lunes, 17 de septiembre de 2018

Violencia subrural

VIOLENCIA SUBRURAL

[A propósito del asesinato a palos del Concejal de IU en el Ayuntamiento de Llanes (Asturias -España)]

La violencia y los enfrentamientos rurales, en la sociedad rural tradicional,
1) eran explícitos
2) eran peleas (entre dos o más) a palos
3) solo había muertes cuando se usaba arma blanca, guadaña, 'fouz/foucín, pala de dientes
4)los enfrentamientos estaban tutelados, compensados, regulados ... por el juego del sistema de instituciones locales (provimientes de la cultura tradicional, no hablamos de derecho positivizado en leyes ...).
Lo ocurrido en Llanes es otra cosa, tiene otra etiología. Proviene de una sociedad que ha dejado de ser rural, pero que tampoco es urbana: se trata de subruralismo, de sociedad subrural (término y conceptos propios), producto de múltiples sincretismos perversos (la expresión y el concepto es mío) ....
Y el sistema económico es la variable independiente, la cual interactúa sistémicamente con otros niveles ///

El móvil concreto de este espeluznante asesinato será uno u otro, pero mi conocimiento del mundo rural asturiano me lleva a afirmar sin ambajes que detrás de ello, como telón de fondo, se encuentra una sociedad, la sociedad rural asturiana, en la que se perciben claramente fenómenos de ANOMÍA, de pérdida de cohesión social, de instituciones informales capaces de compensar, regular, las relaciones ... producto de la enorme quiebra de la misma ... la desaparición de la hacienda campesina asturiana está comportando la desaparición del mundo rural asturiano  ...
 ¿Cómo se entiende la política en las áreas rurales asturianas? Y ¿cómo se entiende los negocios? Y ¿hasta que punto pueden llegar a considerarse áreas rurales a aquéllas que mantienen características y apariencia de urbanas?
Hace tiempo que he introducido una serie de conceptos que me sirvieran de herramienta para acceder al conocimiento cabal de Asturias: SUBRURALIDAD  y otros SINCRETISMOS PERVERSOS.

viernes, 7 de septiembre de 2018

LOS SANTOS DE EL RAÑADOIRO


LOS SANTOS DE EL RAÑADOIRO - a propósito de una restauración de imágenes del s. XV (?) acaecida recientemente en Asturias

Dos ejes de interpretación y un trasfondoJosé Feito Fernández

La prensa diaria aporta el duro trabajo “a pie de obra” de muchos periodistas noveles. No necesitan viajar a la polinesia, ni a África para aportar datos de campo, datos primarios, transformados luego en información y conocimiento, por la industria transformadora de la ideología. Quiero, claramente, ensalzar la labor de estos jóvenes, cronistas de un mundo rural que desaparece en Asturias. Sigo sus crónicas sobre vacas abandonadas, sobre aparición de animales fuera de su entorno, sobre milagros y apariciones. Aquí, en Asturias,
estos son nuestros pequeños John Berger.

Y, dicho lo que precede, entro en el asunto.

Un eje de reflexión sobre la “restauración” de “Los santos de El Rañadoiro” nos conduce al abandono en que se encuentra el inmenso patrimonio cultural del Concejo de Tineo. El Monasterio de Obona. El Monasterio de Bárcena. Solo por citar dos casos.

Otro eje, cruza el anterior y pasa irremediablemente por la insuficiente capacidad de vigilancia solvente por parte de la Iglesia Católica provincial.

En el trasfondo si sitúan los restos en desaparición del mundo rural asturiano. La “restauración” de referencia no es más que una expresión superficial, un epifenómeno, una ‘punta de iceberg’ del mundo de representaciones hegemónico en las áreas rurales (¿sólo rurales?) asturianas. ¿Qué se está entendiendo por moderno, modernidad, modernización? ¿Qué se está entendiendo por innovación? ¿Qué se está entendiendo por bello, belleza, …? ¿Qué se está entendiendo por desarrollo?

No, no se trata, por tanto, del error de una persona aislada.

sábado, 5 de mayo de 2018

¿DEJA MARX DE SER MARXISTA?


