viernes, 10 de abril de 2015

TRANSPARENCIA: GRAN ILUSIÓN O GRAN DESILUSIÓN

TRANSPARENCIA: GRAN ILUSIÓN O
GRAN DESILUSIÓN [©]

A propósito del artículo de Ivan Krastev en los cuadernos de Le Monde Diplomatique[*]
[“DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz schafft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan Krastev][**]

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En  la edición alemana del Cuaderno nº 16 de “Le Monde Diplomatique” correspondiente al mes de enero de 2015, leo un largo artículo: “DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz schafft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan Krastev, cuya traducción es: “LA GRAN ILUSIÓN – La transparencia crea confianza, pero no es garantía para la participación democrática”.

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El título resulta atractivo. Tal parece que va a abordar la relación existente entre la transparencia y la participación ciudadana en los asuntos públicos. Pero no, tanto el título como, especialmente, el subtítulo resultan engañosos: el eje central del artículo de Krastev nos transmite una idea confusa y devaluada del concepto de transparencia.
Cuando se usa un término con cierto grado de rigor, se define el concepto o de delimita en buena medida el campo semántico en el cual nos vamos a mover.
No procede a así Krastev . El método que sigue en su exposición es discursivo, no analítico. Va  colocando de forma plana términos sin definir, ni delimitar, unos detrás de otros, en hilera.

Devalúa el término “transparencia”, como ya ha sido dicho, y con ello su acepción  más relevante, que es la referida al  manejo de los asuntos públicos. Entendemos que ello equivale situarse en la posición de quien defiende lo contrario, es decir,  de quien defiende la opacidad en la gestión de los asuntos públicos.

El autor trata de forma marginal lo que realmente tiene relevancia y actualidad:  la transparencia para el funcionamiento democrático y para la supervivencia de de democracia misma. Y esto es así tanto desde un punto de vista político, como desde un punto de vista de funcionamiento del sistema económico (mercado, instituciones y política económica). Planea con el término “transparencia” sobre un campo semántico excesivamente extenso, sin aterrizar en definición alguna o, cuando menos, en la  delimitación de sus diferentes significados.

Dedica ocho extensos y densos párrafos al Smartphon y a su potencia transformadora. Y es en el octavo párrafo que plantea varias cuestiones de manera atropellada y a modo de conjunto de cuestiones centrales de su artículo:

-          “¿Materializa el ciudadano-Smartphon (sic), entonces, el poder que se nos ha añadido, o el poder que hemos perdido?”

-         “¿Puede el ciudadano-Smartphon (sic) restablecer nuestra confianza en la democracia y en los instituciones democráticas?”

“No concedemos confianza a nuestra familia y a nuestros amigos porque los podamos controlar” , dice Krastev, con lo cual nos lleva del mestizaje ‘Smartphon’ con ‘ciudadano’ discursivamente, a otra mezcla plana, la del ámbito familiar, de amistad, la del ámbito comunitario, con la del ámbito de gestión de los asuntos públicos. Logra así un sincretismo en el cual anula la relevancia del campo semántico correspondiente a confianza y a transparencia como elementos necesarios (aunque no sean suficientes) en la lucha contra la corrupción, que éste sí, es una cuestión central, estratégica, decisiva y actual tanto en España como en Grecia, tanto en Bulgaria como en Rusia (sincretismo que bloquea el análisis, un sincretismo perverso). Hace que no sepamos de que está hablando, si del control del presupuesto de un Ayuntamiento o del control mediante detective privado (que usa Smartphon) de la esposa.

Y , en este octavo párrafo, llega a un final en que descubre cómo entiende el autor las cuestiones de “control” y “confianza”, citando a Lenin (“Confianza es bueno, control es mejor”), lo cual nos autoriza a pensar que  en la concepción de Krastev, la confianza se contrapone al control, resultando ambos términos mutuamente sustituibles, uno desplaza al otro.

