martes, 10 de enero de 2017

AL COMENZAR EL AÑO 2017 [1/3]

Hay asuntos que inevitablemente deben estar presentes en una reflexión comprensiva de la situación y los factores intervinientes en las tendencias que marcan el siglo XXI.

¿Hemos comprendido el siglo XX?

Ante las complejidades que presenta la economía, la sociedad y la política a comienzos del s.  XXI, algunos aducen (citando a Zygmut Bauman, fallecido cuando escribía este texto) que estamos ante una «sociedad líquida» y ante una «cultura líquida», trasladando, mediante este aserto, a los objetos de conocimiento la causa de su  no inteligibilidad o las dificultades surgidas para acceder a esa inteligibilidad. Tal parece que con ello se quiere
 indicar que la realidad se ha hecho inaprehensible. Surge de manera fulminante la cuestión: ¿Y hemos comprendido el s. XX, en su presente, dado que no era «liquido»?

El s. XX transcurre realmente entre 1914 (Primera Guerra Mundial - Revolución Soviética) y 1989 (caída del Muro de Berlin). Su ininicio, a la par que marcado por la Revolución Soviética, lo fue también por la extendida convicción de que el comportamiento de sistema económico obedecía a leyes similares a las que rigen en la Física de Newton. En este contexto, la gestión de la economía mediante un plan central e imperativo, adquirió plena carta de naturaleza.

Tras la crisis de 1929, extendida por todo el mundo, parecen confirmados los ciclos traumáticos en las economías de mercado.   Bertold Brecht lo explica en «Die heilige Johanna der Schlachthöfe » («La santa Juana de los mataderos»).

Llega el hundimiento de la República de Weimer, el desempleo masivo y la subida de Hitler al poder en Alemania. Y la Segunda Guerra Mundial. El triunfo de los aliados. El Ejército Rojo llega hasta  Berlin.

El nuevo sistema de economía planificada centralmente colapsa definitivamente con la caída del muro de Berlin en 1989 y la disolución de la URSS. Es el colapso del «socialismo real». O manifestación en superficie de ese colapso, registrado hacía ya bastantes años.

  ¿Y porqué no se adoptaron en estos países medidas correctoras de política económica? La falta de libertad lo impidió. Entre otros datos, las intervenciones militares en Hungría, Polonia y Checoslovaquia permiten constatarlo.

 Que el "comunismo" soviético no era ni viable ni deseable ya lo sabíamos algunos en la etapa 1966-1968. Permaneció la esperanza de un socialismo democrático hasta 1981, cuando culmina un periodo de tensiones internas en dos de los partidos abanderados del socialismo en libertad (PCE y PCI).

Algunas referencias necesarias.

 En 1936, Keynes publica «Teoria general de la  ocupación, el interés y el dinero». Y defiende la intervención en las economías de mercado.

Hayek, que publica en 1944 «Camino de servidumbre» defiende que la economía ia planificada centralmente conduce a la tirania, tanto fascista / nacional socialista como el socialismo comunista.

Keynes contraargumenta diciendo que el nacionalsocialismo llega a Alemania por el fracaso del capitalismo originando un volumen de desempleo no soportable.

Finaliza el s. XX  con el fracaso del mercado, del plan central y de la economía de mercado intervenida. Es decir sin comprender el funcionamiento del sistema económico(y mucho menos superar las crisis, los ciclos económicos).

Joseph Alois Schumpeter defiende la  naturaleza tecnológica de los ciclos largos (ciclos de Kondratiev). Pero Shumpeter parece quedarse en el análisis, sin conclusiones propositivas, de política económica.

Además de en su vertiente de comprensión y gestión de la economía, finaliza el s. XX sin mostrar capacidad para comprender y predecir importantes fenómenos sociales,  culturales y políticos.  Asi la importante interceptación de las áreas más desarrolladas por parte otras mucho más atrasadas. Asi lo muestra las corrientes migratorias y su culminación en un éxodo masivo 
hacia Europa.

Concluimos pues el s. XX sin haberlo  comprendido, a pesar de no tratarse de un siglo «líquido».

miércoles, 4 de enero de 2017

GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS

GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS

Al dar a la tierra sus cenizas en el cementerio de Luarca,  nos cupo el placer de contemplar, otra vez, las maravillas de ese «cimetière marin», el escenario final elegido por Gil Parrondo.

El cementerio de Luarca (donde tambien está  Severo Ochoa) compite en belleza con el de Sète, en el que se inspira y donde reposa Paul Valéry, el autor del famoso libro de poemas «Le cimètiere marin» [«El cementerio marino»], que empieza así:

« Ce toit tranquille, oú marchent des colombes,
Entre les pins palpite, entre les tombes;
Midi le juste y compose des feux
La mer, la mer, toujour recommancée
O récompense après une pensée
Qu'un long regard sur le calme des dieux!»

[Calmo techo surcado de palomas,
Palpita entre los pinos y las tumbas;
Mediodia puntual arma sus fuegos
¡ El mar, el mar siempre recomenzado!
¡ Qué regalo después de un pensamiento
Ver moroso la calma de los dioses!»]

