AL COMIENZO DEL AÑO 2017 (2/3)
SENDAS DE BÚSQUEDA
La crisis económica (con diferencias entre países y regiones) parece haber superado su fase aguda, si nos atenemos a los indicadores usuales, tales como el crecimiento del PIB. No obstante, las políticas económicas continúan siendo de carácter iterativo, en ausencia de conceptos que permitan acceder a los análisis y diagnósticos adecuados para su elaboración.
En este sentido, eminentemente pragmático, todo parece indicar que el mantenimiento de las políticas de bienestar social, generalizadas en la Europa democrática, con independencia del signo político de sus gobiernos, exige tomar en cuenta la financiación de las mismas (exacciones fiscales) y los efectos de esta financiación sobre la aceleración / desaceleración de la actividad económica, lo que, a su vez, realimenta la facilidad / dificultad para la financiación de los servicios públicos.
Decir lo que precede, equivale a haber detectado, el carácter sistémico de la economía, no resultando redundante decir, el carácter sistémico del sistema económico. Y ésto es así, porque el término sistema resulta polisémico. Y a pesar de su vecindad, los términos sistémico y sistemático tienen contenido semántico alejado. Para acercarnos un poco mas a realidad, deberíamos precisar que el sistema económico es intrasistémico e íntersistémico, es decir, es sistémico internamente y sistémico externamente (con referencia a los sistemas natural, cultural y jurídicopolítico).
En fin, intentando encontrar, no el final, sino el inicio de sendas de búsqueda, lo que antaño llamaban algunos formación económico/social, seria un sistema de sistemas >sistema natural, sistema cultural, sistema económico, sistema jurídico político.
Surge de esta guisa una causalidad sistémica, que se añade a la causalidad lineal (típica de la Física de Newton), a la causalidad estadística (que vence a la incertidumbre). La constatación de efectos no deseados y de efectos perversos en diferentes campos (pensamos en Hirschman, pero también en el llamado fuego amigo). Más allá , nos topamos con la experiencia de la no detección de causa ex ante, es decir, nos topamos con la indeterminación.
lunes, 23 de enero de 2017
martes, 10 de enero de 2017
AL COMENZAR EL AÑO 2017 [1/3]
Hay asuntos que inevitablemente deben estar presentes en una reflexión comprensiva de la situación y los factores intervinientes en las tendencias que marcan el siglo XXI.
¿Hemos comprendido el siglo XX?
Ante las complejidades que presenta la economía, la sociedad y la política a comienzos del s. XXI, algunos aducen (citando a Zygmut Bauman, fallecido cuando escribía este texto) que estamos ante una «sociedad líquida» y ante una «cultura líquida», trasladando, mediante este aserto, a los objetos de conocimiento la causa de su no inteligibilidad o las dificultades surgidas para acceder a esa inteligibilidad. Tal parece que con ello se quiere
indicar que la realidad se ha hecho inaprehensible. Surge de manera fulminante la cuestión: ¿Y hemos comprendido el s. XX, en su presente, dado que no era «liquido»?
El s. XX transcurre realmente entre 1914 (Primera Guerra Mundial - Revolución Soviética) y 1989 (caída del Muro de Berlin). Su ininicio, a la par que marcado por la Revolución Soviética, lo fue también por la extendida convicción de que el comportamiento de sistema económico obedecía a leyes similares a las que rigen en la Física de Newton. En este contexto, la gestión de la economía mediante un plan central e imperativo, adquirió plena carta de naturaleza.
Hay asuntos que inevitablemente deben estar presentes en una reflexión comprensiva de la situación y los factores intervinientes en las tendencias que marcan el siglo XXI.
¿Hemos comprendido el siglo XX?
Ante las complejidades que presenta la economía, la sociedad y la política a comienzos del s. XXI, algunos aducen (citando a Zygmut Bauman, fallecido cuando escribía este texto) que estamos ante una «sociedad líquida» y ante una «cultura líquida», trasladando, mediante este aserto, a los objetos de conocimiento la causa de su no inteligibilidad o las dificultades surgidas para acceder a esa inteligibilidad. Tal parece que con ello se quiere
indicar que la realidad se ha hecho inaprehensible. Surge de manera fulminante la cuestión: ¿Y hemos comprendido el s. XX, en su presente, dado que no era «liquido»?
