miércoles, 21 de diciembre de 2011

MEDIO SIGLO DEL CAMPO ASTURIANO (y III) ALGUNOS CONCEPTOS Y EJES ESTRATÉGICOS A DEBATE


MEDIO SIGLO DEL CAMPO ASTURIANO (y III)

ALGUNOS CONCEPTOS Y EJES ESTRATÉGICOS A DEBATE
(del sector agrario al territorio rural; de las economías de escala a las economías del sistema de empresas)


El final del ciclo de monoproducción láctea está siendo caracterizado por el avance de la naturaleza salvaje sobre la naturaleza culta, cercando las áreas pobladas y sus entornos cercanos cultivados, así como por la fuerte presencia de elementos de subruralidad (entendido como elementos situados en el margen de lo rural, similar a lo suburbano con relación a lo urbano). Estos elementos de subruralidad son detectables en la cultura material (con la presencia de residuos urbanos duraderos, como bañeras, frigoríficos, edificaciones imitando a las de barrios urbanos, …), en las representaciones colectivas y en los conceptos manejados para explicar la realidad. Han fracasado numerosos pequeños proyectos de desarrollo diversificador vinculados a cultura – territorio. ¿Porqué?

No han penetrado ideas y conceptos europeos como bottom – up, cooperación transversal y principio de subsidiaridad que tienen enlaces lógicos y claros con nuestras tradiciones rurales. Tampoco otras ideas y conceptos como desarrollo local, sistema local de empresas. Y si la confluencia de corrientes europeas compatibles con nuestras tradiciones ha quedado arrinconada, ello significa que se han interpuesto corrientes de ideas y conceptos de mayor potencia en Asturias, que ejercieron y ejercen su influencia, tanto desde el interior como del exterior de las propias áreas rurales, y de manera principal desde el poder político regional. ¿De qué corrientes hablamos? Y ¿porqué y cómo se impusieron?

Las raíces deben buscarse tanto en las condiciones en que se realiza la transición española a la democracia, como en las condiciones en que se produce el gran crecimiento español del de los años sesenta y comienzo de los setenta. Es en este contexto donde se configuran, nacen y mueren las instituciones locales y donde se configuran también mentalidades y conceptos.

La repoblación forestal de los montes del común, iniciada ya en la inmediata postguerra civil, constituyó, sin lugar a dudas, un fenómeno modernizador, basado en la utilidad del árbol como productor de fruto y madera, así como su función oxigenante del aire y protector del suelo productivo. El culto al árbol es un fenómeno modernizador e ilustrado, que incluye la pagana y republicana fiesta del árbol1. La repoblación de los montes, también. El problema surge cuando se trata de montes cuya propiedad se encuentra en el borde del derecho consuetudinario y no se le ha dado plena carta de naturaleza en el derecho moderno (positivo). Existe un isomorfismo claro entre el pino de la repoblación forestal franquista y el eólico socialdemócrata. Ambos son positivos en sí. Pero ambos son un instrumento de doble apropiación ilegítima: a) apropiación expropiatoria de un bien pro indiviso de la nuda propiedad y del usufructo y b) apropiación del aprovechamiento de un entorno alterándolo, (más en el caso de los eólicos). En este sentido, los gobiernos socialistas continuaron con las políticas modernizadoras del franquismo y con una interpretación similar o igual del concepto modernización.

El enfrentamiento de la sociedad rural con nuevas situaciones y con nuevos productos industriales nos introduce en una vía fértil de análisis. Así, (y lo exponemos con fines ilustradores) el problema de eliminación de los residuos no degradables. Se formaron basureros salvajes con plásticos y vidrios, aparatos de radio, baterías, lavadoras, frigoríficos, televisores, escombros de obra, etc., etc. En la actualidad el problema se solucionó parcialmente, mediante la bastante extendida recogida capilar de basuras. Queda sin solucionar el problema de los plásticos de ensilar, de los electrodomésticos y muebles. Pero lo que a mi modo de ver resulta verdaderamente significativo, por cuanto exterioriza las ideas que se van formando, es la aparición masiva de bañeras como bebederos del ganado. Dos etiologías son atribuibles al fenómeno. Una, la idea de recuperación – reciclaje como idea indudablemente bondadosa, positiva; tan positiva como el plantar árboles y el amor al árbol. La renovación de viviendas en las ciudades da origen a un importante stock de bañeras, recuperables directamente en obra (no olvidemos que gran parte de la mano de obra de la construcción está compuesta por las más recientes migraciones) o en las chatarrerías. Por otro lado, la falta de expectativas de la ganadería unido a la elevada parcelación, hace que no se piense en bebederos profesionales para el ganado. El resultado es que se dispersan los residuos urbanos no degradables por todas las laderas y valles asturianos, lo que da lugar a un neopaisaje subreal (El Bosco?). Pero el problema no es meramente estético (aunque la estética esté relacionada con la ética y con la eficiencia a medio – largo plazo), es de fondo; a) por un lado, la falta de viabilidad del medio rural asturiano en las actuales condiciones y b) la configuración de representaciones mentales hegemónicamente compartidas producidas en dichas condiciones, que bloquean u obstaculizan la capacidad para abordar los problemas, tanto desde un punto de vista teórico y conceptual; y, sobre todo, desde el punto de vista, práctico, de implementar formas organizativas y estrategias para la solución de problemas.

