TRANSPARENCIA: GRAN ILUSIÓN
O
GRAN DESILUSIÓN [©]
[“DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz
schafft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan
Krastev][**]
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En la edición alemana del Cuaderno nº 16 de “Le Monde Diplomatique” correspondiente al mes de
enero de 2015, leo un largo artículo:
“DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz
schafft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan
Krastev, cuya traducción es: “LA
GRAN ILUSIÓN – La transparencia crea confianza, pero no es garantía para la
participación democrática”.
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El título resulta
atractivo. Tal parece que va a abordar la relación existente entre la
transparencia y la participación ciudadana en los asuntos públicos. Pero no, tanto
el título como, especialmente, el subtítulo resultan engañosos: el eje central
del artículo de Krastev nos transmite una idea confusa y devaluada del concepto
de transparencia.
Cuando se
usa un término con cierto grado de rigor, se define el concepto o de delimita
en buena medida el campo semántico en el cual nos vamos a mover.
No procede a
así Krastev . El método que sigue en su exposición es discursivo, no analítico.
Va colocando de forma plana términos sin
definir, ni delimitar, unos detrás de otros, en hilera.
Devalúa el término “transparencia”, como ya ha sido dicho, y
con ello su acepción más relevante, que
es la referida al manejo de los asuntos
públicos. Entendemos que ello equivale situarse en la posición de quien
defiende lo contrario, es decir, de
quien defiende la opacidad en la gestión de los asuntos públicos.
El autor trata
de forma marginal lo que realmente tiene relevancia y actualidad: la transparencia para el funcionamiento democrático
y para la supervivencia de de democracia misma. Y esto es así tanto desde un
punto de vista político, como desde un punto de vista de funcionamiento del
sistema económico (mercado, instituciones y política económica). Planea con el
término “transparencia” sobre un campo semántico excesivamente extenso, sin
aterrizar en definición alguna o, cuando menos, en la delimitación de sus
diferentes significados.
Dedica ocho
extensos y densos párrafos al Smartphon y a su potencia
transformadora. Y es en el octavo párrafo que plantea varias cuestiones de
manera atropellada y a modo de conjunto de cuestiones centrales de su artículo:
-
“¿Materializa el ciudadano-Smartphon (sic),
entonces, el poder que se nos ha añadido, o el poder que hemos perdido?”
-
“¿Puede
el ciudadano-Smartphon (sic) restablecer nuestra confianza en la democracia y
en los instituciones democráticas?”
“No
concedemos confianza a nuestra familia y a nuestros amigos porque los podamos
controlar” , dice Krastev, con lo cual nos lleva del mestizaje ‘Smartphon’ con
‘ciudadano’ discursivamente, a otra mezcla plana, la del ámbito familiar, de amistad,
la del ámbito comunitario, con la del ámbito de gestión de los asuntos
públicos. Logra así un sincretismo en el cual anula la relevancia del campo
semántico correspondiente a confianza y a transparencia como
elementos necesarios (aunque no sean suficientes) en la lucha contra la corrupción,
que éste sí, es una cuestión central, estratégica, decisiva y actual tanto en España como en Grecia, tanto en Bulgaria
como en Rusia (sincretismo que
bloquea el análisis, un sincretismo perverso). Hace que no sepamos de que está hablando,
si del control del presupuesto de un Ayuntamiento o del control mediante
detective privado (que usa Smartphon) de la esposa.
Y , en este
octavo párrafo, llega a un final en que descubre cómo entiende el autor las
cuestiones de “control” y “confianza”, citando a Lenin (“Confianza
es bueno, control es mejor”), lo cual nos autoriza a pensar que en
la concepción de Krastev, la
confianza se contrapone al control, resultando ambos términos mutuamente
sustituibles, uno desplaza al otro.
En el noveno párrafo instrumentaliza a Luhman para decir
que la democracia ha fomentado la desconfianza. Y la opacidad del stalinismo,
del marxismo-leninismo (única forma histórica realmente existente del marxismo)
¿no generaba desconfianza?.
