domingo, 29 de enero de 2017

AL COMENZAR EL AÑO 2017 [3a/3]

El escenario-mundo o escenario global, ante el que estamos, aun siendo compartido y común,  no es, sin embargo, un escenario plano. Se trata de un escenario con diferentes niveles de generalidad. Dicho de otro modo, debemos dejar claro, en que casos estamos tratando fenómenos idiosincrásicos / específicos (conteniendo diferentes niveles de especificidad) y cuando lo hacemos con fenómenos universales (diferentes niveles de generalidad).

Imprescindible, por tanto, explicitar el grado de abstracción  en que nos situemos, por un lado y, por otro la especificidad de cada caso.

Anclarse en  lo sustantivo, muy especialmente si entramos el el campo de las políticas, eliminando adjetivos y adverbios de toda formulación, permite análisis mas nítidos. Cabe destacar, en este sentido y a modo de ilustración de lo dicho, las políticas contrarias a la eliminación de fronteras comerciales (Tratados de libre comercio), hace bien poco propugnadas por fuerzas políticas "de izquierdas" (usando la terminología tradicional), empiezan ya a ser aplicadas por Donald Trump representante de "la derecha" (usando la terminología tradicional), en lo que todo parece indicar un intercambio de posiciones entre "izquierda" (calificativo) y "derecha" (calificativo), perdiendo sentido los calificativos "izquierda" y "derecha". Lo sustantivo serian las dos posiciones contrarias en el comercio internacional: cerrar fronteras versus abrir fronteras.

lunes, 23 de enero de 2017

AL COMIENZO DEL AÑO 2017 (2/3)

AL COMIENZO DEL AÑO 2017 (2/3)

 SENDAS DE BÚSQUEDA

La  crisis económica (con diferencias entre países y regiones) parece haber superado su fase aguda, si nos atenemos a los indicadores usuales, tales como el crecimiento del PIB. No obstante, las políticas económicas continúan siendo de carácter iterativo, en ausencia de conceptos que permitan acceder a los análisis y diagnósticos adecuados para su elaboración.

En este sentido, eminentemente pragmático, todo parece indicar que el mantenimiento de las políticas de bienestar social, generalizadas en la Europa democrática, con independencia del signo político de sus gobiernos, exige tomar en cuenta la financiación de las mismas (exacciones fiscales) y los efectos de esta financiación sobre la aceleración / desaceleración de la actividad económica, lo que, a su vez, realimenta la facilidad / dificultad para la financiación de los servicios públicos.

Decir lo que precede, equivale a haber detectado, el carácter sistémico de la economía, no resultando redundante decir, el carácter sistémico del sistema económico. Y ésto es así,  porque el término sistema resulta polisémico. Y a pesar de su vecindad, los términos sistémico y sistemático tienen contenido semántico alejado. Para acercarnos un poco mas a realidad, deberíamos precisar que el sistema económico es intrasistémico e íntersistémico, es decir, es sistémico internamente y sistémico externamente (con referencia a los sistemas natural, cultural y jurídicopolítico).

En fin, intentando encontrar, no el final, sino el inicio de sendas de búsqueda, lo que antaño llamaban algunos formación económico/social, seria un sistema de sistemas >sistema natural, sistema cultural, sistema económico, sistema jurídico político.

Surge de esta guisa  una causalidad sistémica, que se añade a  la causalidad lineal (típica de la Física de Newton), a la causalidad estadística (que vence a la incertidumbre). La constatación de efectos no deseados y de efectos perversos en diferentes campos (pensamos en Hirschman, pero también en el llamado fuego amigo). Más allá , nos topamos con la experiencia de la no detección de causa ex ante, es decir, nos topamos con la indeterminación.

martes, 10 de enero de 2017

AL COMENZAR EL AÑO 2017 [1/3]

Hay asuntos que inevitablemente deben estar presentes en una reflexión comprensiva de la situación y los factores intervinientes en las tendencias que marcan el siglo XXI.

¿Hemos comprendido el siglo XX?

Ante las complejidades que presenta la economía, la sociedad y la política a comienzos del s.  XXI, algunos aducen (citando a Zygmut Bauman, fallecido cuando escribía este texto) que estamos ante una «sociedad líquida» y ante una «cultura líquida», trasladando, mediante este aserto, a los objetos de conocimiento la causa de su  no inteligibilidad o las dificultades surgidas para acceder a esa inteligibilidad. Tal parece que con ello se quiere
 indicar que la realidad se ha hecho inaprehensible. Surge de manera fulminante la cuestión: ¿Y hemos comprendido el s. XX, en su presente, dado que no era «liquido»?

El s. XX transcurre realmente entre 1914 (Primera Guerra Mundial - Revolución Soviética) y 1989 (caída del Muro de Berlin). Su ininicio, a la par que marcado por la Revolución Soviética, lo fue también por la extendida convicción de que el comportamiento de sistema económico obedecía a leyes similares a las que rigen en la Física de Newton. En este contexto, la gestión de la economía mediante un plan central e imperativo, adquirió plena carta de naturaleza.

Tras la crisis de 1929, extendida por todo el mundo, parecen confirmados los ciclos traumáticos en las economías de mercado.   Bertold Brecht lo explica en «Die heilige Johanna der Schlachthöfe » («La santa Juana de los mataderos»).

Llega el hundimiento de la República de Weimer, el desempleo masivo y la subida de Hitler al poder en Alemania. Y la Segunda Guerra Mundial. El triunfo de los aliados. El Ejército Rojo llega hasta  Berlin.