Acabamos de poner dos ejemplos, el árbol y la bañera, de mezcla de dos ideas, que no son negativas en sí mismas, pero cuyos resultados si son negativos, tanto para el desarrollo del individuo como del grupo. Constituyen falsas vías de salida de un problema que conducen a nuevos problemas, que no abren sendas de mejora, de incremento de la eficiencia, de desarrollo. Constituyen lo que defino como sincretismos perversos.

La idea bondadosa del árbol, aportador de oxígeno, sombra, frutos, madera y protección del suelo y la idea bondadosa, coherente y consecuente con la anterior, de realizar la repoblación forestal, incrementando la productividad del suelo, embelleciendo el entorno, etc., etc.. Igualmente, la idea bondadosa de promocionar las energías limpias y renovables mediante parques eólicos, unida a la idea bondadosa de espacios baldíos abandonados por sus propietarios y, por tanto de propiedad absentista, dudosa y poco justificada desde un punto de vista social (y no digamos ya desde un punto de vista socialista!).

Ambos planteamientos son bondadosos y mezclan elementos bondadosos. Y ambos dejan fuera del planteamiento componentes indispensables del mismo y de su bondad: los seres humanos, los grupos de seres humanos que viven en un marco cultural e histórico. Este marco supone, entre otras cosas, unos derechos de propiedad pro indiviso y unos derechos sobre el entorno, tanto desde el punto de vista paisajístico como desde el punto de vista de producir atracción o repulsión de actividades económicas. Y no se renuncia a estos derechos al votar en las elecciones políticas municipales y regionales, al igual que no se renuncia a los derechos individuales de opinión y reunión.

Quienes dejan fuera de sus planteamientos los derechos a que nos referimos, por considerarlos un factor contrario a la modernización, al progreso, al avance, nos recuerdan a la Rumania de Caucesco, en la que se trasladaban aldeas enteras para mejor aplicar políticas de desarrollo económico en el medio rural. Desde mi punto de vista estos grupos humanos que han venido poblando áreas rurales serían los llamados a abrir y propiciar el único desarrollo viable en esos espacios territoriales o en la única posibilidad de desencadenar sendas de rendimientos crecientes y recurrentes, es decir sendas de desarrollo, es decir, desarrollo endógeno.

Se dejó y deja fuera (¿o se considera que se enajena al emitir el voto político en las elecciones municipales y regionales?) lo que definiría como sujeto territorial o, mejor dicho, sujeto territorial de desarrollo. Y no se trata de un derecho divino o una esencia existente al margen de los procesos materiales. No se trata de un sujeto territorial arcaico, anclado definitivamente en el pasado. Es todo lo contrario. La propia etiología del sistema económico, del funcionamiento de la economía y, muy especialmente de la innovación y del desarrollo precisa la intervención de ese sujeto territorial, que constituye la base del desarrollo endógeno, del desarrollo local, del desarrollo vinculado a cultura – territorio. Y que es una de los ámbitos de intervención en el desarrollo económico que le queda a la autoridad política (otro tema es el saber con que restricciones, también en este ámbito).

Las confusiones conceptuales en torno al binomio modernización – innovación. La fuerte implantación y promoción de sincretismos perversos como factores bloqueantes de la innovación (innovación que en nuestra concepción equiparamos a síntesis adaptativas eficientes). La opacidad en la gestión de los asuntos del común o asuntos públicos (especialmente de los de mayor cuantía y de mayor alcance territorial y temporal) y el crecimiento de las redes neocaciquiles o clientelares.

La presencia de la gran empresa como excepcionalidad histórica ha generado otro grupo de factores. Su imagen ocupó un papel muy relevante como Contribuyó a dotar de valor absoluto al tamaño grande en las representaciones colectivas, así como a orientar la elección de problemáticas en las tareas de análisis y elaboración de conceptos en la Universidad. La endeble capacidad organizativa de los grupos sociales diferentes a la minería, hace que las organizaciones mineras (muy especialmente el SOMA UGT) ejercieran un papel hegemónico con componentes gremiales (y no exentas de arcaísmos), lo que realimenta la inhibición organizativa de estos otros sectores, muy especialmente el de los campesinos y ganaderos (dada su dispersión, aislamiento y las características de su trabajo).

