lunes, 2 de septiembre de 2013

LA MEMORIA DEMOCRÁTICA - a propósito de unas opiniones de Gerardo Iglesias

LA MEMORIA DEMOCRÁTICA - a propósito de unas opiniones de Gerardo Iglesias

LA MEMORIA DEMOCRÁTICA

Después de 20 años de silencio y de haber abandonado tanto el PCE como Izquierda Unida, Gerardo Iglesias nos sorprende. Nos sorprende agradablemente en una entrevista en la prensa regional del día 30 de agosto de 2013. Retenemos dos de sus ideas por considerarlas positivas.

“Recuperación de la memoria democrática”, en lugar de “memoria histórica”. Una formulación cautelosa y fina, pero que yo interpreto con alcance de profundidad. Se nos ha hablado durante no menos de seis años, de manera machacona, insistente, con una neo-expresión: “memoria histórica”. La “memoria histórica” formó parte de un coro de expresiones sincréticas y pretendidamente novedosas, pero que, como diría Gustavo Bueno, son palabras carentes de concepto. Se pretende ser innovador e ingenioso mediante sincretismos, carentes de suficiente fundamento, pero no carentes de intención y de eficacia en la consecución de la misma. Decía El Estudiante en el Fausto de Goethe: “Sin embargo, toda palabra debe contener siempre una idea”. A lo que Mefistófeles contestaba: “… cuando faltan ideas hay palabras que pueden sustituirlas; con ellas puede discutirse enérgicamente, y hasta puede erigirse un sistema. Como son palabras tan fácilmente creídas, no se borraría de ellas ni una coma”.

“Recuperación de la memoria democrática”, en lugar de “memoria histórica”. La expresión “memoria histórica” pretendía pasar por encima de la memoria de la lucha contra la dictadura de Franco y de la transición, para centrar toda la atención en la Guerra Civil. Lo que combina muy bien con la ausencia del PSOE en ese largo periodo.

“¿Cómo se puede explicar el grado de descomposición del sistema político y sobre todo el grado de corrupción en este país? Hay corrupción en muchos países, pero con el grado que alcanza aquí, no”.
Cuestiones oportunas, necesarias y con las cuales coincido. Gerardo Iglesias responde a ellas de manera no cerrada diciendo: “Para mí, eso tiene mucho que ver con la forma en que se ha hecho la transición. Han permanecido los mismos hábitos, las mismas personas al frente de las mismas instituciones, de los aparatos del Estado” (…) “El olvido nos ha traído donde estamos. La impunidad nos ha traído hasta aquí. Un país donde los partidos políticos gozan de un descrédito monumental, una desafección hacia la política y los políticos, una corrupción generalizada en la mayoría de las instituciones … ¿Cómo se explica si no todo esto?”

Dejando resaltado todo lo anterior, yo le plantearía a Gerardo Iglesias, algunas cuestiones que para mí resulta forzoso contestar:

1. ¿Qué lugar ocupa la transparencia en el manejo de los asuntos públicos?
2. ¿Cómo se garantizaría dicha transparencia? ¿Sólo con la honestidad de los políticos? A modo de ejemplo ¿cómo se garantizaría la transparencia en la asignación de subvenciones del SAYPE, de la SRP, de los L.E.A.D.E.R.  o de otros fondos públicos, muchos de ellos con cofinanciación europea?
3. ¿Qué aportaciones ha hecho la llamada tradicionalmente izquierda a dicha transparencia?

4. ¿Es lícito pactar con los corruptos?

miércoles, 28 de agosto de 2013

TAMPOCO ESTUVE EN PRAGA - de mis memorias

TAMPOCO ESTUVE EN PRAGA
[de mis memorias]
“¿Qué fuiste a hacer a Praga, Feito? ¿Con quien te reuniste?”. Era el comisario Ramos, Jefe de la Brigada Político – Social en Asturias el que me interrogaba en la planta alta de la Comisaría de Oviedo, justo enfrente del Hospicio, que más se convertiría Hotel Reconquista. Corría la primera mitad de los años setenta.