¿DEJA MARX DE SER MARXISTA?
[Transitando por mis memorias – fragmento – ]
De mis memorias.-
 “Feito, sigues siendo marxista?” me preguntaba mi amigo Xuan Bello en una entrevista televisiva (TPA “Clave de Fondo” de 05/11/2013). Los que no damos “saltos” en nuestra evolución, sino que respetamos, cuando menos, los “cuarenta días a pan y agua”, somos de la idea de que pensar duele; especialmente si se persigue la coherencia; y muy especialmente si se pretende ser coherente. Xuan Bello con su pregunta alborotó mi larga búsqueda, mi larga travesía por el desierto, afrontando principalmente enemistades y persecuciones. Las respuestas parciales que he ido encontrando no figuran formuladas por escrito. Sin agotarlas y, muchos menos, sin pretender repasar todo el pensamiento de Marx, voy a celebrar el 200 cumpleaños de Marx con algunas notas (además de con una visita a su ciudad natal – Trier, Tréveris en Español).
Mi primer contacto con Marx – sin exceptuamos el relato de mi padre sobre las crisis cíclicas del capitalismo, mientras hacíamos “pozas” para plantar pinos en La Esquita, allá por el año 1956 –  fue a través del Manual de Economía Política (Nikitin) y del Manual de Marxismo – Leninismo, ambos editados por la Academia de Ciencias de la URSS, al comienzo de los sesenta y viviendo ya en Oviedo (después de La Habana y de Lavio). Si debo añadir que en la Biblioteca Pública de la Diputación de Oviedo (y aquí hay que hacer un alto para rendir homenaje a su Director, Don Lorenzo Castellano – pero eso es cosa de otro capítulo – ) había leído “La Santa Juana de los mataderos” de Bertoldt Brecht, en la que se relataba la crisis de superproducción capitalista; en aquellos tiempos accedíamos a Marx vía literatura; así, leyendo a Pablo Neruda, a Miguel Hernández, …
El nivel de conocimiento en aquel entonces era muy primario y primitivo por aquí, y continuó siéndolo mucho más tarde, como tuve ocasión de constatar. Era y es un marxismo de Vulgata o, parafraseando a Marx, marxismo vulgar (Marx hablaba de materialismo vulgar)  cuyos esquemas están enfocados a la acción política militante, es decir, como mero instrumento de adoctrinamiento para la acción. Era, por tanto, los Manuales de Marxismo – Leninismo, recurriendo a textos originales como “El Manifiesto Comunista” y como las “Tesis sobre Fuerbach”, para los más doctos y cuya finalidad consistía en absolutizar la acción política como vía de conocimiento.
Resumiendo, para evitar la deriva hacia un relato excesivamente concreto, el panorama con relación al conocimiento de las ideas de Marx y Engels (extensible, por supuesto a Lenin) era auténticamente desolador (“elend”), tanto en el PCE como en los grupos y personas que vivaqueaban u hormigueaban en su entorno. No creía yo, aún a finales de los años 60 del pasado siglo, que en España no fuera conocido el marxismo de manera significativa; por eso me disgusté cuando el padre de una amiga, miembro de la dirección del SED y ex prisionero de campo de concentración, me dijo “en España no hay marxistas”.
Mis contactos más serios con el Marxismo tuvieron lugar en la Escuela Superior de Economía de Berlín - Karlhorst (1968 – 1970) y en la Universidad de Vincennes (Paris, 1970 – 1971). En ambas estudié la Economía en los periodos de transición entre sistemas económicos, es decir los aspectos de la realidad menos encajables en esquemas o dogmas. En la primera, estudié El Capital, especialmente en lo referido a la mercancía. Y en el segundo caso, primó una exégesis de las ideas de Marx. Y es aquí donde aprendí que Marx no había definido el concepto de clase social y que lo aplicaba con significados diferentes.
Aún durante el curso 68-69 tanto en las lecciones magistrales (Vorlesungen)  como en los seminarios, el debate (combate ideológico) no se planteaba entre Plan Central y Mercado, sino que a ambos (Plan Central y Mercado) se estudiaban como mecarismos reguladores del sistema económico. El debate se establecía entre Plan Imperativo y Plan Indicativo; admitiendo la compatibilidad entre Plan y Mercado como mecanismos reguladores.
Todo cambió ya en el curso 69-70, después de haberse consolidado la intervención militar en Praga. El ambiente se notaba tenso, precavido … Fue en ese contexto que en el PCE de Berlin oriental se llevó a cabo una reunión con asistencia de Santiago Carrillo. Y fue ahí donde Carrillo me citó para hablar en el hotel Del Comité Central y donde me dijo, “yo sé que hay micrófonos; yo voy a hablar libremente, te lo digo para que tu estés informado”.
Mi último contacto serio con el marxismo tuvo lugar en la Université de Vincennes (Paris), durante el curso 1970-71. Allí asistí a un seminario sobre la economía política de los periodos de transición entre sistemas económicos. En el mismo se llevó una exégesis que puedo calificar de completa de las ideas de Marx y Lenin.
De mis memorias conceptuales.-
Marx es muchos Marx. Marx tiene diferentes momentos cronológicos y diferentes momentos conceptuales. Esquemáticamente, hay el momento conceptual de la acción y el momento conceptual de la reflexión; el momento de la política y el momento del conocimiento. El momento de las Tesis sobre Feuerbach y del Manifiesto y el momento de la Introducción a la crítica de la economía política (Zur Kritik der Politischen Ökonomie), al final de cuyo prólogo, Marx dice:
“Bei dem Eingang in die Wissenschaft aber, wie beim Eingang in die Hölle, muss die Forderung gestellt  werden:
Qui si convien lasciare ogni sospetto
Ogni viltà convien che qui sia morta”