El Estatuto de Autonomía es, a la vez, indicador y continuador de ese espíritu “modernizador” o modernizante, al eliminar la capilaridad territorial, eliminando la parroquia como terminal hacia abajo o conexión rural entre administración y sociedad civil; y facilitando con ello el no abordar la clarificación de la propiedad de los montes comunales. Aún hoy sigue confundiéndose la existencia de órganos administrativos territoriales con sobrecostes, es decir, con “liberados” de alto nivel salarial, dietas y otros muchos etcéteras.

De forma específica, en el mundo rural asturiano los procesos económicos, sociales y culturales más significativos, que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad de los años sesenta pueden ser representados muy esquemáticamente mediante el diagrama adjunto.

Las circularidades negativas (realimentaciones negativas) recogidas en el diagrama, dan como resultado bloqueos en el aprovechamiento del potencial de desarrollo representado por los factores naturales y culturales presentes en el mundo rural asturiano.

En estas condiciones, solo un producto, la leche de vaca, logró adquirir un canal comercializador estable. Y ello por acciones fundamentalmente externas: a) fuerte demanda, por tratarse de un producto de primera necesidad y b) y existencia de iniciativas empresariales externas al propio mundo rural.

CONSIDERACIONES FINALES

Asturias, espacio territorial aislado por la orografía y fracturado internamente por la misma orografía, posee importantes yacimientos de saber diferenciado, cuya explotación requiere de formas complejas de organización y estrategia. Como consecuencia de ello las estrategias basadas en las economías de tamaño (de agregación urbana y de escala) no solo no son generalizables, sino que, en general, no resultan ser frecuentemente las más idóneas.

Esta configuración orográfica complejiza la gestión del territorio. Pero la gestión sencilla y la apropiación sencilla del territorio no deben ser consideradas como criterios únicos o principales para elegir estrategias, pues ello puede llevarnos a racionalizaciones tales como: plantar todo el territorio de eucaliptos y poner básculas automáticas en Pajares (o en el Musel); o generalizar la extracción de áridos en las zonas altas y construir embalses en las bajas (exportar energía eléctrica). Por otro lado, la gestión compleja e internamente diferenciada del territorio, no debe venir forzosamente unida a la creación de organismos administrativos pesados, dotados de “liberados” costosos y acompañados por otros gastos elevados.

Una de las claves estratégicas gira en torno a los conceptos de innovación y modernización. Debe someterse a análisis crítico el famoso polinomio I+D+i, por cuanto puede dar lugar a racionalizaciones en las que se confunda novedad e innovación. A nuestro modo de ver, dicho polinomio debe ser corregido como sigue

I + D + i + r (I + D + i)

Donde la “r” significa recuperación, para la cual se precisaría tanto la investigación (“I”), el desarrollo (“D”) y la innovación (“i”). Debe significarse, además, que la innovación (“i”) es la adaptación a las condiciones sociales, culturales y económicas históricamente concretas de investigaciones (“I”) y de desarrollos (“D”) acumulados y almacenados desde hace mucho tiempo. Esta adaptación suelen hacerla, cual es el caso de la revolución industrial inglesa, por artesanos u otras personas que no disponen de grandes conocimientos científicos y técnicos. Se trata de emprendedores, observadores y aplicados. Es por ello que las innovaciones contienen siempre síntesis adaptativas eficientes.

Otra de las claves reside en las características del entorno económico. Entornos que permiten externalizar funciones son propicios para que empresas pequeñas y muy pequeñas alcancen el umbral de eficiencia. Son, por tanto, áreas territoriales propicias para el despliegue de miríadas de iniciativas, al no resultar disuadidas por la exigencia de elevadas cuantías de financiación básica y por el consiguiente riesgo.
_________________________
1 En el colegio laico al que asistí a finales de los años cuarenta, uno de los poemas del libro de lecturas decía:
Es el árbol el símbolo augusto
De la Patria, el Progreso y la Paz.
Restauremos los montes sagrados
Si a la Patria queremos honrar

sábado, 10 de diciembre de 2011

VIABILIDAD DE EMPRESAS, TERRITORIO Y DESARROLLO ECONÓMICO

 Reproduzco a continuación el texto de referencia de mi ponencia en Santa Cruz de Tenerife el 18 de junio de 2003 y publicada en la sección "Colaboraciones" de www.amislas.org 

VIABILIDAD DE EMPRESAS, TERRITORIO Y DESARROLLO ECONÓMICO

José Feito Fernández

1. Sobre terminología y conceptos: cluster, red, sistema


Cada vez con mayor frecuencia, al tratar temas de organización y estrategia de empresas, se escuchan términos como cluster, red de empresas, empresas en red, sistema de empresas, sistema local de empresas, etc., que  expresan fenómenos suficientemente constatados en la actividad económica desde finales de los años 70 del s. XX.

