Mi viaje a Alemania [III/V]: 31/enero/2019 al 08/febrero/2019 LA ECONOMÍA 1/3

Mi viaje a Alemania [III/V]:

31/enero/2019 al 08/febrero/2019

LA ECONOMÍA 1/3

Tres son las cuestiones de naturaleza económica o relacionadas con ellas que atrajeron mi atención, como consecuencia de la lectura de la prensa y de algunas conversaciones: China, Estrategia industrial del Ministro de Economía y las ideas del copríncipe Muhammad bin Zayed Al Nahyan de los Emiratos Árabes Unidos.

China. 

China como desafío. En dos aspectos: a) Con relación a las economías de tamaño (por contigüidad y en red) y b) Con relación a la legislación de la Unión Europea, por cuanto ésta impide la adquisición del tamaño necesario para competir (al menos en ciertas actividades) mediante fusiones, como en el caso de fusión Siemens - Alstom

La preocupación, reflejada en las reflexiones estratégicas del Ministro de Economía, se refieren a las ventajas que comporta el tamaño en los sectores de tecnología punta y en la secuencia I+d+i. Y el peligro demostrado la presencia de china como partner en en grupos de investigación y desarrollo.

Posteriormente he visto esta cuestión en “El contraataque liberal” de Luis Garicano (presentado en el Club de Prensa de LNE - Oviedo - 13 de febrero de 2019). Este economista plantea el cambio tecnológico como primer factor caracterizador de la economía mundial, muy por delante de la la nueva globalización y la irrupción de China.

“Estrategia de futuro para ‘Made in Germany’“

“Alemania y Europa no deben continuar impasibles viendo como USA y China se aseguran mercados en la era de la digitalización - Estrategias de futuro para Made in Germany ”, leemos en el diario General Anzeiger del 6 de febrero de 2019. La crónica hace referencia al documento de propuestas que acababa de presentar el ministro alemán de economía, Peter Altmaier (CDU), quien lo ha escrito “con mucho amor y reflexión”, cita el articulista. USA y China invierten presupuestos mil-millonarios en digitalización, inteligencia artificial, Plataformas de Internet, mientras que en estos campos se producen  avances internacionales a gran velocidad. “Quien se adormila con estas tecnologías será un día una prolongación del banco de experimentos de otros” advertía el ministro ayer en Berlin. Para evitarlo -y siguiendo el relato del General Anzeiger- el ministro Almaier está dispuesto a tirar por la borda tesis políticas del pasado como las referidas al control de fusiones o las ayudas de cooperación con las empresas. Viene a decir que para competir con el capitalismo de estado de china o con los Estados Unidos de Donald Trump hacen falta políticas económicas y que seguro que el gran maestro de la economía social de mercado que fue Ludwig Erhard estaría de acuerdo con él.

En Alemania han transcurrido,decenas de años sin que surjan grandes empresas como Siemens, ThysenKrup, Daimler o Deutsche Bank. Mientras  en los últimos veinte años han surgido en los Estados Unidos empresas como Apple, Google o Amazon, que han dominado el mundo. China lleva a cabo desde 2015 su agenda “Made in China 2025”, con una política industrial activa, con el objetivo de convertirse en vanguardia en diez sectores económicos.

Detrás de estas formulaciones se encuentra la viejas cuestiones, como las ventajas del tamaño y de la economías de escala por contigüidad y en red.

El Ministro de Economía quiere elevar la participación del la industria alemana en la creación de valor del actual 23 % al 25 % en 2030. Y al 20 % en Europa. Y considera que es importante fomentar campeones nacionales o europeos capaces de de resistir en la carrera con China y USA.

Un aspecto considerado en las propuestas estratégicas de Almaier, es que no debería permitirse la venta de innovaciones de Europa a inversores de USA o a empresas estatales de China. El ministro vivió la experiencia de la entrada en 2016 de inversores chinos en Kuka, fabricante alemán de robots, que no pudo ser impedida por el gobierno alemán, dada la prohibición de la normativa de comercio exterior. Entrando China, de esta forma, a valiosas innovaciones.

La entrada de un consorcio estatal chino en la gestora de la red eléctrica 50 Herzios, fue parada con la fundamengtación de que afectaría a la seguridad nacional.

¿Cómo pretende el Ministro Almaier fortalecer la industria?

En el núcleo de su propuesta, “Estrategia industrial nacional 2030”, está la creación de un fondo de participación del estado para impedir adquisiciones por parte de inversores agresivos americanos o chinos. El marco de referencia para la legislación anti-trust europea debe tener como referencia el mercado mundial y no el mercado nacional o el mercado europeo. Las tareas de investigación de las empresas deben ser apoyadas fiscalmente; también los precios de la energía eléctrica para la industria. Altmaier quiere convence en primer lugar al Gobierno Alemán, para iniciar después las modificaciones legales en el nivel de la UE.

Reacción de la industria.

El Director de la asociación alemana de empresas industriales (BDI), Joachim Lang, declaró: “Desde el punto de vista de los desafío masivos que realiza la competencia internacional, el gobierno de coalición no debe perder más tiempo para favorecer la capacidad de competir de la industria alemana, la cual sostiene en el mercado interior y exterior más de ocho millones de puestos de trabajo.

Qué dicen los economistas?

El Presidente del Instituto Ifo de Munich, Clemens Fuest, evalúa estas propuestas críticamente. El éxito global de la economía alemana se apoya en empresas medianas, que “precisamente, no alcanzan su capacidad competitiva por el tamaño, sino por la flexibilidad y por la elevada especialización”.

Michael Hüther, Director del Instituto Alemán de Economía (próximo a la industria): “No se trata de crear campeones nacionales de la nada. Lo decisivo es tener una economía fuertemente orientada internacionalmente y fuertemente reticulada, como la alemana, la cual sin esas redes de instituciones no puede tener éxito duradero”.

Y qué dicen los políticos de la economía?

De manera mayoritaria reaccionaron positivamente los de el SPD (socialdemócratas), Verdes y La Izquierda (Die Linke). Los del FDP (liberales) fueron muy críticos. “No necesitamos una economía de favores, sino un marco de condiciones limpias”, dice Michael Theurer, encargado de política económica de los liberales (FDP).