es huyendo de los costes de transacción que se crean espacios de planificación, que precisan de la correspondiente estructura organizativa explícitamente diseñada. Y que comporta, necesariamente una jerarquía, capaz de soportar una estrategia que oriente la conducta del conjunto hacia la consecución de objetivos, así como unas políticas y unas técnicas de gestión. Una jerarquía culminada por el sujeto emprendedor como condición sine qua non  (fundar y dirigir una empresa tiene componentes técnicas, pero tiene otra componente indispensable que es el empresario).
 Los costes de transacción, pertenecen a esa categoría de costes que, aún siendo decisivos en el análisis, el cálculo y la proyección económica, no se detectan contablemente a través de una cuenta o unas cuentas específicas en la Contabilidad. Pertenecen a esos costes que se entremezclan en la taxonomía usual de costes y que me atrevo a designar como costes difusos.
El comerciante es el antecesor claro del empresario y sus características y funciones esenciales continúan existiendo como características y funciones del empresario. Ambos sujetos detectan espacios de mercado con oportunidades de venta y, paralelamente, otros espacios de mercado  con oportunidades de compra. Es ahí donde nace la operación con margen suficiente para cubrir los costes de transporte, producción, envase y embalaje, etc. Y para obtener una ganancia. El comerciante realizaría operaciones aisladas o esporádicas. Cuando estas operaciones ofrecen perspectivas de recurrencia, de repetición, es cuando resulta necesario crear una estructura, una jerarquía, una empresa. La repetición de operaciones estandarizables hace más rentable operar con organización. Ésta, la organización, reduce considerablemente la reducción de los costes de transacción.
El paso de las operaciones a través de la figura del comerciante a la figura del empresario como elementos centrales en el funcionamiento del sistema económico, se produce en paralelo al tránsito del verlagssystem (continental) al factory system (de las islas). Que, a su vez, se corresponde con la revolución industrial (inglesa).
Las empresas, las jerarquías surgen para superar los costes que supone el uso del mercado o lo que es lo mismo, los costes de transacción. Efectivamente, el convenir dentro del mercado con todos los suministradores de bienes y servicios que requiere la realización de operaciones económicas, plantea una serie de problemas de cuya solución resultan costes significativos de: a) obtener la información de dónde se encuentra el suministrador(es), b) negociar las condiciones, c) determinar las mejores condiciones, d) garantizar el precio, la calidad, la cantidad, la fecha y el lugar de entrega. Estos costes, que contablemente aparecerían difusos en varias cuentas, son los que denominamos costes de transacción.

La empresa como jerarquía nace al internalizar todas estas funciones mediante contratos estables o de mayor estabilidad (con mayor información a priori y con mayor garantía de control). La empresa resulta así, un espacio planificable dentro del mercado (opaco desde el punto de vista de la información y no planificable).
(continúa)