El s. XX transcurre realmente entre 1914 (Primera Guerra Mundial - Revolución Soviética) y 1989 (caída del Muro de Berlin). Su ininicio, a la par que marcado por la Revolución Soviética, lo fue también por la extendida convicción de que el comportamiento de sistema económico obedecía a leyes similares a las que rigen en la Física de Newton. En este contexto, la gestión de la economía mediante un plan central e imperativo, adquirió plena carta de naturaleza.
Tras la crisis de 1929, extendida por todo el mundo, parecen confirmados los ciclos traumáticos en las economías de mercado. Bertold Brecht lo explica en «Die heilige Johanna der Schlachthöfe » («La santa Juana de los mataderos»).
Llega el hundimiento de la República de Weimer, el desempleo masivo y la subida de Hitler al poder en Alemania. Y la Segunda Guerra Mundial. El triunfo de los aliados. El Ejército Rojo llega hasta Berlin.
El nuevo sistema de economía planificada centralmente colapsa definitivamente con la caída del muro de Berlin en 1989 y la disolución de la URSS. Es el colapso del «socialismo real». O manifestación en superficie de ese colapso, registrado hacía ya bastantes años.
¿Y porqué no se adoptaron en estos países medidas correctoras de política económica? La falta de libertad lo impidió. Entre otros datos, las intervenciones militares en Hungría, Polonia y Checoslovaquia permiten constatarlo.
Que el "comunismo" soviético no era ni viable ni deseable ya lo sabíamos algunos en la etapa 1966-1968. Permaneció la esperanza de un socialismo democrático hasta 1981, cuando culmina un periodo de tensiones internas en dos de los partidos abanderados del socialismo en libertad (PCE y PCI).
Algunas referencias necesarias.
En 1936, Keynes publica «Teoria general de la ocupación, el interés y el dinero». Y defiende la intervención en las economías de mercado.
Hayek, que publica en 1944 «Camino de servidumbre» defiende que la economía ia planificada centralmente conduce a la tirania, tanto fascista / nacional socialista como el socialismo comunista.
Keynes contraargumenta diciendo que el nacionalsocialismo llega a Alemania por el fracaso del capitalismo originando un volumen de desempleo no soportable.
Finaliza el s. XX con el fracaso del mercado, del plan central y de la economía de mercado intervenida. Es decir sin comprender el funcionamiento del sistema económico(y mucho menos superar las crisis, los ciclos económicos).
Joseph Alois Schumpeter defiende la naturaleza tecnológica de los ciclos largos (ciclos de Kondratiev). Pero Shumpeter parece quedarse en el análisis, sin conclusiones propositivas, de política económica.
Además de en su vertiente de comprensión y gestión de la economía, finaliza el s. XX sin mostrar capacidad para comprender y predecir importantes fenómenos sociales, culturales y políticos. Asi la importante interceptación de las áreas más desarrolladas por parte otras mucho más atrasadas. Asi lo muestra las corrientes migratorias y su culminación en un éxodo masivo
hacia Europa.
Concluimos pues el s. XX sin haberlo comprendido, a pesar de no tratarse de un siglo «líquido».
miércoles, 4 de enero de 2017
GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS
GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS
Al dar a la tierra sus cenizas en el cementerio de Luarca, nos cupo el placer de contemplar, otra vez, las maravillas de ese «cimetière marin», el escenario final elegido por Gil Parrondo.
El cementerio de Luarca (donde tambien está Severo Ochoa) compite en belleza con el de Sète, en el que se inspira y donde reposa Paul Valéry, el autor del famoso libro de poemas «Le cimètiere marin» [«El cementerio marino»], que empieza así:
« Ce toit tranquille, oú marchent des colombes,
Entre les pins palpite, entre les tombes;
Midi le juste y compose des feux
La mer, la mer, toujour recommancée
O récompense après une pensée
Qu'un long regard sur le calme des dieux!»
[Calmo techo surcado de palomas,
Palpita entre los pinos y las tumbas;
Mediodia puntual arma sus fuegos
¡ El mar, el mar siempre recomenzado!
¡ Qué regalo después de un pensamiento
Ver moroso la calma de los dioses!»]