Todos ellos cubren el campo semántico de la cooperación entre empresas para:

a)      realización externa de economías de tamaño en determinadas funciones económicas (bien sea para acceder a tamaños umbral, o para incrementar la eficiencia interna por incremento de tamaño o por reducción de tamaño),
b)     superación de costes de jerarquía sin incurrir en costes de transacción disuasorios,
c)     acceso a espacios de mercado diferenciados y cambiantes (permitiendo a una unidad empresarial trabajar en bucle corto con un espacio de mercado determinado, así como superar barreras de entrada – salida por exceso de tamaño)
d)     repartir riesgos

Todos estos términos contienen en su significado un doble binomio:

a)      de cooperación y competencia a través del mercado, así como, paralelamente,
b)     de cooperación y competencia a través de acuerdos o mecanismos institucionales (con uno u otro grado de formalización y explicitud).

Las constataciones empíricas ponen de relieve una amplia casuística que nos obliga a afinar la herramienta conceptual, con el fin de acercarnos al análisis, el diagnóstico y la proyección de este tipo de fenómenos.

Así, hacemos equivalentes los significados de cluster, red de empresas y empresas en red, queriendo significar la configuración de una red o racimo de empresas a partir de la externalización de funciones o a partir de un agrupamiento de empresas. Las empresas en red, nacen o se desarrollan a través del descentramiento de una empresa (generalmente grande o muy grande), mientras que la red de empresas nace o se desarrolla a través de la cooperación entre empresas (generalmente pequeñas o muy pequeñas).[1]

La utilización del término sistema (sistemas de empresas) implica poner el acento en las relaciones interactivas, en los feed backs múltiples entre empresas y en su carácter complejo, dinámico, abierto y evolutivo.

Cuando hablamos de sistemas locales de empresas estamos ampliando el contenido de los sistemas de empresas a las externalidades naturales y culturales residentes en el entorno territorial. La cultura (entendida como sistema diferenciado de representaciones en común del mundo, sistema diferenciado de instituciones y su interiorización – valores – y saber hacer específico, así como su plasmación en una cultura material) es el ámbito donde se desarrolla la capacidad de innovar, de producir síntesis adaptativas eficientes a partir de los datos universales y de las especificidades del grupo humano – territorio.[2]

2. Diferentes enfoques en el estudio de los sistemas locales de empresas

El tema “Sistemas locales de empresas” es muy extenso y puede ser abordado desde múltiples puntos de vista o enfoques:

1)     empresarial individual (viabilidad de empresas);
2)     sindical (empleo y condiciones de trabajo);
3)     ecológica (modificación del entorno natural);
4)     cultural (modificación del entorno de instituciones, de valores, de representaciones en común, de saber hacer, de cultura material);
5)     de servicios sociales (grado de equidad, evitando y compensando fenómenos de marginalidad);
6)     migratoria (atracción o repulsión de migrantes, teniendo en cuenta las ópticas económica, sindical, de servicios sociales y cultural);
7)     desarrollo económico de un territorio (desencadenamiento de dinámicas internas de crecimiento económico sostenido en el tiempo), que puede y debe tener en cuenta todas las ópticas precedentes.

Obedeciendo al título, trataremos de llegar, a partir de la óptica de la viabilidad individual de empresas,  a las redes de empresas y empresas en red como factor clave de viabilidad de éstas; y, a partir de aquí, llegar al territorio, como conjunto de externalidades de las funciones económicas empresariales que constituyen un contexto de potencialidades específicas, diferenciales (y, como no, también de estrangulamientos). Es decir, pretendemos, partiendo de la empresa individualizadamente, llegar a los sistemas locales de empresas y a los procesos de desarrollo económico vinculados a territorio (desarrollo local).

2. El problema de la viabilidad de empresas: economías de escala

El empresario, tanto en su origen histórico como en su configuración actual, es un comerciante, es decir, un buscador de oportunidades de venta unidas con oportunidades de compra, con independencia del mayor o menor número de operaciones  o funciones intermedias.[3]

Cuando el emprendedor, detectada una oportunidad de negocio y realizada ésta con resultado positivo, pretende repetirla y mejorarla, y para ello crea una estructura, una organización, una jerarquía que internaliza, normativiza y planifica una serie de funciones antes dispersas en múltiples relaciones de mercado, nace la empresa.