La tortura en mi caso solo fue psicológica. Siempre sicológica. Tanto en 1965, como al regreso de mi primer exilio (“salir a la superficie”, era la consigna lanzada por Santiago Carrillo) en 1972 y en años siguientes, la policía política del franquismo nunca practicó conmigo la tortura física. Mi primer exilio estuvo rodeado de apoyos en Asturias, en toda España, en Francia (llegué a Paris en 1 de abril de 1965 y Le Monde daba la noticia) y en toda Europa. Tanto la UNEF (Unión Nacional de Estudiantes de Francia, que me ofreció un despacho en sus locales de Rue Soufflot, entre los Jardins de Louxembourg y el Pantheon) como el resto de uniones de estudiantes europeas, me apoyaron. Asistí a todos los congresos que las mismas organizaron, así como a varios Seminarios. Hablé en un mitin de solidaridad con el movimiento estudiantil democrático español en la sala Mutualité. Estuve en el Congreso Mundial de la Paz celebrado en Helsinki en mayo de 1965 (allí conocí a Ángel González, a Antonio Ferres, a Lito La Rebollá (Mieres) entre otros. Allí estaba Pablo Neruda, Bertrand Russel, …). Desde el 1 de abril de 1965 hasta septiembre de 1966 fui el representante de l movimiento estudiantil democrático español en el exterior.

Mi segundo exilio fue interior a la provincia de Asturias y fue originado por el ala más psiquiatrizada del PCE y de sus crupiers y cadys. En un mensaje cifrado transmitido de París por un psicópata a su familia, se decía que yo – no sé en que términos – no era persona de fiar. A mi segundo exilio contribuyó mi punto de vista sobre los entonces llamados “países del socialismo real” o “del socialismo realmente existente”. En amplios grupos de asturianos predominaban ideas que, cuando poco, podrían calificarse de esquemáticas, cromáticas, topográficas, duales, binómicas o bipolares. A ello se añadían mis ideas sobre la necesidad de democracia, libertad y transparencia en un posible socialismo. Recuerdo que a mi ingreso a París desde Berlín, Manolo Azcárate, entre otros dirigentes, me inquiría ante el marasmo en que se encontraban esos países del Este: “Qué salida ves? Se observa algún dinamismo?”. Mi respuesta era rotunda: “No, yo no he notado dinamismo alguno”. Hoy diría que se trataba de sistemas cerrados, entrópicos, incapaces de evolucionar: habían cerrado todas las polémicas de manera autoritaria, militar y habían eliminado (incluso físicamente, mediante tiro en la nuca) a todo marxismo crítico o diferente a la losa de plomo oficial. Así, pues, terminaron colapsando.

Mi tercer y último exilio fue interior a España (me acogió la siempre abierta y siempre grande ciudad de Madrid) y fue originada por la supuesta socialdemocracia asturiana, mejor definida como local socialista. Creí que era posible convivir como técnico (mostrando capacidad y honestidad) en el programa de desarrollo rural denominado L.E.A.D.E.R. (Laissons Entre Actions de Développement Economique Rural). Lo ocurrido, difícil de explicar en aquellos momentos (1996), pudo verse mejor más tarde y con plena claridad en el presente. Diseñé e intenté implantar procedimientos que sirvieran de garantía de transparencia en las decisiones, muy especialmente en las relativas a la asignación de subvenciones. No lo soportaron. Los responsables directos son de sobra conocidos. Algunos ocupan cargos públicos; otros están de moda.

“¿Qué fuiste a hacer a Praga, Feito? ¿Con quien te reuniste?” insistía Ramos, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez …  Tenía pasaporte cubano y no me concedían residencia en España más que de tres en tres meses. Hasta bien entrada la mitad de los años setenta, la Brigada Político – Social ha sido una molestia, una perturbación y una presión en la vida de algunas personas, yo entre ellas.

Y la verdad es que aún, a día de hoy, no he estado en Praga. Es una de mis asignaturas pendientes: visitar la hermosa ciudad de Praga. Estuve en Budapest, en Viena y en Bratislava; y también en Roma, Helsinki, Zurich, Ginebra, Basilea, Milán, y Granada. Todas ellas merecen relatos a parte. Pero no estuve en Praga, en la bella ciudad de Praga, donde Kafka veía las manifestaciones obreras y veía ya como aparecían en ellas las cazadoras de cuero negro de los comisarios políticos.

