viernes, 16 de noviembre de 2012

Como consecuencia de un debate surgido en el Foro de www.amisalas.org, escribí el texto que sigue

CRECIMIENTO ESPAÑOL Y CRECIMIENTO CHINO

Lo que quise destacar en el anterior texto son dos cosas:

1) No todo crecimiento puede considerarse como desarrollo. El desarrollo es crecimiento (reproducción ampliada de la base material de un grupo humano) y reproducción adecuada de todo el entramado institucional. Las externalidades del subsistema económico, que incluyen subsitemas: político, social, cultural, natural. El conjunto de estos subsistemas, incluyendo el subsistema económico se reproducen. Pero ningún grupo humano tiene garantizado su futuro, pueden también quebrar.

Recapitulando aún más: El sistema (o subsistema) económico emite efectos sobre su exterior (externalidades, otros subsistemas ya mencionados) al tiempo que recibe efectos de su exterior (externalidades, de otros subsistemas ya mencionados). Y que las claves decisivas del crecimiento y, muy especialmente, del desarrollo se encuentran no solo en el propio subsistema económico, sino que residen en la interacción que acabamos de describir: sistema económico – externalidades.

Albert O. Hirschmann nos dice que existen recursos ociosos, dispersos en el exterior del sistema económico. Y que ello se presenta tanto en los “paises no desarrollados” (fuerza de trabajo campesina con productividad bajísima), como en los países desarrollados” (fuerza de trabajo desempleada, maquinaria parada, en los momentos de crisis o de fase baja del ciclo). El problema del crecimiento viene dado por la manera de reintroducir esos recursos ociosos en el subsistema económico. Y el factor escaso suele ser la capacidad para organizar, coordinar, emprender.

2) Un crecimiento del 7% durante 7 años, no es habitual. Y en los paises de la OCDE resulta impensable hoy. España registró ese crecimiento económico en condiciones de dictadura. Han intervenido en ello un conjunto de factores. Y no debemos excluir la política económica aplicada: Plan de Estabilización (1959 – 60) y Planes de Desarrollo (que no son copia del Plan Quinquenal, sino más bien del Plan Indicativo francés, que por ese motivo fueron a Paris a la École Pratique d’Hautes Etudes, Joaquin Leguina, Carlos Romero, Nacho Quintana, …). Pero hay factores de mayor peso, como son: 1) el éxodo rural (con el consiguiente incremento de la productividad); 2) la emigración a paises del entorno, con el consiguiente alivio para las tasas de paro; 3) las remesas de los emigrantes y 4) la afluencia de turismo de sol y playa.

Y cuando digo que este periodo de la historia económica, social, política y, sobre todo cultural, está insuficientemente analizado aún, quiero decir que, a pesar del crecimiento ¿hubo modernización de la sociedad española? Claro que hubo cambios y cambios modernizadores. Los hubo incluso antes de que se produjera este crecimiento económico intenso. ¿Qué es sino la “repoblación forestal” en la inmediata postguerra civil, por poner un ejemplo?.

Pero los cambios modernizadores fueron limitados, por un lado y, por otro, fueron frenados una vez concluida la fase más ardua de la transición. La llegada del PSOE al poder no permitió cumplir las expectativas de una modernización de España. Muchos de los síntomas actuales tienen su origen en esa etapa. No se diseñaron e instalaron mecanismos de control en las administraciones públicas, que las dotasen de la necesaria transparencia. Las sucesivas oleadas de crisis dieron al traste con multitud de empresas en ausencia de análisis de detalle sobre su viabilidad y la posibilidad de reconducción.

El apoyo, animación e incentivación que hubo en convertir industrias artesanales en sociedades mercantiles en Asturias es una buena prueba de ello. Este tipo de medidas pueden considerarse, en general, “de fachada”. Alguno de estos casos pude analizarlos directamente y resulta frecuente su final en quiebra por déficits organizativos y estratégicos desde su inicio.[I]La historia de las empresas asturianas constituye una tarea pendiente, para adquirir un conocimiento más cabal de la evolución y situación actual de la economía asturiana.