 La recurrencia, la repetibilidad, de las acciones económicas constituye un factor de rendimientos crecientes, por cuanto que:

a)              Reduce el riesgo y / o lo mide y lo prevé con mayor aproximación (se acotan las incertidumbre no determinables – indeterminaciones –  y se calculan ciertas incertidumbres acotables y medibles), al disponer de mayor información – dominio sobre los espacios de mercado que debe combinar,
b)              Incrementa el saber hacer (reduce costes y aumenta la calidad y adecuación del producto al espacio de mercado – aprendizaje e innovación – ),
c)              Plantea el comienzo de realización de economías de escala por tamaño interno contiguo.

En su razonamiento y una vez adoptada la idea de recurrencia de las operaciones, se plantea la necesidad de controlar parte o gran parte del proceso. Debe crear una estructura, una jerarquía, capaz de internalizar una parte (mayor o menor) de las funciones que entraña la operación única realizada exclusivamente a través del mercado.[4]

La organización comporta (o incrementa sensiblemente):

a)      costes fijos de acopio, producción y comercialización;
b)     costes fijos de gestión (la complejidad) y, muy especialmente,
c)     necesidades de financiación mayores.

Pero el incremento de los costes fijos y el incremento de la financiación necesaria comportan, a su vez, un aumento del riesgo. Es decir, se reduce el riesgo, por un lado, y se incrementa, por otro.[5]

Ahora bien, las empresas solo producen beneficio a partir de un tamaño, que llamamos tamaño umbral. Y obtienen el máximo beneficio posible cuando alcanzan un tamaño óptimo. En cada tipo de negocio, en cada tipo de actividad, éste resulta diferente. Pero siempre hay un tamaño umbral y un tamaño óptimo. (Más adelante hablaremos de la redefinición del concepto tamaño)

Un tamaño umbral elevado constituye un factor disuasorio del emprendimiento,  es un enemigo de los emprendedores, del emprendimiento. Es, especialmente, un enemigo de los pequeños emprendimientos, propios de muchos territorios con dinámicas intensas y sostenidas de actividad económica.[6]

En el GRÁFICO I, queremos ilustrar la idea de minimización de los costes unitarios medios de funciones económicas, relacionándolos con el tamaño (de la actividad en general, de la producción, de la planta industrial, de la empresa).
  
Para mayor sencillez hacemos equivalentes la funciones empresariales con los departamentos de la empresa. La superficie de cada rectángulo refleja el número de unidades equivalentes de output de un departamento cuando éste alcanza los costes unitarios medios mínimos, que son las unidades de input disponibles para el siguiente secuencialmente (todos los rectángulos tienen la misma altura).Las curvas interiores a los rectángulos reflejan el comportamiento de la respectiva función de costes unitarios medios. La interpretación es la siguiente: el Departamento (la función) 1 alcanza sus costes unitarios medios mínimos (óptimo de eficiencia) para un volumen de unidades equivalentes correspondiente a la superficie A (éste sería su 0utput óptimo), el Departamento (función) 2 alcanza sus costes unitarios medios mínimos para un volumen de unidades equivalentes correspondiente a la superficie B (su óptimo) ...

Los problemas que se plantean y sus respectivas soluciones son los siguientes:

-         El Departamento 1, funcionando dentro de su óptimo, no alcanza a suministrar el número de unidades que precisa el Departamento 2 para alcanzar su óptimo. Soluciones posibles: a) El Departamento 1 eleva el número de unidades, con lo cual se sale de su óptimo, b) El Departamento 2 hace descender el número de sus unidades, con lo cual también se sale de su óptimo (costes de inactividad), c) El Departamento 2 se suministra del Departamento 1 hasta el óptimo de éste y el resto, hasta cubrir sus necesidades para alcanzar su óptimo, se suministra del mercado ( previa comparación de precios de coste) y c’) La empresa crea otro Departamento 1 externo (empresa) para suministrar al Departamento 2 (previa comparación de precios de coste).
-         El Departamento 2, funcionando dentro de su óptimo, produce un número de unidades equivalentes superior a las que demanda el Departamento 3. Soluciones posibles: a) El Departamento 2 reduce el número de unidades equivalentes, con lo cual se sale de su óptimo, b) El Departamento 3 incrementa el número de unidades equivalentes, con lo cual se sale de su óptimo, c) El Departamento 2 vende sus unidades excedentarias en el mercado (previa comparación de precios) y c’) La empresa crea otro Departamento 3 externo para absorber las unidades excedentarias del Departamento 2.

Adoptando las soluciones c’ la empresa está externalizando parcialmente sus funciones. Cabe otra solución, externalizar totalmente sus tres departamentos. En ambos casos, surge una empresa en red con el fin de optimizar el tamaño de cada departamento.