En el noveno párrafo instrumentaliza a Luhman para decir que la democracia ha fomentado la desconfianza. Y la opacidad del stalinismo, del marxismo-leninismo (única forma histórica realmente existente del marxismo) ¿no generaba desconfianza?.
Y continúa introduciendo elementos nuevos sin previa discusión o análisis. Así nos habla de la “locura de la transparencia” y seguimos sin saber a qué campo semántico corresponde en cada caso el término “transparencia”, ¿al de la vigilancia de una amiga utilizando el Smartphon o a las sumas millonarias que se ha repartido el Alcalde y el Director General de Obras Públicas?  Las sumas dinerarias de un cohecho, a diferencia de la vigilancia de una amiga, son vigiladas en países con cierta calidad democrática mediante mecanismos internos de control (adecuadamente diseñados, instalados, mantenidos e innovados) eficazmente enlazados con mecanismos penales (y con suficiente peso penal para que ejerzan poder disuasorio).

Más adelante añade el problema de los servicios secretos, el alcance de sus averiguaciones y la publicidad o transparencia que debe darse a las mismas. Este debate ya se produjo en España durante del Gobierno de Felipe González, a propósito del Batallón Vasco-Español y otros usos ilegales del poder del Estado en la lucha contra ETA. De ahí nació una comisión parlamentaria de secretos oficiales, es decir se encontró una forma de dotar de procedimientos y de subsiguiente control de las actuaciones del Estado, sin necesidad de informar pública e indiscriminadamente.

Nos expone el caso de las elecciones rusas, para las cuales se instalaron en todos los locales electorales webcams produciéndose durante ese periodo más de 2,5 millones de altas de navegantes en la red. Claro, Putin decidía, al mismo tiempo, quién se podía presentar a las elecciones y  quién  no. Krastev utiliza el caso para ilustrar  la inanidad de la transparencia.

Luego nos desplaza sobre el campo semántico de la transparencia a su significado como transmisión por cámaras y micrófonos ocultos, usando las tecnologías avanzadas de captura, transmisión y tratamiento de datos. Y nos dice: “Basta recordar como los gánsteres en las películas hablan cuando suponen que están siendo escuchados. Hablan claro y sin tapujos de banalidades, mientras se intercambian notas escritas por debajo de la mesa”.

Más adelante, sigue añadiendo, en hilera, sin análisis alguno, casos ilustrativos de la maldad de la transparencia. Así apunta al campo de los defensores de la “transparencia” a Asange fundador de Wikileaks.
Continuando su hilera de casos ilustrativos, compara la transparencia con la máquina de la verdad en las novelas de suspense…..

Y solo al final pretende retomar el enunciado del titular, confirmando la tesis que subyace: la transparencia, el control en el manejo de los asuntos públicos es de interés secundario. Lo importante es el debate de los contenidos políticos de gobierno. Reincide, para terminar,  en la contraposición entre transparencia – control y contenidos programáticos de la política, cuando se trata de dos elementos complementarios.

Y  más aún, se reafirma en la tesis de contraponer confianza y transparencia / mecanismos de control en el manejo de los asuntos públicos cuando dice: “La creencia en la capacidad de las sociedades democráticas para aprender de sus errores, es desplazada por la creencia en la construcción de una sociedad que no comete ningún error”

Penúltimo párrafo del artículo de Krastev: “En nuestra era de transparencia  …”(¿?!!)  Es obligado detenerse aquí. ¿Es transparente el manejo de los asuntos públicos en España, Grecia, Bulgaria, Rusia. … ? ¿Estamos viviendo en el mundo una era de transparencia en la gestión de los asuntos públicos? ¿No estamos más bien ante graves fallos en los mecanismos de control e intervención, desde el FMI, el Banco Mundial, los Acuerdos de Basilea, el Banco Central Europeo, … ?  ¿Y en España, el Banco de España, el Tribunal de Cuentas, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, … ?  ¿No han venido estos fallos y sus consecuencias de corrupción, agravando, cuando no produciendo,   una grave crisis en el sistema económico?