Estando en Berlín oriental (1970?) falleció en Praga el General Modesto y, claro, de todos los afiliados al PCE residentes en Berlín que tenía una relación cordial con Modesto era yo, motivo por el cual corrió el rumor de que yo debería asistir a los funerales que se celebrarían en Praga, representando a la Agrupación berlinesa del PCE. Pero claro, yo era crítico en aquel contexto, es decir, estaba en contra de la intervención de los tanques soviéticos en Praga y de las tesis pro soviéticas del Coronel Líster (Coronel y no General, pues no aprobó el curso del Alto Estado Mayor del Ejército Soviético). Total, que me quedé sin ir a Praga.

Modesto era una persona muy abierta, afable y se llevaba muy bien con la gente joven. Había sido tonelero en el Puerto de Santa María y afiliado a la CNT. Posteriormente ingresó en el PCE. Yo le conocí en alguna reunión de la organización estudiantil del PCE celebrada en Paris. Líster, sin embargo, tenía un perfil completamente diferente. Era autoritario, esquemático y dogmático. En el Congreso Mundial de la Paz en Helsinki avanzó amenazante hacia mí y se interpuso Ángel González y Antonio Ferres. Y ello como consecuencia de que yo había defendido el funcionamiento democrático de la Delegación Española (lo contaré con todo detalle en otro pasaje de mis memorias).

Praga es conocida por los famosos Juicios de Praga, donde dignos luchadores contra las tiranías nazis fueron torturados y ejecutados por la policía política comunista. Praga era considerado por gentes del tipo Ramos como un centro internacional de organización comunista.

En Praga tenía su sede la Unión Internacional de Estudiantes, cuya dirección se suponía infiltrada por la KGB. La otra asociación internacional de estudiantes era la CIE (Conferencia Internacional de Estudiantes), con sede en Leiden (Holanda); ésta tenía fama de estar infiltrada por la CIA. Los estudiantes demócratas españoles, al igual que los franceses, optábamos por mantener relación con las dos y con cierta distancia a las dos. La UNEF estaba afiliada a ambas. Aún recuerdo mi intervención en un Seminario Internacional de Estudiantes celebrado en Helsinki en el invierno de 1965 (¿) a orillas del mar helado, con un traje de verano que me habían prestado. Ante los enfrentamientos que se registraban entre miembros de ambas asociaciones internacionales, en mi intervención les recordé a ambas partes que “nosotros no hemos vencido aún al fascismo”, es decir, les recordé que ellos habían sido aliados contra las potencias del eje hasta 1945. De este modo conseguíamos el apoyo unánime al movimiento estudiantil español democrático de todas las asociaciones de estudiantes. Y esto era lo que más molestaba al régimen de Franco, tal como me ponía de manifiesto el comisario Ramos: “andar por Europa hablando mal de España”, decía.

En Praga se editaba la llamada Revista Internacional, última reminiscencia de la estructura internacional del llamado movimiento comunista internacional. Era un ladrillo editado en papel biblia, difícil de leer y carente de toda inquietud de búsqueda y de análisis. La verdad era que Praga, aparte de su belleza, era una sociedad aburrida y en la que había menos libertad que en la España de Franco, según pude observar a través de amigos. Si, si, no hay que escandalizarse, es la verdad. En los años sesenta, en esos países, llamados de socialismo real no existían siquiera los equivalentes a las revistas Triunfo y Cambio 16, dicho sea con ánimo ilustrativo.

Roque Dalton, militante del Frente Farabundo Martí de Liberación (El Salvador), intelectual valioso y honesto, autor de Historias de Pulgarcito, formaba parte de la redacción de la Revista Internacional. No soportaba ni la revista, ni la vida amordazada de Praga. Y no la soportó. Se marchó a El Salvador. Se encontraba más tranquilo en primera línea. Y allí, los suyos lo fusilaron después de un juicio sumarísimo.

“¿Qué fuiste a hacer a Praga, Feito? ¿Con quien te reuniste?” insistía Ramos, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez … con la seguridad de quien posee la clave de todas las preguntas. (Cuando me interrogó en 1965, su certeza subyacente, era que detrás del movimiento estudiantil democrático se agazapaban viejos comunistas, cosa que también era totalmente falsa).