4. El problema de la viabilidad de empresas: costes de transacción, costes de
jerarquía y tamaño

Las empresas, las jerarquías surgen para superar los costes que supone el uso del mercado o lo que es lo mismo, los costes de transacción. Efectivamente, el convenir dentro del mercado con todos los suministradores de bienes y servicios que requiere la realización de operaciones económicas, plantea una serie de problemas de cuya solución resultan de costes significativos: a) obtener la información de dónde se encuentra el suministrador(es), b) negociar las condiciones, c) determinar las mejores condiciones, d) garantizar el precio, la calidad, la cantidad, la fecha y el lugar de entrega. Estos costes, que contablemente aparecerían difusos en varias cuentas, son los que denominamos costes de transacción.

La empresa como jerarquía nace al internalizar todas estas funciones mediante contratos estables o de mayor estabilidad (con mayor información a priori y con mayor garantía de control). La empresa resulta así, un espacio planificable dentro del mercado (opaco desde el punto de vista de la información y no planificable).

De acuerdo con ésta lógica (paralela y compatible o complementaria a la de las economías de escala por tamaño interno contiguo), los costes de transacción podrían ser reducidos ad infinitum mediante el crecimiento del tamaño de la empresa (de la jerarquía).

Ocurre, sin embargo, que el crecimiento del tamaño de una jerarquía da lugar al surgimiento de otros costes, similares a los de transacción, pero internos. Son los costes de jerarquía. Contablemente se encontrarían repartidos de forma difusa en diferentes cuentas de gasto (costes de personal, costes de materiales, costes de averías, costes de producciones defectuosas, costes de inactividad, etc.).

En el GRÁFICO II,  queremos ilustrar las dos tendencias contrarias seguidas por los costes de transacción y por los costes de jerarquía al aumentar – disminuir el tamaño de la organización o jerarquía.

En el margen derecho, pretendemos ilustrar las formas organizativas predominantes en cada nivel de tamaño. Así, el círculo representaría la ausencia de organización, sería la denominada por algunos jerarquía u organización plana, lo que equivale a afirmar que la empresa desaparecería disuelta en el mercado o no nacería aún; la “cebolla” representaría una forma “aplastada” de organización; el triángulo pretende reflejar la existencia de jerarquía piramidal; a medida que crece el cociente entre altura y base crecería la jerarquización.

En el epígrafe anterior, exponíamos que el aumento de tamaño interno contiguo proporcionaba la realización de economías de escala, pero a su vez, este incremento de tamaño incrementaba el riesgo e incorporaba las ineficiencias señaladas en el GRÁFICO I. Apuntábamos como solución la externalización de funciones mediante la transformación de la empresa en una empresa en red.

En el presente epígrafe, vemos que la huida de los costes de transacción hace incurrir en costes de jararquía. Y viceversa.

Hay quien señala que el tamaño óptimo se alcanza cuando se igualan costes de transacción y costes de jerarquía.

Aparece sin embargo otra solución al círculo vicioso de  costes de transacción – costes de jerarquía que es la creación de sistemas de empresas y de sistemas de empresas vinculadas a territorio – cultura, es decir sistemas locales de empresas.

Se visualiza, ahora, la necesidad de redefinir los conceptos tamaño y tamaño umbral, introduciendo los conceptos de tamaño umbral en red  y de tamaño óptimo en red. La realización de economías de tamaño no exigiría el crecimiento de todas las funciones o departamentos de la empresa. Cada función o departamento poseería su tamaño umbral y su tamaño óptimo cuyas ventajas pueden ser realizadas mediante la red.







 5. Sistemas locales de empresas y desarrollo local

La existencia previa de un entorno de confianza reduce los costes de transacción sin incurrir en costes de jerarquía inhibitorios del emprendimiento y del desarrollo empresarial.

Los lazos culturales que ofrece, en una u otra medida, el territorio, abren la posibilidad descrita. Esta posibilidad se realiza en determinados casos, como en los Distritos Industriales italianos y en otros sistemas locales de empresas, referidos en la ya abundante literatura sobre el desarrollo local. En otros casos, esta posibilidad permanece abierta, aunque  sometida por estrangulamientos y bloqueos de índole compleja que impiden su despliegue. En las tesis del desarrollo local que defendemos, estos estrangulamientos y bloqueos podrían ser superados mediante el adecuado apoyo externo. Por adecuado queremos significar el respeto a ciertas restricciones para cuya exposición carecemos aquí de espacio pero que son localizables en la bibliografía facilitada.

El sistema cultural de un territorio incluye representaciones en común del mundo, instituciones, valores y saber hacer. El saber hacer junto con las formas organizativas derivadas, enlazadas o apoyadas por las instituciones, son un yacimiento de productos diferenciados y de formas organizativas diferenciadas para su obtención y puesta en valor. Estamos, pues, en presencia de un potencial de estrategias de diferenciación de producto y de flexibilidad organizativa; o, lo que viene a ser equivalente, un potencial de innovaciones capaces de impulsar a las iniciativas emprendedoras por sendas de rendimientos crecientes.