Y continúa
introduciendo elementos nuevos sin previa discusión o análisis. Así nos habla
de la “locura de la transparencia” y seguimos sin saber a qué campo semántico
corresponde en cada caso el término “transparencia”, ¿al de la vigilancia de
una amiga utilizando el Smartphon o a las sumas millonarias que se ha repartido
el Alcalde y el Director General de Obras Públicas? Las sumas dinerarias de un cohecho, a
diferencia de la vigilancia de una amiga, son vigiladas en países con cierta
calidad democrática mediante mecanismos internos de control (adecuadamente
diseñados, instalados, mantenidos e innovados) eficazmente enlazados con
mecanismos penales (y con suficiente peso penal para que ejerzan poder
disuasorio).
Más adelante
añade el problema de los servicios secretos, el alcance de sus averiguaciones y
la publicidad o transparencia que debe darse a las mismas. Este debate ya se
produjo en España durante del Gobierno de Felipe González, a propósito del
Batallón Vasco-Español y otros usos ilegales del poder del Estado en la lucha
contra ETA. De ahí nació una comisión parlamentaria de secretos oficiales, es
decir se encontró una forma de dotar de procedimientos y de subsiguiente
control de las actuaciones del Estado, sin necesidad de informar pública e
indiscriminadamente.
Nos expone el
caso de las elecciones rusas, para las cuales se instalaron en todos los
locales electorales webcams produciéndose durante ese periodo más de 2,5 millones
de altas de navegantes en la red. Claro, Putin decidía, al mismo tiempo, quién
se podía presentar a las elecciones y
quién no. Krastev utiliza el caso
para ilustrar la inanidad de la
transparencia.
Luego nos
desplaza sobre el campo semántico de la transparencia a su significado como
transmisión por cámaras y micrófonos ocultos, usando las tecnologías avanzadas
de captura, transmisión y tratamiento de datos. Y nos dice: “Basta recordar
como los gánsteres en las películas hablan cuando suponen que están siendo
escuchados. Hablan claro y sin tapujos de banalidades, mientras se intercambian
notas escritas por debajo de la mesa”.
Más
adelante, sigue añadiendo, en hilera, sin análisis alguno, casos ilustrativos
de la maldad de la transparencia. Así apunta al campo de los defensores de la
“transparencia” a Asange fundador de Wikileaks.
Continuando
su hilera de casos ilustrativos, compara la transparencia con la máquina de la
verdad en las novelas de suspense…..
Y solo al
final pretende retomar el enunciado del titular, confirmando la tesis que
subyace: la transparencia, el control en el manejo de los asuntos públicos es
de interés secundario. Lo importante es el debate de los contenidos políticos
de gobierno. Reincide, para terminar, en
la contraposición entre transparencia – control y contenidos programáticos de
la política, cuando se trata de dos elementos complementarios.
Y más aún, se
reafirma en la tesis de contraponer confianza y transparencia / mecanismos de
control en el manejo de los asuntos públicos cuando dice: “La creencia en
la capacidad de las sociedades democráticas para aprender de sus errores, es
desplazada por la creencia en la construcción de una sociedad que no comete
ningún error”
Penúltimo
párrafo del artículo de Krastev: “En nuestra
era de transparencia …”(¿?!!) Es obligado detenerse aquí. ¿Es transparente
el manejo de los asuntos públicos en España, Grecia, Bulgaria, Rusia. … ?
¿Estamos viviendo en el mundo una era de transparencia en la gestión de los
asuntos públicos? ¿No estamos más bien ante graves fallos en los mecanismos de
control e intervención, desde el FMI, el Banco Mundial, los Acuerdos de
Basilea, el Banco Central Europeo, … ?
¿Y en España, el Banco de España, el Tribunal de Cuentas, la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de
Cuentas, … ? ¿No han venido estos fallos
y sus consecuencias de corrupción, agravando, cuando no produciendo, una
grave crisis en el sistema económico?