Escrito por Marx en Londres, en mayo de 1859. Y su traducción es: “A la entrada en la ciencia, como a la entrada en el infierno, debe establecerse la exigencia: ‘Aquí es conveniente dejar recelos / Aquí conviene que muera toda vileza’ “

Los conceptos elaborados por Marx y más relacionados con el conocimiento, son los que muestran una mayor pervivencia. Solo con algunas revisiones adquieren plena operatividad en el presente.
Solo voy a referirme a dos de estos conceptos:
Uno] Wechselbeziehungen  /  Wechselverhältnisse  y
 Dos] Produktionsweise.

Wechselbeziehungen / Wechselverhältnisse , que yo traducía como relaciones de ida y vuelta y que creo que fue traducido como relaciones orgánicas por Wenceslao Roces. Hoy día la traducción revisada sería la de relaciones sistémicas.
Produktionsweise , siempre traducido como Modo de producción. Este concepto (abstracto, en consecuencia) [según Marx, lo concreto se compone de muchas abstracciones] resulta de gran operatividad para analizar y situar diferentes sociedades en diferentes momentos de la historia. Ha sido interpretado de manera perversa por las diferentes vulgatas para activistas.
Asi, se había establecido una secuencia obligatoria, esquemática y rígida de la historia de la humanidad, que transcurriría como sigue: esclavismo à feudalismo à capitalismo à socialismo à comunismo.  Más tarde y quizás como consecuencia de las rebeliones de los años sesenta del s. XX (especialmente de 1968), se empezó a hablar de modo de producción asiático y se puso seriamente en duda la naturaleza de las sociedades del socialismo real (o realmente existente), es decir de sociedades situadas tras el telón de acero.
A lo largo de los últimos meses me he ocupado con la relación existente en Asturias entre los siglos X y XVI entre lo que se conoce como régimen señorial y territorio baldío, a propósito de situar el grupo humano vaqueiro y su dinámica migratoria. Creo que el reconceptualizar el señorío como modo de producción señorial contrapuesto al modo de producción primitivo, que podría formularse de manera más explícita: modo de producción / apropiación señorial versus modo de producción / apropiación primitivo. Manteniéndonos dentro de los conceptos marxianos, pues producción equivale a apropiación (proceso)  y propiedad es apropiación (proceso).

lunes, 8 de enero de 2018

SISTEMAS LOCALES DE EMPRESA. VIABILIDAD INDIVIDUAL, REDES Y TERRITORIO

En el año 2003 pronuncié una conferencia en Tenerife, invitado por la Asociación de Diálogo Social Horizonte y por el Cabildo Insular de Tenerife. El texto de referencia fue publicado en Español e Inglés. Vuelven a suscitarse nuevamente en Asturias este tipo de cuestiones a propósito de la actual realidad económica asturiana y referidos especialmente al sector de industrias metal-mecánicas  y metálicas, donde se ha venido registrando un cierto grado de dinamismo.