Reproduzco, ahora de manera completa, el ya mencionado penúltimo párrafo de Krastev:  “En nuestra era de transparencia, hay gente que se siente tentada de aceptar atajos. Dime de quien recibe él el dinero y te diré que tipo de política hace es la conclusión corta de mucha gente que observa el funcionamiento de la política. No obstante, la política no se puede reducir a tales monocausalidades”, finaliza la frase. Claro que no deben aceptarse monocausalidades en política (ni en otros ámbitos). ¿Pero no resulta excesivamente ‘líquida’  y aviesa la cuestión que nos recomienda Karstev  “ … la transparencia verdaderamente reproduce la confianza en las instituciones democráticas o  más bien reduce la política a la desconfianza? “.

Nosotros finalizamos procurando contribuir a dar solidez al concepto de transparencia en el manejo de los asuntos públicos, alejándolo de formas ‘líquidas’,  indefinidas, procurando ser explícitos y precisos, como creemos que exige el mundo de hoy. Transparencia equivale a mecanismos de control adecuadamente diseñados, instalados, mantenidos y renovados. Es decir, transparencia en el manejo de los asuntos públicos equivale a la la existencia de procedimientos fijados que permitan la auditabilidad de las actuaciones de los representantes públicos [***].

No aceptamos la equivalencia datos à  información à conocimiento. Tampoco la equivalencia transparencia à participación. Pero resulta trivial que la opacidad obtura la participación en la formulación de los programas políticos, obtura su adecuada formulación e, igualmente,  obtura el control en la ejecución de los mismos. Los mecanismos de control en el manejo de los asuntos públicos  no precisan de Smartphon y son condición sine qua non para la participación ciudadana. Aunque no la garanticen, ellos permiten la ampliación de las minorías participantes en las decisiones de los gobiernos y contribuyen a promover la participación más amplia de los ciudadanos. Ellos contribuyen a la formación de las conductas ciudadanas, que constituyen un elemento de la moralidad pública. SI no se da  participación no es debido a que exista transparencia. Porque es precisamente la ausencia de transparencia la que obtura la participación y abre todas las vías a la corrupción en la gestión pública y a la conversión de los ciudadanos en súbditos.





[©]DE MIS VIAJES A ALEMANIA
Mis visitas a Alemania tienen múltiples componentes. Uno de ellos, sin duda, es el componente “balneario”, que se remonta a algunos de mis años más difíciles en Asturias: ir a Alemania significaba relajarse, abandonar el estrés,  … Otro, la práctica del idioma. Otro es el conocimiento, más allá del idioma. Alejarse para coger perspectiva. Alejarse para acceder a otras fuentes de información, a otros enfoques y a otras opiniones.
Debo diferenciar mi estancia en Alemania Leipzig (1966 – 1968), Berlin (1968 – 1970) de mis viajes posteriores, que se producen a partir de mi toma de contacto con Vicente Riesgo en Lavio, durante sus vacaciones estivales …. Fue el verano del recital de “Nuberu”, “El Nietu Celo Xuan”, … y el primer gran lío en Lavio?? Siempre recordaré a Vicente Vázquez Berros, nuestro amigo y bondadoso párroco en aquel momento (algunos vecinos asistimos a su entierro-funeral en Selorio).
Fue antes de aquel diciembre frio de 1988, que relata mi compañero Roberto García Cosmea, cuando visité por primera vez a Vicente Riesgo y conocí a José Antonio Arzoz (hoy Monseñor) y a Eusebio Redondo (tan recordado y con quien, muy posteriormente, pasé deliciosa velada en Valladolid). Aquella inolvidable cena a orillas del Rhin y el descubrimiento de aquellos curas diferentes  ...
1989  viaje a Berlín  con Vicente. Pasamos a Berlín Oriental, recién tumbado “el muro” . Comimos en un Gaststäte denominado Zur letztem Instanz („En última instancia“), ubicado en el entorno de la antigua horca.