Nunca fui a Samarcanda, contaba yo en otro pasaje de mis memorias. Tampoco estuve en Praga.

miércoles, 7 de agosto de 2013

EL HAYEDO DE WEIMAR

 
EL HAYEDO DE WEIMAR
[de mis memorias – 6 de agosto de 2013]

1967. Leipzig. Herder Institut. Excursión a Weimar y aledaños. Nos conduce la profesora de Alemán. Mediana edad, bondadosa y judía. No recuerdo su nombre. Ni tampoco recuerdo los nombres de mis compañeros de clase. Sólo la nacionalidad de alguno de ellos. Un irakí, un libanés, un argelino, un boliviano, un palestino, uno de los emiratos árabes unidos, ….

La casa de Goethe. Los jardines bucólicos, románticos, por don éste paseaba con su amigo Schiller. Ya habíamos bebido alguna cerveza en el Auerbachskeller, allí donde Mefistófeles inició negociaciones con el Doctor, bastante antes de haber leído el Faust de Goethe.

 

En nuestro libro de Alemán figuraba un verso de Goethe:

Mein Leipzig
Lobe ich mir.
Es ist ein klein Paris
Und bildet seine leute

La Bauhaus. Die weimarer Republik. Y después, un corto viaje a los aledaños de Weimar, al „Hayedo“, al „Bosque de hayas“. Que dicho en Alemán pierde toda su trivialidad: Buchenwald. Adquiere el significado de Mal radical, Das radikal Böse.

Jedem das Seine, escrito en letras de hierro sobre el arco que cubre el portón de entrada al campo de concentración de Buchenwald. A cada uno lo suyo, podría ser la traducción al Español. Un gigantesco montón de pelo humano, una lámpara de mesa realizada en piel humana, ….

La profesora me dice que haga un discurso a propósito de la visita a Buchenwald. Naturalmente en Alemán, que era el único idioma común al grupo o, más bien, estaba llamado a serlo. Era mi primer curso de Alemán, casi a comienzo de curso. Con gran esfuerzo logré hilvanar algunas frases. En resumen dije que en el futuro nosotros regresaríamos a nuestros respectivos países, donde seríamos técnicos, profesionales. Que dirigiendo y gestionando aquel campo de concentración (Konzentrationslager) había profesionales y técnicos que consideraban que estaban realizando su trabajo. Y eso era inaceptable. No se pueden aceptar funciones técnicas y profesionales contra la libertad, contra el respeto a los seres humanos, contra 
la justicia … Y que en esos casos no cabía la justificación de “obedecer órdenes”. Había defendido la jurisprudencia del tribunal de Nüremberg. Lo comprendieron todos. Desconozco el grado de aceptación de las ideas expuestas, pero la profesora me felicitó.

Nos paramos en los cimientos del Bloque 40. Era el bloque de nuestro compatriota Jorge Semprún, el cual relata sus vivencias en “La escritura o la vida” (Tusquets Editores. Primera edición: abril 1995). Había sido conducido allí en abril de 1943, tenía veinte años. Unos meses más tarde nacía yo en una clínica situada en un país de retaguardia de la Segunda Guerra Mundial.

Releo los relatos de Semprún. En su conversación con el teniente norteamericano que formaba parte de las tropas que los liberaron, dice: Lo esencial – digo al teniente Rosenfeld – es la experiencia del Mal. Ciertamente, esa experiencia puede tenerse en todas partes ….No hacen ninguna falta los campos de concentración para conocer el Mal. Pongo en negrita y subrayo lo que precede porque he tenido la oportunidad de constatarlo empíricamente en Asturias y en estos concejos cercanos. Y prosigue Semprún: “Pero aquí, esta experiencia habrá sido crucial, y masiva, lo habrá invadido todo, lo habrá devorado todo … Es la experiencia del Mal radical …”

Resulta evidente el enlace con Kant y con Hanna Arendt cuando nos habla de “la banalidad del mal” y cuando nos dice que Eichmann dejó de ser kantiano desde el momento que le asignaron la responsabilidad de organizar la logística de la “solución final”, contra lo cual, según él, sus convicciones y acciones individuales perdían todo sentido.