Cuenta el mismo Gil Parrondo, según resulta  conocimiento común, que cuando un taxista asturiano le preguntaba en Madrid, «de qué parte de Asturias es usted», él respondía «vengo a ser de la parte de Luarca». Y no mentía; si, efectivamente, era de Luarca. Pero era mucho más de Trevias. Más aún de Cortina. Y más y más de L.lendelabarca. Pero, muchísimo más, era Gil Parrondo de la braña de Argumoso (Valdés), de donde procedía su primer apellido.
Y es que para Gil Parrondo, tal parece dicho por él de algún modo, Asturias era un escenario verde, lleno de montañas, con villas y ciudades en los escasos espacios precariamente llanos, pero donde la mayoría de la gente vivía en casitas esparcidas por las montañas en aldeas y brañas.

martes, 3 de enero de 2017

JOHN BERGER: El final de campesinado

Acaba de fallecer John BERGER. Merece variados homenajes, pero sin duda, tiene merecido el homenaje del mundo rural. De manera muy especial del mundo rural que ha perdido el ultimo vagón del tren que conduce al s. XXI. Desde las montañas asturianas, este breve texto pretende aportar un grano de arena a su homenaje.

Faltan crónicas sobre los últimos días del campesino, de la sociedad campesina, de ese mundo que ha perdido el tren o se debate en el estribo del último vagón. ... Otros, en el mundo rural lo han conseguido y ya viajan en los vagones centrales que ya pronto atravesarán el primer tercio del siglo XXI. En Francia, en Alemania, ... incluso en cierta microáreas de España, con todas las dificultades y todos los problemas (¿quién no los tiene?), no han quedado descolgados del problemático s. XXI. 

La trilogía de John Berger titulada «De sus fatigas», se compone de «Puerca tierra», «Una vez en Europa y «Lila y Flag».

Y aun faltando crónicas que nos relaten el descuelgue de grandes fragmentos del mundo rural, disponemos de alguna muy valiosa.  Tenemos «La lluvia amarilla» de Julio Llamazares. Y aqui, más cerca aún, «Tomasín -  en lugares salvajes» de Eduardo Lagar. A ello debemos añadir las meritorias crónicas de  reporteros locales en la prensa diaria. Crónicas como las titulada «El mal de las vacas solas» (Alejandro Álvarez, LNE - 9/03/2006),  menudean en la prensa asturiana, levantando 
 acta del final abrupto del mundo rural asturiano.



miércoles, 14 de diciembre de 2016

ASTURIAS Y SU AREA TERRITORIAL

Soportamos en los medios de comunicación asturianos, durante un ya largo periodo de tiempo, peroratas continuas sobre a creación de un área metropolitana a la que también llaman «ciudad astur».

Tradicionalmente, en Asturias no se prestaba atención a los enfoques territoriales, entendiendo por tales aquellos que persiguen detectar las interacciones entre sistema economico, sistema natural, sistema cultural, soporte fisico (y su situación y posición).

Asturias, área territorial pequeña, aislada por la orografia y fracturada internamente por esa orografia, requiere metodologias que tengan en cuenta estas realidades. Queremos decir, su tamaño pequeño permite abordar a totalidad del área territorial en su conjunto. 

Su carácter montañoso no es « alisable», es decir, debemos abandonar el manual aplicable a Holanda (y recurro a esta ilustración porque ha sido el destino más frecuentes de las excursiones pedagógicas del Principado de Asturias) y esforzarnos en desarrollar analisis propios ; y orientar las excursiones inspiradoras o ilustradoras hacia Suiza yBaden-Würtenberg, por ejemplo.

Parece lógico que Asturias tenga dos vias rapidas E - O. En la parte oriental debido a la presencia del «espinazo» de la Sierra de El Cuera; y en la parte occidental, por tratarse de la parte más continental (por su «anchura» o distancia física y distancia en isocronas). Pero debe de huirse de la idea de alisamiento del territorio  mediante la proliferación de vias terrestres de alta velocida -tan presente en el imaginario colectivo-. No debe alimentarse la tendencia hacia la indigencia intelectual que supone el adaptar la imagen de la realidad para hacerla más fácilmente analizable y conceptualuzable; para adaptarla a manuales «vulgata» .

En mi modesta opinión, el esfuerzo debería orientarse hacia comunicaciones (además de Internet y cable de vidrio) hacia comunicaciones capilares por carretera. Y en buscar las ventajas especificas de un área territorial montañosa y con abundancia de agua. Y, aquí, resulta muy pertinente citar las extensas laderas húmedas gestionadas por los Ayuntamientos y susceptibles de convertirse en pastizales (con  una lógica regional de viabilidad económica de las explotaciones ganaderas resultantes). La diversidad interna del área territorial asturiana ofrece posibilidades para el desarrollo de productos diferenciados por vinculación territorial doble (a Asturias y a la retículas «ameboides» interna a Asturias).


miércoles, 22 de junio de 2016

CUMBRE ECONÓMICA DE LOS CRISTIANO DEMÓCRATAS (CDU) (Bonn a 21/junio/2016)