Edita: Cabildo Insular de Tenerife
Servicio de Juventud, Educación y Mujer
Diseño y maquetación: Javier Cabrera, S.L.
Impresión: Gráficas Sabater, S.L.
Dep. Legal TF-1.861/2003



martes, 2 de enero de 2018

MARX Y EL S. XX - Al comenzar el año 2018

AL COMENZAR EL AÑO 2018
[Y transcurrida ya la mitad del primer tercio del s. XXI]

MARX Y EL SIGLO XX
Se cumple este año el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx (1818/mayo – 1883/marzo). Intentaré más adelante fundamentar mejor la pertinencia de su celebración. Digamos ahora que el siglo XX, del cual vamos tomando perspectiva suficiente para su evaluación, fue un siglo marcado por las ideas de Marx.
De una o de otra manera, durante el siglo XX se creyó de forma bastante generalizada que se había comprendido el funcionamiento de la sociedad y, muy especialmente, del funcionamiento del sistema económico. Pero fueron las ideas de Marx las que irrumpieron con fuerza relevante en 1917. Y resulta paradójico observar como en el país más atrasado de Europa se pretenden aplicar las ideas concebidas para pasar de la fase más avanzada del sistema económico capitalista a un sistema económico superior (la productividad superior aportaría un excedente complementario; y éste redundaría en un reparto equitativo de la riqueza).
No cabe duda que tal proeza de la Revolución Rusa (con independencia de otras consideraciones) lleva el sello indeleble de Vladimir Illich Ulianov (Lenin). En ausencia de “partitura”, de guía teórica, abandona la escritura de “El Estado y la revolución”[1] (al considerar que era de mayor interés hacer la revolución que escribir sobre ella) para dirigir aquel experimento, aprovechando la oportunidad de que Rusia era el “eslabón débil” del sistema capitalista y reconociendo explícitamente que el proletariado, agente decisivo en una revolución socialista, era en Rusia solo una gota de agua en un océano campesino y que el partido bolchevique, encargado de dirigir esa revolución, era una exigua fracción dentro de esa gota de agua.
A partir de ese momento, Lenin solo escribe en folletos de circunstancia para tratar tareas diarias, a pesar de que en algunos de ellos las trascienda, cual es el caso de formular la definición de clase social (ausente en Marx) en el folleto titulado “La gran iniciativa (Sobre el heroísmo de los trabajadores en la retaguardia. Con motivo de los ‘domingos rojos`)”.[2]
Para cerrar este dilatado excurso, añadiremos que entendemos que las aportaciones significativas a las teorías de Marx por parte de Lenin consisten en el subrayado de la importancia de la productividad en las transformaciones sociales y de las dificultades que plantean los “saltos” en los procesos sociales. Podemos decir que el “eslabón débil” de la Rusia de 1917 estaba situado en el plano político; pero que existía un eslabón muy duro en la transformación del sistema económico. El Leninismo además de lo ya dicho, aportó teoría sobre el acceso al poder político, así como la manera de conservarlo en circunstancias muy difíciles. El “socialismo real” finaliza con la caída del Muro de Berlín, dejando demostrado que los sistemas cerrados son entrópicos.

Josep Fontana (“EL SIGLO DE LA REVOLUCIÓN”)[3] y Gabriel Tortella (“LA REVOLUCIÓN DEL SIGLO XX”)[4] ofrecen visiones solventes y de gran interés sobre la Revolución Rusa y sobre el siglo XX.

[continúa]
¿TIENE VIGENCIA ALGÚN CONCEPTO DE MARX?





[1] Lenin: “PALABRAS FINALES A LA PRIMERA EDICIÓN
Escribí este folleto en los meses de agosto y septiembre de 1917. Tenía ya trazado el plan del capítulo siguiente, del VII: La experiencia de las revoluciones rusas de 1905 y 1917 pero fuera del título, no me fue posible escribir ni una sola línea de este capítulo: vino a ‘estorbarme’ la crisis política, la víspera de la la Revolución de Octubre de 1917. (…) es más provechoso y agradable vivir ‘la experiencia de la revolución’ que escribir acerca de ella”.” Petrogrado, 30 de noviembre de 1917”
[2] W.I. Lenin: “Úber den sozialistischen Aufbau – Studienmateial”. Dietz Verlag, 1970. Pág. 110 y ss.
[3] Ed. Planeta, 2017
[4] Ed. Taurus, 2000