Reproduzco,
ahora de manera completa, el ya mencionado penúltimo párrafo de Krastev: “En nuestra era de transparencia, hay gente
que se siente tentada de aceptar atajos. ‘Dime
de quien recibe él el dinero y te diré que tipo de política hace’ es la conclusión corta de mucha gente
que observa el funcionamiento de la política. No obstante, la política no se
puede reducir a tales monocausalidades”, finaliza la frase. Claro que no deben
aceptarse monocausalidades en política (ni en otros ámbitos). ¿Pero no resulta
excesivamente ‘líquida’ y aviesa la
cuestión que nos recomienda Karstev “ …
la transparencia verdaderamente reproduce la confianza en las instituciones
democráticas o más bien reduce la
política a la desconfianza? “.
Nosotros
finalizamos procurando contribuir a dar solidez al concepto de transparencia en
el manejo de los asuntos públicos, alejándolo de formas ‘líquidas’, indefinidas, procurando ser explícitos y precisos,
como creemos que exige el mundo de hoy. Transparencia equivale a mecanismos de
control adecuadamente diseñados, instalados, mantenidos y renovados. Es decir, transparencia
en el manejo de los asuntos públicos equivale a la la existencia de procedimientos
fijados que permitan la auditabilidad de las actuaciones de los representantes
públicos [***].
No aceptamos
la equivalencia datos à información à conocimiento. Tampoco la
equivalencia transparencia à participación. Pero resulta trivial que la opacidad
obtura la participación en la formulación de los programas políticos, obtura su
adecuada formulación e, igualmente, obtura el control en la ejecución de los
mismos. Los mecanismos de control en el manejo de los asuntos públicos no precisan de Smartphon y son condición sine qua non para la participación
ciudadana. Aunque no la garanticen, ellos permiten la ampliación de las
minorías participantes en las decisiones de los gobiernos y contribuyen a
promover la participación más amplia de los ciudadanos. Ellos contribuyen a la
formación de las conductas ciudadanas, que constituyen un elemento de la
moralidad pública. SI no se da
participación no es debido a que exista transparencia. Porque es
precisamente la ausencia de transparencia la que obtura la participación y abre
todas las vías a la corrupción en la gestión pública y a la conversión de los
ciudadanos en súbditos.
Mis visitas a Alemania tienen múltiples componentes. Uno de
ellos, sin duda, es el componente “balneario”, que se remonta a algunos de mis
años más difíciles en Asturias: ir a Alemania significaba relajarse, abandonar
el estrés, … Otro, la práctica del
idioma. Otro es el conocimiento, más allá del idioma.
Alejarse para coger perspectiva. Alejarse para acceder a otras fuentes de
información, a otros enfoques y a otras opiniones.
Debo diferenciar mi estancia en Alemania Leipzig (1966 –
1968), Berlin (1968 – 1970) de mis viajes posteriores, que se producen a partir
de mi toma de contacto con Vicente Riesgo en Lavio, durante sus vacaciones
estivales …. Fue el verano del recital de “Nuberu”, “El Nietu Celo Xuan”, … y
el primer gran lío en Lavio?? Siempre recordaré a Vicente Vázquez Berros,
nuestro amigo y bondadoso párroco en aquel momento (algunos vecinos asistimos a
su entierro-funeral en Selorio).
Fue antes de aquel diciembre frio de 1988, que relata mi
compañero Roberto García Cosmea, cuando visité por primera vez a Vicente Riesgo
y conocí a José Antonio Arzoz (hoy Monseñor) y a Eusebio Redondo (tan recordado
y con quien, muy posteriormente, pasé deliciosa velada en Valladolid). Aquella
inolvidable cena a orillas del Rhin y el descubrimiento de aquellos curas
diferentes ...
1989 viaje a Berlín con Vicente. Pasamos a Berlín Oriental,
recién tumbado “el muro” . Comimos en un Gaststäte
denominado Zur letztem Instanz („En
última instancia“), ubicado en el entorno de la antigua horca.
El presente viaje
[17/03/15. Siegburg; 18 – 20 / 03 /15 Pech. Mehlem; 20 – 22 / 03 / 15 Schwerte;
23 / 03 / 15 Bonn;
24 / 03 / 15 Mehlem. Pech, cena
con José Antonio Arzoz; 25 / 03 / 15 Mehlem. 16:10 h. Abflug von Kölner – Bonn
Flughafen].