Y quiero terminar este pasaje autobiográfico volviendo a citar a Semprún en “La escritura o la vida”:

“La singularidad de Alemania en la historia de este siglo es manifiesta: es el único país europeo que le ha tocado vivir, padecer, y asumir críticamente también, los efectos devastadores de las dos iniciativas totalitarias del s. XX: el nazismo y el bolchevismo” (…)”… las mismas experiencias políticas que hacen que la historia de Alemania sea una historia trágica, también pueden permitirle situarse en la vanguardia de una expansión democrática y universalista de la idea de Europa”(…)”Y el emplazamiento de Weimar – Buchenwald podría convertirse en el lugar simbólico de memoria y de futuro.”

lunes, 29 de julio de 2013

EL NECESARIO REENGINEERING DE ESPAÑA


EL NECESARIO REENGINEERING DE ESPAÑA

En el Foro de la web de Amigos del Paisaje de Salas ( www.amisalas.org ), así como en mi propio blog ( www.google.com EL BLOG DE JOSÉ FEITO FERNÁNDEZ), decía hace más de un año (11 y 12 de abril de 2012, respectivamente) que el sistema económico español necesitaba un reengineering. Decía:

“1. La realidad económica española es preocupante, pues a pesar del cambio de gobierno (con mayoría reforzada), a pesar de las reformas abordadas y de las anunciadas, la prima de riesgo vuelve a situarse en los 4,3 puntos porcentuales.

2, Y tiene razón el ministro De Guindos en dos cosas: a) Debe de proseguirse con las medidas de ajuste y b) Hay una caída del crecimiento en la Unión Europea (Alemania creció un 3% en 2011 y prevé un crecimiento de solo el 0,4 % en 2012).

3. Pero España y también la UE, añadía yo mismo, deben ser selectivas en los ajustes, al tiempo que deben diseñar y aplicar políticas selectivas de apoyo a la actividad económica (para que el enfermo no se nos muera en la mesa de operaciones, añado ahora).”

Y añadía más adelante:

“Las políticas selectivas son políticas desagregadas y que exigen, por tanto, proceder a la desagregación de los gastos y de los ingresos. Las relaciones existentes entre los grandes agregados no tienen carácter funcional (no son ajustables a funciones matemáticas). Solo si se desagregan se puede empezar a percibir ciertas regularidades en su comportamiento.

La desagregación de las magnitudes económicas agregadas es un proceso laborioso, que entraña otros proceso, tales como: verificar los datos, verificar los procedimientos de su obtención y agregación, verificar el diseño y funcionamiento de los mecanismos de control (fase inicial de auditoría), etc., etc. Supone un trabajo de auditoría y de auténtico reengineering. No perdamos de vista que el mayor problema con que se topa España (y Asturias) es la enorme dificultad que existe para adquirir certeza sobre volumen de la deuda agregada. No tenemos lejos el ejemplo del Ayuntamiento de Salas.”

Hoy, ante el volumen abrumador de datos sobre casos de corrupción en ausencia de mecanismos de control idóneos, idóneamente instalados y mantenidos, mis reflexiones me obligan a afirmar que España necesita un reengineering, tanto de su sistema económico como de su sistema institucional. Más allá aún, me atrevo a decir que se hace necesario la apertura de un proceso de revisión pieza a pieza, desmontando y montando, o reengineering de nuestro sistema cultural, el cual incluye, como es sabido y a eso me refiero especialmente, los valores y las reglas de juego que subyacen a las/os formuladas/os explícitamente en términos jurídicos y que actúan como guía de las conductas individuales.

El trágico accidente de tren ocurrido recientemente, seguro que entraña responsabilidades personales, pero no menos cierto parece resultar que han existido fallos en los mecanismos de control.

Me atrevo a considerar necesario reiterar brevemente en qué consisten los mecanismos de control. Se trata de procedimientos que resulta imposible eludir. En caso de que se eludan, salta algún tipo de alarma. La cuestión entraña alguna complejidad, pues deben estar idóneamente diseñados, idóneamente instalados, idóneamente mantenidos y con “alarma” en caso de “desconexión”. Todo ello combinado con los castigos pertinentes. De tal forma que resulte disuasorio violarlos o “desconectarlos”.

Todo lo referido más arriba no se hace en 15 dias. Pero mantengamos la esperanza en que el dia 1 de agosto, con la intervención de Mariano Rajoy en el Congreso de Diputados, se den suficientes elementos de confianza en que se va a iniciar (“inicializar” dice un amigo informático; un compañero de suyo añade a hacer un “back – up”; y, otro, más allá habla de “reformatear” el sistema) un proceso como los descritos más arriba.

miércoles, 22 de mayo de 2013

LEGAZPI EXPONE EN LA GALERÍA CORNIÓN (GIJÓN /ASTURIAS / ESPAÑA


LEGAZPI EXPONE EN LA GALERÍA CORNIÓN

Gijón (Asturias / España)


Testigo de las persistentes apariciones y tránsitos a orillas del Narcea, me llega la noticia de que Legazpi costeaba ahora por Gijón. No me quedó más remedio. Preparé avío de viaje.

