RATZINGER: UN
INTELECTUAL EUROPEO
La
dimisión de Ratzinger como cabeza de la Iglesia Católica
constituye un hecho histórico. Más destacado aún en un momento
donde aparecen derivas centrífugas en Europa. Entre estas
derivas figura un apego a los puestos de mando que sobrepasa
ampliamente los límites de la responsabilidad, mostrando con ello un
déficit de crítica, de reflexión, de ambición de conocimiento
objetivo, cuando no de ocultación del mismo.
Dos
son las cuestiones pertinentes para fundamentar el título de estas
notas breves:
- Qué es ser “intelectual”? y
- Qué es ser europeo?Y ambas resultan tan largas y complejas que obstaculizarían alcanzar el tema propuesto. Resolvámoslo de manera esquemática y corta, en la confianza de que decirlo así, explícitamente, nos absuelva del pecado de la simpleza.
Europa
es un área territorial física y política extensa, constituida por superposición de
otras muchas áreas: área cultural, área económica, área
política, área jurídica, … Europa no es algo estanco, acabado:
es tanto un pasado, una historia, como un proyecto, un futuro. Es el
área de la revolución industrial inglesa, de la revolución
francesa, de la ilustración y del renacimiento. También de la Edad
Media. También de las guerras de religión. También de dos guerras
mundiales. También de los totalitarismos. También de los derechos
del individuo. También de los derechos sociales. Es un área judeo –
cristiana y greco – latina.
Intelectual
es aquella persona que reflexiona sobre el sentido de las acciones y
de los acontecimientos. Y aunque toda persona reflexiona sobre
acciones y acontecimientos, en el intelectual se hace de manera más
permanente, más intensa, con ánimo conceptualizador, teorizador.
Quizás sus orígenes enraícen en el renacimiento y en la
ilustración. Es el ámbito de la razón. De la coherencia. Y del ser
consecuente. De creer en la trascendencia de los actos. El
intelectual pasa del momento de la acción al de la reflexión y
viceversa.
Leyendo
el Discurso pronunciado
en la Universidad de Ratisbona (12/09/2006) y leyendo La
infancia de Jesús
(15/08/2012) nos parece percibir ecos muy claros de Spinoza, de
Descartes, de Leibniz. En ambos textos Ratzinger traza dos líneas
convergentes que no lleva hasta el extremo de cruzarlas entre sí o
de juntarlas en un vértice.
Por
un lado, recurre a los textos sagrados, a la Biblia, eso sí,
haciendo un esfuerzo intelectual de contextualización histórica,
añadiéndole verosimilitud. Por otro, llega a decir que la
reformulación griega del Cristianismo forma parte de la revelación,
lo que pudiera interpretarse incluso como la posibilidad de un
cristianismo sin la presencia histórica de Jesús de Nazaret.
La
dimisión de Ratzinger, a mi modo de ver, se explica a partir de dos
factores:
UNO:
Ratzinger es un intelectual europeo y
DOS:
Las dificultades de gerenciar la Iglesia Católica se presentan como
inmensas en el presente y de cara al futuro. Al menos para una
persona de edad avanzada. Por un lado los asuntos de las finanzas
vaticanas. Por otro, los asuntos relativos al sexo, incluyendo los
temas de pederastia, matrimonio de los curas y ordenación de las
mujeres.