El nuevo sistema de economía planificada centralmente colapsa definitivamente con la caída del muro de Berlin en 1989 y la disolución de la URSS. Es el colapso del «socialismo real». O manifestación en superficie de ese colapso, registrado hacía ya bastantes años.

  ¿Y porqué no se adoptaron en estos países medidas correctoras de política económica? La falta de libertad lo impidió. Entre otros datos, las intervenciones militares en Hungría, Polonia y Checoslovaquia permiten constatarlo.

 Que el "comunismo" soviético no era ni viable ni deseable ya lo sabíamos algunos en la etapa 1966-1968. Permaneció la esperanza de un socialismo democrático hasta 1981, cuando culmina un periodo de tensiones internas en dos de los partidos abanderados del socialismo en libertad (PCE y PCI).

Algunas referencias necesarias.

 En 1936, Keynes publica «Teoria general de la  ocupación, el interés y el dinero». Y defiende la intervención en las economías de mercado.

Hayek, que publica en 1944 «Camino de servidumbre» defiende que la economía ia planificada centralmente conduce a la tirania, tanto fascista / nacional socialista como el socialismo comunista.

Keynes contraargumenta diciendo que el nacionalsocialismo llega a Alemania por el fracaso del capitalismo originando un volumen de desempleo no soportable.

Finaliza el s. XX  con el fracaso del mercado, del plan central y de la economía de mercado intervenida. Es decir sin comprender el funcionamiento del sistema económico(y mucho menos superar las crisis, los ciclos económicos).

Joseph Alois Schumpeter defiende la  naturaleza tecnológica de los ciclos largos (ciclos de Kondratiev). Pero Shumpeter parece quedarse en el análisis, sin conclusiones propositivas, de política económica.

Además de en su vertiente de comprensión y gestión de la economía, finaliza el s. XX sin mostrar capacidad para comprender y predecir importantes fenómenos sociales,  culturales y políticos.  Asi la importante interceptación de las áreas más desarrolladas por parte otras mucho más atrasadas. Asi lo muestra las corrientes migratorias y su culminación en un éxodo masivo 
hacia Europa.

Concluimos pues el s. XX sin haberlo  comprendido, a pesar de no tratarse de un siglo «líquido».

miércoles, 4 de enero de 2017

GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS

GIL PARRONDO: DOS ESCENARIOS

Al dar a la tierra sus cenizas en el cementerio de Luarca,  nos cupo el placer de contemplar, otra vez, las maravillas de ese «cimetière marin», el escenario final elegido por Gil Parrondo.

El cementerio de Luarca (donde tambien está  Severo Ochoa) compite en belleza con el de Sète, en el que se inspira y donde reposa Paul Valéry, el autor del famoso libro de poemas «Le cimètiere marin» [«El cementerio marino»], que empieza así:

« Ce toit tranquille, oú marchent des colombes,
Entre les pins palpite, entre les tombes;
Midi le juste y compose des feux
La mer, la mer, toujour recommancée
O récompense après une pensée
Qu'un long regard sur le calme des dieux!»

[Calmo techo surcado de palomas,
Palpita entre los pinos y las tumbas;
Mediodia puntual arma sus fuegos
¡ El mar, el mar siempre recomenzado!
¡ Qué regalo después de un pensamiento
Ver moroso la calma de los dioses!»]

Cuenta el mismo Gil Parrondo, según resulta  conocimiento común, que cuando un taxista asturiano le preguntaba en Madrid, «de qué parte de Asturias es usted», él respondía «vengo a ser de la parte de Luarca». Y no mentía; si, efectivamente, era de Luarca. Pero era mucho más de Trevias. Más aún de Cortina. Y más y más de L.lendelabarca. Pero, muchísimo más, era Gil Parrondo de la braña de Argumoso (Valdés), de donde procedía su primer apellido.
Y es que para Gil Parrondo, tal parece dicho por él de algún modo, Asturias era un escenario verde, lleno de montañas, con villas y ciudades en los escasos espacios precariamente llanos, pero donde la mayoría de la gente vivía en casitas esparcidas por las montañas en aldeas y brañas.

martes, 3 de enero de 2017

JOHN BERGER: El final de campesinado

Acaba de fallecer John BERGER. Merece variados homenajes, pero sin duda, tiene merecido el homenaje del mundo rural. De manera muy especial del mundo rural que ha perdido el ultimo vagón del tren que conduce al s. XXI. Desde las montañas asturianas, este breve texto pretende aportar un grano de arena a su homenaje.

Faltan crónicas sobre los últimos días del campesino, de la sociedad campesina, de ese mundo que ha perdido el tren o se debate en el estribo del último vagón. ... Otros, en el mundo rural lo han conseguido y ya viajan en los vagones centrales que ya pronto atravesarán el primer tercio del siglo XXI. En Francia, en Alemania, ... incluso en cierta microáreas de España, con todas las dificultades y todos los problemas (¿quién no los tiene?), no han quedado descolgados del problemático s. XXI. 

La trilogía de John Berger titulada «De sus fatigas», se compone de «Puerca tierra», «Una vez en Europa y «Lila y Flag».

Y aun faltando crónicas que nos relaten el descuelgue de grandes fragmentos del mundo rural, disponemos de alguna muy valiosa.  Tenemos «La lluvia amarilla» de Julio Llamazares. Y aqui, más cerca aún, «Tomasín -  en lugares salvajes» de Eduardo Lagar. A ello debemos añadir las meritorias crónicas de  reporteros locales en la prensa diaria. Crónicas como las titulada «El mal de las vacas solas» (Alejandro Álvarez, LNE - 9/03/2006),  menudean en la prensa asturiana, levantando 
 acta del final abrupto del mundo rural asturiano.