“EL
DILEMA DE ESPAÑA”
[III / IV]
[Entre
Venezuela y Dinamarca
– algunas
acotaciones a Luis Garicano –]
Después
de la entrevista a Luis
Garicano en El
Mundo
(17/01/2014) y después de que explicase en La Nueva España de
Oviedo el comportamiento de la burbuja española (LNE, 26/01/2014,
“Cómo y porqué estalló la burbuja”), continúo aún leyendo su
libro “EL DILEMA
DE ESPAÑA” y
realizando algunas acotaciones a esta oportuna y esclarecedora
publicación.
Me
detuve al encontrarme con el término innovación.
Y aquí prosigo.
Página
27: Podemos agrupar
las ideas responsables del crecimiento económico del que hemos
disfrutado en estos 200 o 300 años en tres ‘revoluciones
industriales’, tres conjuntos de ideas. La primera tuvo lugar entre
1750 y 1830. Dos fueron las innovaciones clave de esa primera época:
el vapor y el tren…
El uso de la energía generada por combustión, transmitida vía
calor y vapor de agua ya era conocida por los griegos. Lo que
hicieron los artesanos ingleses fue una adaptación
a las necesidades y posibilidades de la época. Esta
adaptación,
esta aplicación en
condiciones viables,
esta “síntesis
adaptativa eficiente”,
constituye la auténtica innovación.
La innovación
tiene dos polos en su génesis: el conocimiento científico y técnico
almacenado, por un lado, y la adecuación a unas condiciones
específicas, por otro. Los artesanos
ingleses (que no
destacaban por su formación) fueron los artífices
de esa síntesis eficiente entre conocimientos almacenados desde hace
tiempo y condiciones específicas.
Toybee dice que la primera revolución industrial fue la respuesta
inglesa a la escasez de leña. Adaptarse de manera eficiente.
Sin
embargo todo parece indicar que las innovaciones no provenían de la
enseñanza, pues Inglaterra estaba atrasada en la educación con
relación a Francia (Grandes escuelas), a Prusia (Institutos de
formación técnica). Hobsbawn dijo que “la enseñanza británica
era una broma de mal gusto”.
La
referida primera
revolución industrial
supuso, además de aspectos energéticos y tecnológicos, nuevas
formas de organización / combinación de los procesos,
que supusieron el paso del
“Verlag System” continental al “Factory System” de las islas
La
segunda se desarrolló entre 1870 y 1900 con innovaciones como la
electricidad, el motor de combustión, el agua corriente (que
permitió los cuartos de baño interiores), la industria química y
petrolífera, la de las comunicaciones y la del entretenimiento (…)
Y
la tercera revolución industrial, la microelectrónica, tuvo lugar
entre 1960 y el presente, e incluye innovaciones como los
ordenadores, Internet y la telefonía móvil.
(…)
Las ideas derrotan así la ley de hierro de los rendimientos
decrecientes y permiten a la economía crecer indefinidamente,
siempre que continuemos innovando (…)
Nos
expone Luis Garicano dos ideas clave: <<instituciones
inclusivas>> y
<<capital
humano>>, con
la correspondiente cita a Acemoglu y Robinson. Dos ideas que creo muy
compartidas.
Otro
problema abordado y que considero muy relevante es la reproducción
de los líderes. Realmente deberíamos hablar de reproducción en
términos más amplios y sometida a ciertas condiciones, para las
cuales usaremos esquemáticamente aquí el termino “adecuadas”:
reproducción adecuada del sistema económico, reproducción adecuada
del sistema jurídico – político, reproducción adecuada del
sistema Cultura, reproducción adecuada del sistema – Naturaleza.
Una
última acotación relativa a los factores de crecimiento, las
problemática de las economías
de escala deben
contemplarse más allá de una óptica
fordista. Quiero
decir existen rendimientos a escala por contigüidad, pero se dan
también rendimientos a escala por inclusión en una red, es decir,
economías de
escala externas o en red.
La actividad económica concebida dentro de sistemas
de empresas
resulta apta para combinar versatilidad
ante los cambios, adecuación a espacios de mercado de tamaño
diferente, innovaciones, diferenciación de producto, costes
unitarios medios óptimos.