Lo último que había visto de Legazpi era un caminante, un nauta, un peregrino, un migrante, paradójicamente sobre una tabla de surf y apoyado en una lanza Masai; mochila al hombro, que bien pudiera ser una gaita. Gama de azules, desde el desteñido, pasando por el cobalto hasta el marengo ennegrecido y el morado oscuro. Toques de rojo luminoso (rojo muy discreto, lejano del explosivo de Luis Feito). Asoma un amarillo verdeante.

La tabla de surf podría ser simultáneamente un cocodrilo, con lo cual estaríamos, una vez más, en el Narcea, allí donde se produce el nudo más gordiano, el asterisco corrido en el mapa (caseta pinturera – escombrera – carreteras concurrentes y recurrentes: La Cabruñana, Pravia, Oviedo y Cangas del Narcea, Cornellana y Salas).

Mis últimas largas conversaciones con Legazpi fueran en el año 1997, año en que dieron el golpe de gracia al Seminario Valle del Ese (llevaban más de 10 años intentándolo - pero este es otro tema que requiere tratamiento monográfico - sonaba música de bolero y caía una noche densa, donde cualquier transparencia comenzaba a ser considerada pecado) (1).

Pero estábamos camino de Gijón (esa ciudad importante, donde todo es grande – últimamente apareció una serpiente gigante, mayor aún que la de Pola de Laviana). Sala Cornión. Hermosa librería y hermosa sala de exposiciones. Situada a espaldas del Paseo de Begoña. En la sala Cornión expone Legazpi esculturas (principalmente) y relieves desde el 10 de mayo al 8 de junio de 2013.

Las esculturas de Legazpi: impresionantes, inquietantes. El tratamiento de los materiales: primoroso. El manejo de la herramienta: magistral. Una muestra sobresaliente de oficio, de maestría. Y con una carga muy densa se símbolos y conceptos. Angustia, trascendencia, contingencia, ... Y causalidad y no-causalidad: causalidad lineal, causalidad estadística (ante la incertidumbre), causalidad de complejidad arborescente, causalidad sistémica (allí donde el efecto se convierte en causa de sí mismo) e indeterminación (del tipo cero/cero, infinito/infinito).

Las esculturas que expone Legazpi son agrupables en cuatro bloques (en mi lega percepción):

1. La madre. 2. El encierro. 3. Los traficantes. 4. Las huidas.

1. La madre.
Tema central: la madre. No se percibe traza alguna de  psicologismos (tan provincianos).
“El sueño de la matriarca” (Madera y pigmentos acrílicos). La madre que protege y limita. Va unida al patrimonio, una vaca, a lomos de la cual va el hijo.
“Parcela matriarcal I” (Madera y pigmentos acrílicos). La madre y su vientre son la casa. Madre y vientre están juntos, pero separados.
“Parcela matriarcal II” (Madera y pigmentos acrílicos). La madre protege la navegación del hijo, pero no la coarta.

2. El encierro.
Percibo como tema central el encierro, el bloqueo. Se trata de personajes circunscritos por constructos o habitáculos.
“La topera” (Madera y pigmentos acrílicos). Aquí el constructo es sotánico o subterráneo.
“El celador” (Madera y pigmentos acrílicos). Dos personajes contiguos pero aislados entre sí y con el exterior por los constructos que los delimitan. Uno parece trabajar en un taller. Otro, encapsulado con un árbol pelado y con los pies en hormigón. Una ventana abierta que, precisamente, está vacía, no hay personaje asomándose.
“El vigilante del rebaño” (Madera y hierro). Un poblamiento carente de personas visibles. Entre las casas sobresale una con aspecto de campanario o torre – vigía. Por encima de todo ello una superestructura consistente en las aristas de una pirámide rectangular que porta una cabra, portadora, a su vez, de un hombre en cuclillas y con una guiada en la mano. Da la impresión de que el que yo supongo vigilante se encuentra inmovilizado en una posición incómoda que le resta toda libertad. Observada esta pieza con mayor detenimiento constatamos que la cabra es solípeda o cabra – caballo. Es decir, carece de la pezuña hendida típica del íncubo y también del cabrón común del área. Área, por cierto, que registra gran riqueza de relictus y endemismos, así como mutaciones, de cuyos avistamientos en campo ha quedado cumplida constancia en la literatura al uso. Por otro lado, cabe señalar, la hipertrofia de la ubre, lo que indica que se trata de una cabra lechera, propia de tierra de quesos, a contracorriente de la monoproducción masiva de leche de vaca frisona (tan delicadamente retratada por Úrculo).