6. El efecto “h” del desarrollo endógeno

Tal como se expresa en el GRÁFICO III, siguiendo al Profesor Vázquez Barquero, el desencadenamiento de dinámicas internas de desarrollo en un territorio se produce por confluencia (“efecto h”) de cuatro bloques de factores: densidad institucional, urbanización, innovación y organización flexible. Cada bloque de factores interactúa con el resto, produciendo efectos encadenados o realimentados.

GRÁFICO III


 

  


DENSIDAD INSTITUCIONAL.

Un poblado dormitorio o una ciudad dormitorio carece de instituciones propias; las normas sociales, las reglas de juego, son las derivadas de contratos standard que acompañan a la adquisición de la vivienda. Los habitantes carecen de representaciones en común del mundo específicas. No poseen
ningún saber hacer específico o diferenciado como grupo. Dicho de forma
reducida, carecen de cultura en común. Un ejemplo extremo vendría dado por los poblados de mineros colonizadores en el oeste de Estados Unidos.

Se habla de densidad institucional  (o de umbral de densidad institucional, o de densidad institucional elevada u óptima) cuando está presente toda una red de relaciones entre los componentes del grupo, de reglas que regulan las multifacéticas relaciones (con grados muy diferente de formalización). Estas reglas (instituciones) tienen su prolongación en la internalización individualizada de los miembros del grupo y adoptan formas organizativas (más o menos difusas, más o menos formalizadas).

En los extremos, tendríamos grupos humanos anómicos y estáticos (en tanto que grupo) y grupos humanos cohesionados y dinámicos (en tanto que tales grupos).

URBANIZACIÓN.

Estaríamos refiriéndonos a un umbral de urbanización, que incluye tanto densidad poblacional como un amplio espectro de especializaciones, servicios e infraestructuras materiales. Su efecto serían las economías de agregación o economías de poblamiento por contigüidad. Con relación a este efecto debe señalarse que también se producen deseconomías de agregación (como de tamaño, dicho de forma más general)

En un sentido más general o más válido generalmente, estaríamos hablando de red de poblamiento entendido como masa crítica poblacional. Se entiende la intención de esta formulación si consideramos que se dan las grandes ciudades aisladas por desiertos, así como ciudades de tamaño pequeño y medio con enlaces entre sí y formando una malla densa sobre el territorio (cual es el caso generalizable en Europa). En cada modelo de poblamiento y urbanización, las economías de tamaño o de agregación poblacional son alcanzadas de manera diferente.

ORGANIZACIÓN FLEXIBLE.

La presencia de confianza o umbral de confianza – transparencia, redes internas y conexión con redes externas, con el corolario de bajos costes de transacción – bajos costes de jerarquía, con el consiguiente contexto idóneo para un alto dinamismo de iniciativas de pequeña talla.

Constituyen ejemplos de lo acabado de exponer, los distritos industriales italianos y, en general, todas las formas que adoptan en diferentes puntos de la geografía global los sistemas locales de empresas.
En última instancia, estaríamos hablando de capacidad para adaptarse a formas organizativas de mayor eficiencia en cada caso y momento. Y, por tanto de una adecuada dialéctica cierre – apertura, con lo que resulta evidente la conexión con la innovación.

INNOVACIÓN.

Siguiendo a Schumpeter, la innovación puede referirse al producto, al proceso o a la organización. En nuestra interpretación, la innovación es siempre y en todo lugar una síntesis adaptativa ventajosa o eficiente. Los dos polos de esta síntesis serían, como ya quedó expresado en otro lugar, lo local – diferente y lo universal – común.




























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(1ªed. Inglés 1981)
KENNEDY, Carol
GUIDE TO THE MANAGEMENTS GURUS
Randon House UK Limited
1998
KRÄKEL, Mathias
ORGANIZATION UND MANAGEMENT – NEUE ÖKONOMISCHE GRUNDRISSE
Mohr Siebeck
1999
KÜHL, Stefan
WENN DIE AFFEN DEN ZOO REGIEREN – DIE TÜCKEN DEL FLACHEN HIERARCHIEN
Campus Verlag
1995
LANDES, David S.
LA RIQUEZA Y LA POBREZA DE LAS NACIONES


LINHART, Daniele
LA MODERNISATION DES ENTREPRISES
La Découverte
1994
PACHÉ, Gilles y PARAPONARIS, Claude
L’ENTREPRISE EN RÉSEAU
Presses Universitaires de France
1993
PASSET, René
LA DOBLE DIMENSIÓN ENERGÉTICA E INFORMACIONAL DEL HECHO ECONÓMICO