Lo inicié subiendo al ALSA
Oviedo – Madrid T4 a las 8:30 h.
del 16 de marzo de 2015. Paradas en Moncloa y en la Estación Sur de Autobuses. Aquí me encontré con uno de mis alumnos
de la Fundación Masaveu. Era Wenceslao Blanco Álvarez , Gerente de la Estación
Sur.
Llegué a la T4 a
las 14:15 h. Me trasladé en el
autobús circular del aeropuerto a la T1,
de donde debería despegar mi vuelo de Ryanair a las 19:25 h. Salió con media hora de retraso, llegando al aeropuerto de
Köln – Bonn a las 22:30 h.
CUESTIONES
1. A propósito de nuestras
conversaciones, Vicente Riesgo me pasa la edición alemana del Cuaderno nº 16 de
“Le Monde Diplomatique” correspondiente al mes de enero de 2015, señalándome un
artículo (largo artículo). Autor: Ivan Krastev. Título: “DIE GROSSE ILLUSION “
. Y lleva un subtítulo equívoco, cuando menos, quizás engañoso: “ Transparenz
schaft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe”. Se trata del artículo que comento más arriba y
sobre el cual citaría al evangelista Lucas: “Y entre tanto que oraba, la apariencia de su
rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente” (Lucas 9-29 )
2.
Artur Kalnins me pasa una página del semanario
“Die Zeit” (5/marzo/2015 – nº 10) en la que se reseña un libro de Josef Joffe:
“MACH DICH NICHT SO KLEIN, DU BIST NICHT SO GROSS”. Subtítulo: Die
jüdische Humor als Weisheit, Witz und Waffe”. Josef Joffe //Ed. Siedlerverlag , 9.März.2015. Mi traducción: “NO TE HAGAS TAN PEQUEÑO, TU NO ERES TAN GRANDE – El humor judío como
sabiduría, chiste y arma” . La reseña lleva por título entre comillado:
<<Los ateos no tienen días festivos>>.
3. Yo mismo veo en el diario Frankfurter
Allgemaeine Zeitung del 17/03/2015, la reseña de un sugerente libro publicado
en inglés en el que expone sus investigaciones el historiador económico
británico, Benedikt Koehler, “Islam and the Birth of Capitalism”. Ed.
Lexington Books, Lanham, Mayland 2014. La reseña lleva por título: “Der Prophet
wusste, wie man Wohlstand schafft – Früher Sinn für Risikokapital: Der
Ökonomiehistoriker Benedikt Koehler spürt islamische Wurzeln modernen Wirtschaftens
nach”.
“El
Profeta sabía cómo se crea bienestar - Sentido temprano para el capital riesgo:
El historiador económico Benedikt Koehler busca raíces islámicas en la moderna
economía”
“El Profeta sabía cómo se crea bienestar - Sentido temprano
para el capital riesgo: El historiador económico Benedikt Koehler busca raíces
islámicas en la moderna economía” así titula el diario alemán FAZ del 17/03/15
la reseña que hace del libro donde este autor publica sus investigaciones:
“Islam and the Birth of Capitalism”.
Ed. Lexington Books, Lanham, Mayland 2014
4.
En la recientemente aparecida revista “Cicero – MAGAZIN FÜR POLITISCHE KULTUR” - Nº 3 / März / 2015. Subtítulo:
“Völlig losgelöst – Die zunehmende
Entfremdung zwischen Politik und Volk”. Este número de la
revista lleva un cuaderno literario en el que se refieren a Michel Houellebecq.
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[*]“DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz schafft Vertrauen, ist
aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan Krastev. Cuaderno nº
16 de “Le Monde Diplomatique”
correspondiente al mes de enero de 2015
– edición en Alemán – .
[**] Versión
resumida y ligeramente reelaborada de una colaboración en Transit – Europäische Revue, nº 44, >>Futuro de la
democracia<< (otoño 2013, Ivan Krastev, coeditor)
-
José Feito Fernández.: “TRANSPARENCIA” en “Atlántica XXII”, nº 3 / julio,
2009.
-
“Corrupción y transparencia en el manejo de los
asuntos públicos” – documento introductorio de las Jornadas del mismo título
organizadas por el Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo (Asturias), 2014.