3. Los traficantes.
Agrupo bajo este epígrafe dos piezas. Ambas representan personajes, parece ser, más cercanos al estraperlo que al comercio justo (dicho sea para por horquillar un intervalo).
“El mercader de símbolos” (Madera, hierro y pigmentos). Con carcaj al hombro, camina encorvado por el peso que transporta. En el carcaj, cuatro banderas de cromatismo suave, difuminado, diluido, sfumato … lejos, nuevamente, de las rotundas rojas pinceladas de Luis Feito (que, por cierto, también es de este área geográfica).
“El traficante de contingencias” (Hierro, resina y pigmentos). Campana en mano, la tañe para atraer la atención sobre su mercancía, que transporta en una jaula alta, provista de ruedas. Dentro, varias calaveras … Puede resultar ambivalente. En una interpretación plausible, este personaje mete miedo, nos recuerda que somos contingentes, que no tenemos nada seguro, que vivimos en riesgo permanente. En este caso, el traficante no vendería las calaveras (estas formarían parte de la publicidad), sino el remedio contra la contingencia, contra el riesgo. Vendería seguros, vendería la constitución de fondos para cubrir el riesgo, para cubrir la contingencia. Vendería aprovisionamientos. Contribuiría a evitar una prima de riesgo excesivamente elevada. En la jerga de la auditoría de cuentas las contingencias deben estar adecuadamente cubiertas con aprovisionamientos.
En esta línea, faltarían dos personajes: el agrimensor y el pesador.

4. Las huidas.
“Huida (Ícaro)” (Resina, fibra de vidrio, hierro y cuero). Las alas pertenecen al cuerpo del personaje. ¿Qué mata a Ícaro? ¿El calor que derrite sus alas? ¿O la luz que acaba con las falsas representaciones?
“La huida” (Hierro, resina y pigmentos). Un hombre sobre un aeroplano del que penden casas de ambas alas. Huye sobrecargado de peso. ¿Llegará lejos?
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Larga conversación con Legazpi y un grupo de amigos inteligentes y cultos. Continuada, como no podía ser de otro modo, en el vecino café Dindurra
El Comercio celebra el 20 Aniversario del último desembarco de un carguero cargado en Asturias. La lluvia nos impidió visitar a Evaristo Valle. Gijón (esa ciudad importante, donde todo es grande – últimamente apareció una serpiente gigante, mayor aún que la de Pola de Laviana). Y por más que digan, la Mina de la Camocha no va bajo el mar, va por carretera y en camión al Muselón.
Es imprescindible ir a Gijón, esa ciudad grande (la más grande de Asturias) para ver en la recoleta Galería Cornión la exposición de este artista que vive a orillas del Narcea.

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(1) Se trataba del XI Seminario Valle del Ese, cuya línea central era: “Cultura, organización, desarrollo”. Entre los comunicantes estaban: Fernando Alba, Manuel Linares, Emilio Marcos Vallaure, Xuan Bello, Rafa Lorenzo, Alvaro Ruiz de la Peña, Vicente Riesgo, Macrino Suárez, Roberto González Quevedo, Guillermo García-Alcalde, Teresa Lorences Manolo Quirós, José María Rodríguez, José Avello, Ramón García Avello, Joaco López, Jesús Suárez … El Seminario Valle del Ese se definía como espacio de reflexión, debate, capacitación y consenso sobre estrategias y políticas de desarrollo económico vinculado a territorio-cultura. Plural, interdisciplinar y plurimetodológico; sus convocatorias públicas tenían carácter abierto y publicitado, se celebraban anualmente desde 1987.