Cuenta el mismo Gil Parrondo, según resulta conocimiento común, que cuando un taxista asturiano le preguntaba en Madrid, «de qué parte de Asturias es usted», él respondía «vengo a ser de la parte de Luarca». Y no mentía; si, efectivamente, era de Luarca. Pero era mucho más de Trevias. Más aún de Cortina. Y más y más de L.lendelabarca. Pero, muchísimo más, era Gil Parrondo de la braña de Argumoso (Valdés), de donde procedía su primer apellido.
Y es que para Gil Parrondo, tal parece dicho por él de algún modo, Asturias era un escenario verde, lleno de montañas, con villas y ciudades en los escasos espacios precariamente llanos, pero donde la mayoría de la gente vivía en casitas esparcidas por las montañas en aldeas y brañas.
Al dar a la tierra sus cenizas en el cementerio de Luarca, nos cupo el placer de contemplar, otra vez, las maravillas de ese «cimetière marin», el escenario final elegido por Gil Parrondo.
El cementerio de Luarca (donde tambien está Severo Ochoa) compite en belleza con el de Sète, en el que se inspira y donde reposa Paul Valéry, el autor del famoso libro de poemas «Le cimètiere marin» [«El cementerio marino»], que empieza así:
« Ce toit tranquille, oú marchent des colombes,
Entre les pins palpite, entre les tombes;
Midi le juste y compose des feux
La mer, la mer, toujour recommancée
O récompense après une pensée
Qu'un long regard sur le calme des dieux!»
[Calmo techo surcado de palomas,
Palpita entre los pinos y las tumbas;
Mediodia puntual arma sus fuegos
¡ El mar, el mar siempre recomenzado!
¡ Qué regalo después de un pensamiento
Ver moroso la calma de los dioses!»]
Cuenta el mismo Gil Parrondo, según resulta conocimiento común, que cuando un taxista asturiano le preguntaba en Madrid, «de qué parte de Asturias es usted», él respondía «vengo a ser de la parte de Luarca». Y no mentía; si, efectivamente, era de Luarca. Pero era mucho más de Trevias. Más aún de Cortina. Y más y más de L.lendelabarca. Pero, muchísimo más, era Gil Parrondo de la braña de Argumoso (Valdés), de donde procedía su primer apellido.
Y es que para Gil Parrondo, tal parece dicho por él de algún modo, Asturias era un escenario verde, lleno de montañas, con villas y ciudades en los escasos espacios precariamente llanos, pero donde la mayoría de la gente vivía en casitas esparcidas por las montañas en aldeas y brañas.
martes, 3 de enero de 2017
JOHN BERGER: El final de campesinado
Acaba de fallecer John BERGER. Merece variados homenajes, pero sin duda, tiene merecido el homenaje del mundo rural. De manera muy especial del mundo rural que ha perdido el ultimo vagón del tren que conduce al s. XXI. Desde las montañas asturianas, este breve texto pretende aportar un grano de arena a su homenaje.
Faltan crónicas sobre los últimos días del campesino, de la sociedad campesina, de ese mundo que ha perdido el tren o se debate en el estribo del último vagón. ... Otros, en el mundo rural lo han conseguido y ya viajan en los vagones centrales que ya pronto atravesarán el primer tercio del siglo XXI. En Francia, en Alemania, ... incluso en cierta microáreas de España, con todas las dificultades y todos los problemas (¿quién no los tiene?), no han quedado descolgados del problemático s. XXI.
La trilogía de John Berger titulada «De sus fatigas», se compone de «Puerca tierra», «Una vez en Europa y «Lila y Flag».
Y aun faltando crónicas que nos relaten el descuelgue de grandes fragmentos del mundo rural, disponemos de alguna muy valiosa. Tenemos «La lluvia amarilla» de Julio Llamazares. Y aqui, más cerca aún, «Tomasín - en lugares salvajes» de Eduardo Lagar. A ello debemos añadir las meritorias crónicas de reporteros locales en la prensa diaria. Crónicas como las titulada «El mal de las vacas solas» (Alejandro Álvarez, LNE - 9/03/2006), menudean en la prensa asturiana, levantando
acta del final abrupto del mundo rural asturiano.
