miércoles, 23 de septiembre de 2015

LA LECHE DE VACA - ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN (y 3): EL TERRITORIO COMO FACTOR DE VIABILIDAD EN LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS AGROALIMENTARIAS

LA LECHE DE VACA - ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN (y 3):
EL TERRITORIO COMO FACTOR DE VIABILIDAD EN LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS AGROALIMENTARIAS

Dos de los factores más importantes que intervienen en la viabilidad de las actividades económicas en el medio rural  – y ya citados aquí-, la cooperación  y la diferenciación de producto, nos llevan a contemplar otro gran factor: el territorio.

Efectivamente, la cooperación entre individuos y entidades –necesaria para alcanzar tamaños umbral en ciertas actividades y en iniciativas de talla pequeña o muy pequeña- surge de manera territorializada y en determinadas áreas, en las cuales se dan, entre otras, condiciones idóneas de comunicación, homogeneidad de intereses y confianza entre esos individuos y entre esas entidades.

De manera similar, la diferenciación de producto –muy especialmente si este producto es agroalimentario- tiene su yacimiento más importante de referencias en el territorio.

Las consideraciones precedentes nos hacen salir de los enfoques sectoriales, poniéndonos a las puertas de un enfoque territorial, es decir, a planteamientos globales en un área territorial, al desarrollo rural tal como empezó a entenderse en Europa a finales del pasado siglo (no así en Asturias). Por otro lado, este enfoque, que toma en consideración las características territoriales (la cultura y su soporte físico-geográfico), es compatible con el resto de los factores estratégicos que deben tenerse en cuenta y ya mencionados en (2).

Ya en la segunda mitad de los ochenta del siglo pasado presenté una ponencia con el título  Planes integrales de microáreas en Asturias  en el  I  Congreso de Cooperativismo Agrario del Principado de Asturias, celebrado en la Ciudad Residencial de Perlora, en la que se defendían puntos de vista similares. Dicha comunicación contenía las ideas del primer Proyecto Valle del Ese y en total consonancia con el núcleo de ideas del Programa L.E.A.D.E.R de la Comisión Europea que vendría más tarde.


No eran éstas las ideas hegemónicas en Asturias, principalmente en el Gobierno Regional. Para una información más detallada sobre estas cuestiones, me remito a los tres artículos publicados en mi blog con el título MEDIO SIGLO DE ‘CAMPO ASTURIANO’ [I/III. El ciclo de leche de vaca en Asturias; II/III: Los intentos de desarrollo económico vinculado al territorio;  III/III: Algunos conceptos y ejes estratégicos a debate].

sábado, 19 de septiembre de 2015

LA LECHE DE VACA - ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN [2]

LA LECHE DE VACA - ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN [2]

ADEMÁS de la estructura básica de las explotaciones ganaderas asturianas de leche (base forrajera y parcelación) intervienen otros factores en las opciones estratégicas del ganadero.

En primer lugar, está la inercia, la rutina. Hay una preferencia por lo conocido, por lo ya experimentado. Ello es muestra de prudencia, muy útil en cualquier gestión y que deja de serlo cuando se está inmerso en momentos de cambio e innovación. Pero este factor no debe ser exagerado, pues la historia ganadera de los últimos 50 años muestra que el ganadero actúa racionalmente, orientando su producción hacia donde obtiene la mayor rentabilidad.

En segundo lugar (aunque creo que el primero por su peso), tienen una enorme influencia las políticas que practica la administración regional, así como su difusión, en la formación de las expectativas del ganadero. En un mercado fuertemente intervenido (y psicológicamente hegemonizado por la política)  atraen más los discursos de los políticos (discursos públicos y discursos privados, directos y transmitidos por los técnicos a sus órdenes) que los datos y los análisis económicos.

En tercer lugar, la cooperación entre ganaderos de leche en sus diferentes fases (la compra de insumos, la producción, la venta a granel, la transformación y la comercialización).

En cuarto lugar, la producción diferenciada de leche, tanto por los procedimientos aplicados como por su vinculación a un área territorial determinada. Como bien expone José Alba: si el pequeño produce leche de la misma manera que el gran ganadero, percibirá, en el mejor de los casos, igual precio; restando solo como única diferencia los costes unitarios medios del pequeño, es decir, los costes unitarios más altos.