El presente viaje 
[17/03/15. Siegburg18 – 20 / 03 /15  Pech. Mehlem;  20 – 22 / 03 / 15  Schwerte23 / 03 / 15  Bonn;  24 / 03 / 15  Mehlem. Pech, cena con José Antonio Arzoz;  25 / 03 / 15  Mehlem. 16:10 h. Abflug von Kölner – Bonn Flughafen].
Lo inicié subiendo al ALSA Oviedo – Madrid T4 a las 8:30 h. del 16 de marzo de 2015. Paradas en Moncloa y en la Estación Sur de Autobuses. Aquí me encontré con uno de mis alumnos de la Fundación Masaveu. Era Wenceslao Blanco Álvarez , Gerente de la Estación Sur.
Llegué a la T4 a las 14:15 h. Me trasladé en el autobús circular del aeropuerto a la T1, de donde debería despegar mi vuelo de Ryanair a las 19:25 h. Salió con media hora de retraso, llegando al aeropuerto de Köln – Bonn a las 22:30 h.
CUESTIONES
1.     A propósito de nuestras conversaciones, Vicente Riesgo me pasa la edición alemana del Cuaderno nº 16 de “Le Monde Diplomatique” correspondiente al mes de enero de 2015, señalándome un artículo (largo artículo). Autor: Ivan Krastev. Título: “DIE GROSSE ILLUSION “ . Y lleva un subtítulo equívoco, cuando menos, quizás engañoso: “ Transparenz schaft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe”.  Se trata del artículo que comento más arriba y sobre el cual citaría al evangelista Lucas:  “Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente”  (Lucas 9-29 )

2.       Artur Kalnins me pasa una página del semanario “Die Zeit” (5/marzo/2015 – nº 10) en la que se reseña un libro de Josef Joffe: “MACH DICH NICHT SO KLEIN, DU BIST NICHT SO GROSS”. Subtítulo: Die jüdische Humor als Weisheit, Witz und Waffe”. Josef Joffe //Ed. Siedlerverlag , 9.März.2015. Mi traducción: “NO TE HAGAS TAN PEQUEÑO, TU NO ERES TAN GRANDE – El humor judío como sabiduría, chiste y arma” . La reseña lleva por título entre comillado: <<Los ateos no tienen días festivos>>.

3.      Yo mismo veo en el diario Frankfurter Allgemaeine Zeitung del 17/03/2015, la reseña de un sugerente libro publicado en inglés en el que expone sus investigaciones el historiador económico británico, Benedikt Koehler, “Islam and the Birth of Capitalism”. Ed. Lexington Books, Lanham, Mayland 2014. La reseña lleva por título: “Der Prophet wusste, wie man Wohlstand schafft – Früher Sinn für Risikokapital: Der Ökonomiehistoriker Benedikt Koehler spürt islamische Wurzeln modernen Wirtschaftens nach”.
“El Profeta sabía cómo se crea bienestar - Sentido temprano para el capital riesgo: El historiador económico Benedikt Koehler busca raíces islámicas en la moderna economía”

“El Profeta sabía cómo se crea bienestar - Sentido temprano para el capital riesgo: El historiador económico Benedikt Koehler busca raíces islámicas en la moderna economía” así titula el diario alemán FAZ del 17/03/15 la reseña que hace del libro donde este autor publica sus investigaciones:
“Islam and the Birth of Capitalism”. Ed. Lexington Books, Lanham, Mayland 2014

4.      En la recientemente aparecida revista “Cicero – MAGAZIN FÜR POLITISCHE KULTUR” - Nº 3 / März / 2015. Subtítulo: “Völlig losgelöst – Die zunehmende Entfremdung zwischen Politik und Volk”. Este número de la revista lleva un cuaderno literario en el que se refieren a Michel Houellebecq.      
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[*]“DIE GROSSE ILLUSION – Transparenz schafft Vertrauen, ist aber kein Garant für demokratische Teilhabe” de Ivan Krastev.  Cuaderno nº 16 de “Le Monde Diplomatique” correspondiente al mes de enero de 2015 – edición en Alemán – .
[**] Versión resumida y ligeramente reelaborada de una colaboración en Transit – Europäische Revue, nº 44, >>Futuro de la democracia<< (otoño 2013, Ivan Krastev, coeditor)
[***] Al respecto, véase:
-         José Feito Fernández.: “TRANSPARENCIA” en “Atlántica XXII”, nº 3 / julio, 2009.
-         “Corrupción y transparencia en el manejo de los asuntos públicos” – documento introductorio de las Jornadas del mismo título organizadas por el Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo (Asturias), 2014.