MÁS SOBRE EL SISTEMA
ECONÓMICO CHINO
Hace ya más
de un año (15/11/2012), en mi blog, hacía referencia al pujante crecimiento
económico de China, señalando algunos riesgos relacionados con los sistemas del
entorno del sistema económico: El sistema – naturaleza, el sistema – cultura y
el sistema jurídico – político, colisionarían con el sistema económico. Decía:
“El crecimiento económico se está viendo frenado por
causas concatenadas:
1) En términos estrictos
del sistema económico, el crecimientos económico intenso y
prolongado ( durante una década superior al 10% del PIB) y (recuérdese que el
crecimiento español fue del 7 % en promedio anual durante un periodo de
crecimiento extraordinariamente alto en nuestro país – 1960 – 1967 – y, yo
estimo, que el análisis de sus consecuencias, así como del contexto en el cual
se produjo se encuentran aún insuficientemente analizados) muestran ya señales
internas de agotamiento en las vertientes peligrosas de inflación e
ineficiencia.
2) La corrupción,
es el primer rasgo que, señalado por los propios dirigentes máximos, resulta
llamativo. Lo que, a la par que pone de manifiesto la inexistencia de
mecanismos de control idóneos y en funcionamiento idóneo, puede ser estimado
como destrucción del entorno moral – cultural, sin que se registre una
“reproducción adecuada de las normas y su internalización moral y su
confirmación social
3) Los efectos de
destrucción de los entornos naturales
4) Los déficits en la
adecuación de las normas positivas a las situaciones
sucesivamente creadas por el intenso crecimiento económico. Tales como los derechos
individuales (expresión, reunión y asociación).
Podemos recapitular
diciendo que en China son esperables frenazos sucesivos en el crecimiento
económico. Y ello, debido a problemas en el interior del propio sistema
económico pero, principalmente, los frenazos tendrán su origen en el hecho
generalizable de que no puede haber crecimiento económico indefinido o
a largo plazo si éste no va acompañado de desarrollo. Y entendemos por
desarrollo la reproducción modificada de los sistemas externos al sistema
económico pero que actúan “ida y vuelta” con el mismo: sistema social, sistema
cultural, sistema jurídico, sistema político, sistema natural”
Hoy leemos
en el diario económico (artículo de Gonzalo Toca en EXPANSIÓN - 17/12/2013) lo
que sigue:
“China está luchando contra la posibilidad de un
colapso financiero y, a diferencia de España, ha identificado el problema y
está poniendo los medios para resolverlo. Quizás llegue tarde.”
En el caso
chino se puede constatar la interactuación de los sistemas económico, cultural,
jurídico-político y natural. La falta de transparencia, la opacidad, está
presente en todo el sistema y es tal que la economía financiera sumergida y
frecuentemente piramidal, era estimada por “un think tank muy próximo al Gobierno situaba las
dimensiones del sector en un 40% del PIB en 2012” (artículo citado)
Prosigue, más adelante el artículo de EXPANSIÓN que venimos citando:
“Esos fondos han financiado en muchos casos
grandes proyectos inmobiliarios de los gobiernos provinciales que en algunas
ocasiones o han terminado no siendo rentables por errores de cálculo
empresarial o nadie esperaba que llegasen a serlo porque eran el fruto de una
decisión política. Por ese motivo y por una deuda de las administraciones
locales que la agencia de calificación Fitch estima en más de 2.100 millones de
dólares o el 25% del PIB, es probable que parte de los créditos concedidos
nunca se lleguen a recuperar. En estas circunstancias y antes de tomar una
decisión contundente, los líderes comunistas lanzaron una auditoría
independiente de las arcas locales que está llevando a cabo el Gobierno central
y, para recompensar el comportamiento de las administraciones cumplidoras, sus
vehículos financieros podrán emitir bonos a corto plazo, con vencimientos a 270
días, siempre que hayan obtenido una calificación de AA+ y que hayan realizado
tres emisiones desde 2010 en las que captasen como mínimo 822 millones de
dólares.”
Están, en
suma, intentando un reenginering de todo el conjunto del sistema.
Precisamente y
con relación a España, decía el 20 de julio de 2013 en este mismo blog (“El necesario reengineering de España”):
“Hoy, ante el volumen abrumador de datos sobre
casos de corrupción en ausencia de mecanismos de control idóneos, idóneamente
instalados y mantenidos, mis reflexiones me obligan a afirmar que España
necesita un reengineering, tanto de su sistema económico como
de su sistema institucional. Más
allá aún, me atrevo a decir que se hace necesario la apertura de un proceso de
revisión pieza a pieza, desmontando y montando, o reengineering de
nuestro sistema cultural, el cual incluye, como es sabido y a eso me
refiero especialmente, los
valores y las reglas de juego que
subyacen a las/os formuladas/os explícitamente en términos jurídicos y que
actúan como guía de las conductas individuales.”
Habrá que permanecer atentos
a la evolución del sistema económico, tanto del chino como del español, y
atentos a las medidas en curso, así como a sus resultados en ambos casos.