Acaba de fallecer John BERGER. Merece variados homenajes, pero sin duda, tiene merecido el homenaje del mundo rural. De manera muy especial del mundo rural que ha perdido el ultimo vagón del tren que conduce al s. XXI. Desde las montañas asturianas, este breve texto pretende aportar un grano de arena a su homenaje.
Faltan crónicas sobre los últimos días del campesino, de la sociedad campesina, de ese mundo que ha perdido el tren o se debate en el estribo del último vagón. ... Otros, en el mundo rural lo han conseguido y ya viajan en los vagones centrales que ya pronto atravesarán el primer tercio del siglo XXI. En Francia, en Alemania, ... incluso en cierta microáreas de España, con todas las dificultades y todos los problemas (¿quién no los tiene?), no han quedado descolgados del problemático s. XXI.
La trilogía de John Berger titulada «De sus fatigas», se compone de «Puerca tierra», «Una vez en Europa y «Lila y Flag».
Y aun faltando crónicas que nos relaten el descuelgue de grandes fragmentos del mundo rural, disponemos de alguna muy valiosa. Tenemos «La lluvia amarilla» de Julio Llamazares. Y aqui, más cerca aún, «Tomasín - en lugares salvajes» de Eduardo Lagar. A ello debemos añadir las meritorias crónicas de reporteros locales en la prensa diaria. Crónicas como las titulada «El mal de las vacas solas» (Alejandro Álvarez, LNE - 9/03/2006), menudean en la prensa asturiana, levantando
acta del final abrupto del mundo rural asturiano.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
ASTURIAS Y SU AREA TERRITORIAL
Soportamos en los medios de comunicación asturianos, durante un ya largo periodo de tiempo, peroratas continuas sobre a creación de un área metropolitana a la que también llaman «ciudad astur».
Tradicionalmente, en Asturias no se prestaba atención a los enfoques territoriales, entendiendo por tales aquellos que persiguen detectar las interacciones entre sistema economico, sistema natural, sistema cultural, soporte fisico (y su situación y posición).
Asturias, área territorial pequeña, aislada por la orografia y fracturada internamente por esa orografia, requiere metodologias que tengan en cuenta estas realidades. Queremos decir, su tamaño pequeño permite abordar a totalidad del área territorial en su conjunto.
Su carácter montañoso no es « alisable», es decir, debemos abandonar el manual aplicable a Holanda (y recurro a esta ilustración porque ha sido el destino más frecuentes de las excursiones pedagógicas del Principado de Asturias) y esforzarnos en desarrollar analisis propios ; y orientar las excursiones inspiradoras o ilustradoras hacia Suiza yBaden-Würtenberg, por ejemplo.
Parece lógico que Asturias tenga dos vias rapidas E - O. En la parte oriental debido a la presencia del «espinazo» de la Sierra de El Cuera; y en la parte occidental, por tratarse de la parte más continental (por su «anchura» o distancia física y distancia en isocronas). Pero debe de huirse de la idea de alisamiento del territorio mediante la proliferación de vias terrestres de alta velocida -tan presente en el imaginario colectivo-. No debe alimentarse la tendencia hacia la indigencia intelectual que supone el adaptar la imagen de la realidad para hacerla más fácilmente analizable y conceptualuzable; para adaptarla a manuales «vulgata» .
En mi modesta opinión, el esfuerzo debería orientarse hacia comunicaciones (además de Internet y cable de vidrio) hacia comunicaciones capilares por carretera. Y en buscar las ventajas especificas de un área territorial montañosa y con abundancia de agua. Y, aquí, resulta muy pertinente citar las extensas laderas húmedas gestionadas por los Ayuntamientos y susceptibles de convertirse en pastizales (con una lógica regional de viabilidad económica de las explotaciones ganaderas resultantes). La diversidad interna del área territorial asturiana ofrece posibilidades para el desarrollo de productos diferenciados por vinculación territorial doble (a Asturias y a la retículas «ameboides» interna a Asturias).
Etiquetas:
"ciudad astur",
área metropolitana,
Baden-Würtenberg,
Holanda,
retículas "ameboides",
sistema cultural,
Sistema económico,
sistema natural,
Suiza
Suscribirse a:
Entradas (Atom)