En definitiva y para no alargarme más en este aspecto parcial del tema: el proceso hacia la democracia española (1978) se produce con un dictador anciano gobernando desde su lecho de muerte. Y aunque es cierto que ha habido protestas, manifestaciones, huelgas, etc., queda patente que no ha habido suficiente fuerza ciudadana para dar al traste con la dictadura (siendo cierto, también, que esta se fue ablandando). Ello denota un insuficiente espíritu ciudadano. Por lo que creo autorizado para suponer la presencia de graves insuficiencias en lo cambios acaecidos en el subsistema cultural (entendido como sistema de representaciones en común, reglas de juego y valores).

Bien, intentando concluir, si este tipo de fenómenos negativos se dio en una España con un crecimiento del 7% en promedio interanual ¿qué podrá pasar en China con crecimientos de más del 10% interanual en promedio durante diez años? ¡y con la expectativa de continuar creciendo al 7% y de mantenimiento del actual subsistema político, jurídico! ¿qué tipo de sincretismos perversos se estarán produciendo en su subsistema cultural?

 



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jueves, 15 de noviembre de 2012


¿CRECIMIENTO O DESARROLLO?

– a propósito del XVIII Congreso del Partido Comunista de China –

Hoy 15 de noviembre de 2012 se clausura el XVIII Congreso del Partido Comunista de China. La importancia que tiene tanto en la propia China como en el conjunto del mundo, tanto por el peso poblacional y migratorio, como por el peso en el sistema económico mundial de la República Popular de China. Y también por la importancia en los debates teóricos en general como en la economía y en la política económica.

Ignoramos sus conclusiones finales. Al igual que el carácter ejecutable o meramente ritual de las mismas. Si podemos, aunque solo sea esquemáticamente, abordar algunos aspectos que consideramos clave y que los propios chinos han puesto de manifiesto.

El crecimiento económico de China en el último periodo y su peso en la economía mundial ha constituido una irrupción de caracteres relevantes en cualquiera de las visiones usuales. Su presencia comercial y financiera en los mercados mundiales. Su presencia física resulta visible directamente para cualquier ciudadano español a través de sus tiendas y restaurantes, aunque este sea un aspecto fenoménico.

El crecimiento económico se está viendo frenado por causas concatenadas:

1) En términos estrictos del sistema económico, el crecimientos económico intenso y prolongado ( durante una década superior al 10% del PIB) y (recuérdese que el crecimiento español fue del 7 % en promedio anual durante un periodo de crecimiento extraordinariamente alto en nuestro país – 1960 – 1967 – y, yo estimo, que el análisis de sus consecuencias, así como del contexto en el cual se produjo se encuentran aún insuficientemente analizados) muestran ya señales internas de agotamiento en las vertientes peligrosas de inflación e ineficiencia.

2) La corrupción, es el primer rasgo que, señalado por los propios dirigentes máximos, resulta llamativo. Lo que, a la par que pone de manifiesto la inexistencia de mecanismos de control idóneos y en funcionamiento idóneo, puede ser estimado como destrucción del entorno moral – cultural, sin que se registre una “reproducción adecuada de las normas y su internalización moral y su confirmación social

3) Los efectos de destrucción de los entornos naturales

4) Los déficits en la adecuación de las normas positivas a las situaciones sucesivamente creadas por el intenso crecimiento económico. Tales como los derechos individuales (expresión, reunión y asociación).

Podemos recapitular diciendo que en China son esperables frenazos sucesivos en el crecimiento económico. Y ello, debido a problemas en el interior del propio sistema económico pero, principalmente, los frenazos tendrán su origen en el hecho generalizable de que no puede haber crecimiento económico indefinido o a largo plazo si éste no va acompañado de desarrollo. Y entendemos por desarrollo la reproducción modificada de los sistemas externos al sistema económico pero que actúan “ida y vuelta” con el mismo: sistema social, sistema cultural, sistema jurídico, sistema político, sistema natural.