Al mencionar estos dos últimos factores, resulta obligado referirse a Central Lechera Asturiana, su adecuación / inadecuación a las necesidades regionales y su evolución a lo largo de los años - tema sobre el que habrá que volver en otro momento-.

En quinto y último lugar (y decimos en último lugar por su relativamente pequeña influencia en la solución del problema global, dado que su peso potencial tiene un techo muy reducido) estaría la comercialización directa de leche de vaca natural (“leche certificada”).


Y, finalmente, no se puede ignorar la estructura de la comercialización, acompañada de sus márgenes en los productos agrarios. Este problema debe ser objeto de las políticas de los Gobiernos tanto aquellas de ejecución directa, como las practicadas por los organismos de vigilancia y control de los mercados (que son diseñadas, puestas en marcha y renovadas por los gobiernos)

viernes, 18 de septiembre de 2015

LA LECHE DE VACA – ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN

LA LECHE DE VACA – ENTRE EL MERCADO Y LA CONTINGENTACIÓN (1/3)
El volumen de producción de las explotaciones rentables no venía limitado por el precio, sino por la cuota (contIngentacion). Al eliminar ésta, puede ser  incrementada significativamente la producción por parte de las explotaciones más eficientes. Los pequeños, los marginales, sostenidos con la política de contingentación  dejan de ser viables.
La política económica o, dicho de otro modo, la intervención de los gobiernos en el sistema económico debería servir a objetivos de racionalidad en el funcionamiento del mismo. Y si se desea perseguir objetivos de equidad social, se deberían -al margen de la política económica- instrumentar medidas sociales.
El sector ganadero lácteo en Asturias ha venido sufriendo fuertes ajustes, dicho de forma más clara, una reestructuración muy seria. Basta con fijarse en la evolución de la serie del número de explotaciones, del número de cabezas y del número de litros producidos. Igual conclusión se alcanza si contemplamos la evolución del volumen de mano de obra que alberga el sector. Y a duras penas se conseguía (cuando se conseguía) producir la cantidad de litros fijada en la cuota para esta región.
La contingentación de la producción (conocida como ‘cuota lechera’) limitaba la producción de las explotaciones más rentables, garantizando, de este modo, un precio que permitiera sobrevivir a las menos rentables. El final de dicha contingentación –al que se vinieron a unir factores coyunturales como el descenso de exportaciones hacia Rusia- eliminó dicho freno, con el consiguiente incremento de la producción de leche en las explotaciones más eficientes (por su estructura y por su enfoque estratégico). Y claro, esas explotaciones más eficientes pueden producir rentablemente a precios más bajos o resistir bajadas significativas de precio. Las explotaciones menos rentables y con un fuerte componente en costes variables (es decir, insumos externos) se muestran extremadamente sensibles al descenso del precio.
El mal de la ganadería láctea asturiana es tan viejo como viejo resulta su conocimiento. Explotaciones con predominio claro del minifundismo (es decir, de base forrajera propia) unido a una elevada parcelación. A este mal (y, en parte, debido a el mismo) se une la elección estratégica de ganado de alta producción por cabeza (lo que supone altos costes de mantenimiento). Lo sorprendente (como ya hemos tenido ocasión de afirmar reiteradamente desde hace muchos años) es que el tamaño pequeño de las explotaciones, así como el tamaño pequeño de sus parcelas, conviva con extensas laderas húmedas no utilizadas o utilizadas para objetivos no siempre claros. Estamos refiriéndonos, resulta evidente, a los llamados genéricamente ‘montes comunales’, que son gestionados por los Ayuntamientos.

Entre la regulación vía precio, es decir, la regulación del volumen de producción a través del mercado (que elimina a los menos eficientes) y la contingentación (que protege su supervivencia), hay soluciones en Asturias y, más en general, en la Cornisa Cantábrica.  Lo que no parece factible es el retorno a nuevas políticas de contingentación, tal como propone alguien en La Nueva España del 17 de septiembre de 2015.