Leyendo el Süddeutsche Zeitung del 22 de junio, veo la noticia referida en el títular de esta nota. Siendo relevante el evento por sí mismo (dado el momento complejo que se vive y dado que la CDU es de uno de los dos grandes partidos que gobiernan el estado más poblado de la Unión Europea), llaman la atención especialmente las palabras pronunciadas por el Ministro de Finanzas Alemán, Wolfgang Schäuble.
Participaban como invitados en la reunion el Ministro de Finanzas holandés (Presidente del Grupo de Ministros de Finanzas de la UE y promovido por Schäuble), Jeroen Dijsselbloem y el ex Presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Ni Schäuble, ni Dijsselbloem dejaron asunto alguno sin tocar, según refiere el citado diario. Y, así se refirieron a:
- Cambio demográfico
- amenaza de “Brexit”
- Crisis de refugiados, aun no resuelta
- Endeudamiento estatal
El Ministro alemán, se mostró convencido, por su experiencia a lo largo de anos, de que Europa solo se desarrolla en las crisis. “Y por eso Europa no me inquieta. La crisis es tan grande. La oportunidad está cercana.”
Por su parte el Ministro holandés se dirigió a los ingleses para decirles que no estaban solos “en su escepticismo y en sus reparos hacia la Union Europea”. Pero que ello no constituía suficiente argumento para apartarse de la UE, sino para unirse a ella y mejorarla. También dijo que era el momento “para fortalecer los fundamentos de la UE”.
A través de sus aplausos, los empresarios presentes se mostraron favorable a los bajos intereses del Banco Central Europeo (BCE). Pero cuando Dijsselbloem, en vez de apoyar la política del BCE, llamó a los gobiernos „también al alemán” a no desplazar o secuestrar la implantación de reformas en la politica económica, se hizo silencio en la sala. Entonces Schäuble recuperó al auditorio refiriéndose a una particularidad alemana, para la cual no habría traducción al inglés “ordnungspolitik” (“política de orden”)(*).



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(*) El término alemán "ordnungspolitik" posee componentes semánticos que conducen a las teorías del Ordoliberalismo, escuela económica tipicamente alemana.
Copiado de Wikipedia:

<< El ordoliberalismo (Ordoliberalismus) nació en la década de 1930 dentro de la Universidad de Friburgo. Esta vertiente del liberalismo tiene como "padre intelectual" a Walter Eucken, además de ser enriquecida directamente por autores como Franz Böhm, Hans Großmann-Doerth y Leonhard Miksch. A este grupo, estrictamente de ordoliberales, se sumó otro grupo de economistas como Wilhelm Röpke, Alexander Rüstow, Alfred Müller-Armack y Ludwig Erhard para conformar la economía social de mercado (soziale Marktwirtschaft).
El ordoliberalismo toma su nombre del anuario, editado por este grupo de autores, llamado Ordo: Jahrbuch für die Ordnung von Wirtschaft und Gesellschaft al cual contribuyen, además, autores como Friedrich von Hayek y Karl Popper.
El ordoliberalismo se puede ver como una respuesta de la derecha política a dos grandes crisis: primero los grandes problemas de entreguerras1 y, segundo, a la crisis institucional que afectó a Alemania como consecuencia del nazismo. Respuesta que intenta rescatar los valores sociales tradicionales (ver Concepciones de la vida moral (ética)) de las profundas transformaciones producto de la incapacidad para resolver esas crisis de las teorías e instituciones legales y económicas existentes. (ver: "Reflexión sobre el papel del Estado en este periodo" en Estado del Bienestar)
En consecuencia, Wilhelm Röpke consideró al Ordoliberalismo como una propuesta del "Liberalismo conservador" y cristiano2 contra el capitalismo en su obra Civitas Humana.3 Alexander Rüstow también criticó al laissez-faire capitalista en su trabajo Das Versagen des Wirtschaftsliberalismus (1950). Los ordoliberales se diferenciaban a si mismos tanto de los liberales tradicionales del siglo XIX, los "paleoliberales" así como de los liberales clásicos austriacos: Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek.
En su filosofía política, los ordoliberales fueron influenciados por Aristóteles, De Tocqueville, Hegel, Lorenz von Stein, Spengler, Karl Mannheim y Max Weber.
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, un grupo de políticos, economistas y juristas (incluyendo los ya nombrados) que habían constituido una oposición de derecha a Hitler, bajo el liderazgo de Konrad Adenauer retoman por un lado las visiones de la escuela de Friburgo (modificándolas con las sugerencias de Muller Armack), y por otro reinterpretan el contenido moral del concepto unificador del Estado Social, buscando reemplazar tanto el nacionalismo como el centralismo a fin de evitar que el Estado caiga en las manos de déspotas. Ese nuevo contenido, de carácter cristiano, reafirma no solo el bien común sino el valor irreemplazable de la libertad de los individuos y el valor de las diversas comunidades que se integran en una nación y finalmente se concretan en el proyecto de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania que llega a ser llamado Economía Social de Mercado. (ver también "Orígenes y Evolución del término" en Estado Social)<<