1994
PASSET, René

LA ILUSIÓN NEOLIBERAL
EDITORIAL DEBATE
2001
PEYREFITE, Alain
LA SOCIEDAD DE LA CONFIANZA
Andrés Bello
1996




PIORE, Michael J. y SABEL, Charles
LA SEGUNDA RUPTURA INDUSTRIAL
Alianza Universidad
1999


AUTOR

OBRA

EDITORIAL
FECHA
1ª EDICIÓN

PNUD
INFORME SOBRE EL DESARROLLO HUMANO
Mundiprensa
1998

PORTER, Michael
LA VENTAJA COMPETITIVA DE LAS NACIONES
Plaza y Janés
1991

SANTOS REDONDO, Manuel
LOS ECONOMISTAS Y LA EMPRESA-EMPRESA Y EMPRESARIO EN LA HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
Alianza Editorial
1991

SIMON, Hermann (Editor)
DAS GROSSE HANDBUCH DER STRATEGIEKONZEPTE
Campus
2000

STIGLITZ
EL MALESTAR EN LA GLOBALIZACIÓN
Taurus
2002

VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio
CONVERGENCIA Y DESARROLLO REGIONAL EN ITALIA Y EN ESPAÑA
Publicaciones de la Universitat de Barcelona
1999

VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio
DESARROLLO LOCAL-UNA ESTRATEGIA DE CREACIÓN DE EMPLEO
Pirámide
1988

VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio; GAROFOLI, Gioachino; Y OTROS
DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL EN EUROPA
Economistas Liros (Colegio de Economistas de Madrid)
1995

VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio
DESARROLLO, REDES E INNOVACIÓN – LECCIONES SOBRE DESARROLLO ENDÓGENO
Pirámide
1999

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DINÁMICA REGIONAL Y REESTRUCTURACIÓN PRODUCTIVA
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VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio
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VÁZQUEZ BARQUERO, Antonio
POLÍTICA ECONÓMICA LOCAL
Pirámide
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ANTROPOLOGÍA SOCIAL DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS
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WILLIAMSON, Oliver E.
LAS INSTITUCIONES ECONÓMICAS DEL CAPITALISMO
Fondo de Cultura Económica
1989








[1] Ejemplo de empresa en red sería cualquiera de las empresas fabricantes de automóviles, que externalizan la producción de componentes.
Ejemplo de red de empresas sería Comercializadora Asturiana de Alimentos, S.A. (COASA), que se construye a partir de productores de queso tradicional (microempresas) en Asturias, alcanzando el tamaño umbral para operaciones de exportación.
[2] La construcción de una red de suministradores de componentes exige un umbral de confianza, cuyo alcance no se logra únicamente mediante relaciones de mercado. Hacen falta acuerdos, instituciones, valores en común, que generalmente se desarrollan en un proceso más o menos largo.
Igualmente, una red de empresas del tipo de COASA exige más confianza que la derivada de la Ley de Sociedades Anónimas y de los Estatutos de la Sociedad.
[3] El mercado siempre es opaco. Nadie dispone de toda la información. Solo algunos alcanzan a informaciones parciales. Si no fuera así, todo el mundo podría hacer negocios o, lo que viene a ser lo mismo, nadie podría hacer negocios: bastaría con un servicio publico bien informatizado para encajar ofertas con demandas. Este es uno de los fundamentos de  la existencia de empresarios.
[4] Nace, así, el empresario a partir del comerciante o, tal como se produjo históricamente en Europa, del Verleger (se pasa del verlagssystem o sistema continental, al factory system o sistema de la revolución industrial inglesa). Ocurre en la actualidad que el empresario ya nace, cuando menos, con un mínimo de estructura, de organización, de jerarquía.

[5] Resolver el problema del balance de riesgos, optando por las alternativas menos arriesgadas, se consigue, según explican algunos técnicos, conociendo el negocio (aprendiendo continuamente a conocerlo). Es decir: conocer los mercados, conocer los productos, conocer los procesos, conocer las técnicas de gestión.

[6] Todo lo expuesto nos capacita para comprender mejor el método central utilizado por los empresarios: el tanteo, el acierto – error, la iteración, el tâtonement. Este método no equivale a despreciar las técnicas, los instrumentos de gestión. Pero el empresario sabe que éstos son auxiliares, nunca van a eliminar el enemigo principal a batir: el riesgo, la indeterminación y la contingencia. Y aquí suelen plantearse algunas incomprensiones y algunos debates entre técnicos y empresarios, que tanto éstos como aquellos deben situar en un escenario positivo, es decir, rentable.
Todo empresario tiene vocación de monopolista. Por eso innova, por eso busca espacios de mercado con barreras de entrada para otros. También lo hace porque sabe que no existen situaciones absolutamente estables. Lo absoluto es la inestabilidad, lo relativo es la estabilidad. Ni el monopolio es estable.